En los bosques de Sheraland había una vez un oso que todo el día paseaba para hacer el mal. Él sabía cuál era la zona de los castores, ciervos, conejos y todo animal que vivía en aquellos alrededores. Por eso siempre les ponía trampas, les gastaba bromas pesadas. Desde el IES Santa Cruz de Castañeda comparten este cuento y un poema.
Un día, cuando paseaban por el bosque, Dimon, que así se llamaba el oso, decidió gastar una broma pesada a los castores. Dimon, que vivía cerca de la presa, al ver que los castores salían a por comida, abrió la presa, saliendo gran cantidad de agua, destrozando la casa de los pobres y trabajadores castores. Dimon se escondió detrás de un árbol, esperando a los castores. Cuando llegaron estos a su casa, al verla destruida, se echaron a llorar desesperadamente. Cuando salió Dimon de detrás del árbol, se rió de ellos a su cara. Entonces, al ver la magnitud de lo maldad de Dimon, decidieron vengarse de él.
Esperaron a que Dimon entrara en la cueva para que se durmiera. Mientras, ellos fueron a buscar al resto de los animales. Cuando se reunieron todos, entraron en la cueva. Hicieron mucho ruido y las estalactitas que había en el techo se derrumbaron. Dimon, como no pudo salir, se adentró en la cueva, cayéndose por un agujero. A todos los animales les dio pena y los castores, que sabían trabajar con la madera, le hicieron una escalera para subir.
Ya arriba, Dimon, ayudó a todos los animales.
¿SABES?
Por Laura Díaz Portilla. Alumna de 1ºA Bachillerato del IES Santa Cruz.
tu no tienes la culpa
de este amor que siento por ti;
Quizás, sí de mi sufrimiento,
tu cruel indiferencia
me parte el alma.
que sin tí yo no sé ser feliz,
pero, acaso ¿te importa?
Te muestras dolido al verme así,
pero a veces me pregunto
si ese dolor será verdadero
o solamente invención tuya…
sólo sé que en los momentos
en los que se ha de demostrar
ese «dolor» tú no lo haces,
y eso me rompe el alma.
y que un mínimo gesto tuyo
me hierve la sangre,
me hace feliz,
pero cuando eso falta,
sabes que mi corazón se apaga,
que mi vida se va consumiendo
y mi esperanza se va muriendo.