Este y otros Mundos es una exposición de realidades posibles o imposibles que nos trasladan a lejanos mundos y nos muestran escenas quizá posibles del nuestro, pero buscando siempre la perfección estética.

… Me movía agazapado
de esquina a esquina
por una calle rancia
fría, sin siquiera basura
por darle algo de vida.
Con paredes que clamaban
A gritos sus diarios íntimos
Y con un suelo destemplado
Que suplicaba lágrimas
… Me movía agazapado
de esquina a esquina
por una calle rancia
fría, sin siquiera basura
por darle algo de vida.
Con paredes que clamaban
A gritos sus diarios íntimos
Y con un suelo destemplado
Que suplicaba lágrimas
caminé silencioso, a pie ya, hasta
encontrar un dragón con cuerpo
de murciélago que, gran paradoja,
portaba la espada que tiempo atrás
le había robado su corazón.
Le enfrenté, mis ojos rubí contra sus ojos
esmeralda, lo demás evocaba a un pianista,
que descubría su playback al morir durante
un claro de luna.
Me vi ante la luna, el sol y el atardecer
quienes se escondían
tras una máscara que cambiaba cada
segundo, medias lunas, soles abrasivos
atardeceres púrpuras…
Me vi ante la luna, el sol y el atardecer
quienes se escondían
tras una máscara que cambiaba cada
segundo, medias lunas, soles abrasivos
atardeceres púrpuras…
Hasta una ciudadela que desafiaba
a vientos, mares y cielos, subida
altanera en su piedra flotando
sobre un río de vapor de sangre,
con puntas que exhalan
decadencia como si fuesen sonrisas
y cálices que arrojan
cruces y curas por
la ventana para luego
derramarse al vacío.
Me puse la máscara de la
estrella azul y junto
a mis ojos rubí
y las esmeraldas
tan clavadas en mi frente,
derribamos toda
esta decadencia fría,
rota, inhumana,
para después,
desaparecer…

Trabajo original