Los turistas que llegan a París pueden verse desbordados por la marea de monumentos que alberga. La ciudad cuenta con cerca de dos millones y medio de habitantes, que se amplía a nueve en toda la zona metropolitana, y está dividida en 20 ‘arrondissements’ o distritos. Sin embargo, puedes visitar todos sus rincones sin perderte siguiendo los consejos que te brinda Katia. Ella visitó la ‘ciudad de la luz’ con sus compañeros de Francés de 1º de Bachillerato del IES Las Llamas.

Este curso los alumnos de 1º de Bachillerato que damos Francés como asignatura optativa hemos tenido la suerte de viajar a la Ciudad de la Luz. Ha sido una experiencia inolvidable en la que hubo tiempo para conocer la cultura francesa y sorprendernos gratamente con la hospitalidad de sus gentes, en contra de estereotipos, y por supuesto para el ocio y la diversión.

Como turista quisiera recomendaros los lugares más famosos que no hay que perderse si visitas la ciudad en unos pocos días, si bien hay otros sitios interesantes que pueden visitarse si la estancia es más larga.
Para empezar, si el presupuesto con el que se cuenta no es muy alto, lo mejor es buscar alojamiento en los llamados hoteles fórmula 1: cuentan con lo básico en hospedaje, siendo más cómodos que los albergues, aunque están algo alejados del centro.

Para desplazarse en una ciudad de tal extensión lo mejor es el metro, no es muy peligroso (aunque suele haber carteristas) y sale barato si compras paquetes de billetes.

Nuestra primera visita fue al Arco de la Defensa, de estilo moderno y con un ascensor en su torre que deja contemplar los alrededores del barrio financiero en el que está enclavado. En lo alto del edificio hay un amplio mirador que ofrece un bello panorama de la ciudad, y además hay una sala de exposiciones. Se puede continuar recorriendo los Campos Elíseos hasta llegar al Arco de Triunfo, al que se puede subir; o bien visitar el Boulevard de Clichy con su mítico Moulin Rouge. Desde allí, callejeando se llega fácilmente a Montmartre, el barrio de los artistas. En lo alto de la colina se impone el Sacre Coeur, templo de estilo ecléctico.

En otra ocasión es imprescindible ver el palacio de la ópera de Garnier, un teatro obra maestra, el Panteón, donde se encuentran los sepulcros de personajes célebres franceses, como Rousseau, Voltaire, el matrimonio Curie… ¿y quién puede irse sin haber visitado el edificio más emblemático? Subir a lo más alto de la Torre Eiffel cuesta sobre 10 euros, pero merece la pena el momento, y poder contemplar vistas de hasta 70 Kilómetros a la redonda.

Después, reservar tiempo para dos de los museos más importantes de Europa: el Louvre y el Orsay albergan obras capitales del arte. Cercano al Louvre están el Arco de Triunfo de Carrousel, el jardín de las Tullerías y la Plaza de la Concordia. Paseo obligado por el Barrio Latino y el entorno de la Sorbona, y debéis visitar el Palacio Real y las hermosas vidrieras de la Sainte Chapelle.
Un medio posible de llegar a estos sitios es el Bateaubus, un servicio de barcas que recorre el Sena regularmente. En él se puede llegar a la mismísima catedral de Notre Dame, símbolo del París medieval, o al barrio de St. Germain des-Près.

Admirar estos sitios es una grata experiencia, pero la esencia de la ciudad se debe buscar en sus calles, sus gentes, mercados, tiendas con glamour, creperías con sabor antiguo… y sobre todo en la forma de avanzar con los nuevos tiempos.

 

Trabajo original