¿Sabemos lo que comemos? Un artículo encontrado en internet sirve de base para que un alumno de 5º de Primaria opine acerca de la influencia de la publicidad televisiva en la alimentación infantil.
En su pasado número del 15 de noviembre, la prestigiosa revista médica The Lancet recoge en su editorial las conclusiones de la FSA sobre la negativa influencia de la televisión en las costumbres alimenticias de niños y adolescentes.
Tras una revisión sistemática de la relación entre la publicidad de alimentos y la dieta de los niños, la Agencia de Calidad Alimentaria (FSA) del Reino Unido ha puesto sobre la mesa sus interesantes conclusiones.
La publicidad de alimentos en televisión es dominada por los cereales azucarados para el desayuno, los refrescos, los productos de confitería y los aperitivos salados. Si unimos las cadenas de comida rápida a estos cuatro grupos, se puede hablar de «los 5 grandes» de la publicidad alimentaria.
Esta publicidad a través de la televisión determina en gran medida las preferencias de los niños, tanto respecto a los tipos de alimentos como respecto a las marcas concretas, empujándoles a comprarlos o a dar la lata a sus padres para que lo hagan.
Un estudio encontró que cuantos más anuncios veían los niños en la televisión, más calorías ingerían, pues los referidos cinco grandes grupos contienen alimentos hipercalóricos muy alejados de lo que debería ser una dieta sana y nutritiva. Este es uno de los principales factores que ha duplicado la obesidad entre los niños ingleses de seis años y la ha triplicado entre los de 15 años.
http://www.adelgazar.net/n03114.htm
COMENTARIO
Mi opinión es que no deberían mentir a los niños de esa manera y que tendrían que avisar de que es malo comerlo, y que no les engañen con los juguetes esos que se rompen enseguida.