El máximo beneficio es la meta de las grandes multinacionales. Así, algunas fabricantes de zapatillas deportivas como Nike, Reebok, Adidas y Puma utilizan trabajo infantil para fabricar sus productos; los niños son explotados desde edades muy jóvenes, trabajando muchas horas con la máxima tensión, poco salario y perjudicando su desarrollo social y psicológico.
Sin embargo, algunas de estas multinacionales han adoptado códigos de conducta para «autocontrolar» sus prácticas laborales (salarios, edad de los trabajadores, horarios…); la mayoría los han llevado a cabo por la presión de las ONGs.
Pero estos códigos de autocontrol no funcionan como debieran hacerlo. Sírvanos el ejemplo de Nike: esta empresa dispone de su propio sistema de control de prácticas laborales, pero dicho sistema no señala que, en Indonesia, por ejemplo, no se paga el salario mínimo legal, ni los días de descanso.
Por otra parte, los gastos de esta multinacional en patrocinar zapatillas deportivas ascienden a unos 40.000 millones de pesetas al año, y solamente lo que se paga a Michael Jordan es superior a lo que cobran los trabajadores de sus factorías en Indonesia.
¿No crees que se merecen un boicot?