La contaminación atmosférica es uno de los casos de deterioro ecológico más inminente y a la vez conocido.
El hemisferio Norte, debido a su desarrollo industrial, produce la mayor parte de la contaminación atmosférica pero paradójicamente es el hemisferio Sur, donde se encuentran los países subdesarrollados, donde afecta más esta contaminación. Además, al no poseer medios contra ésta, los estragos son especialmente graves.
Un ejemplo de esta desigualdad ecológica está en Bangladesh, cuando hay allí inundaciones se producen horribles masacres ya que no tienen ningún medio para evitar que la gente viva cerca de los ríos.
Además, algunas empresas del Norte se sitúan en países subdesarrollados para aprovechar las ventajas económicas (mano de obra barata, no regulación de vertidos, falta de trabas legales, etc.) y esto produce todavía una situación más alarmante. Las ciudades más contaminadas del mundo están en el Sur y hay que pensar también que sus medios sanitarios son nulos, por tanto existe una desigualdad a favor de los países desarrollados.
La solución de esta situación está en manos de los países poderosos, que son los únicos responsables de ella.
Personalmente creo que se puede comparar la situación ecológica mundial con la de dos vecinos; uno rico y otro pobre. El rico tira su basura al pequeño huerto con el que subsiste a duras penas el pobre, echa el humo de su chimenea a la chabola del pobre y además presume de ayudar al desdichado de su vecino que, por cierto, se ha muerto de intoxicación.