Retrato de los pueblos asturianos Lastres y Puebla, algo más que un puente insignificante.

RETRATO DE UN PUEBLO ASTURIANO
Irene Capellán Roza

Voy a hablaros de un pueblo, al cual tengo mucho cariño, lo he elegido como tema porque allí vive mi familia, o parte de ella. Todas las vacaciones las paso en él, e incluso algunos fines de semana.
Se hace llamar Lastres; el origen de su nombre viene de unas grandes piedras lisas que dan a la mar llamadas «Lastras», en algunas de ellas se pueden encontrar huellas de dinosaurio.
Está situado en una montaña al lado de la costa, a una distancia de 150 km de Santander y de 45km de Xixón (Gijón). Lastres tiene aproximadamente 1500 habitantes que se dedican fundamentalmente a la pesca, es decir, es un pueblo pesquero. Todas las calles antiguas están empedradas e inclusive algunas escaleras. A cada pocos metros hay una capilla con un santo relacionado con el mar, y así homenajean a todos los pescadores y marineros. Lastres, antes de la última guerra, tenía Ayuntamiento, pero actualmente pertenece al de Colunga, un pueblo cercano; se dice que el Ayuntamiento fue cambiado por el reloj que hay en el pueblo, para que los pescadores supieran la hora que era, y así poderse marchar a tiempo para la mar.
En lo alto del pueblo se encuentra la Iglesia de estilo Neorrománico que fue construida en el siglo XVIII por el famoso arquitecto REGUERA. En las fechas de Navidad, se expone en su interior un Belén que data de principios del siglo XX, el cual ha sido durante muchos años el más famoso de Asturias, gracias a su avanzada maquinaria.
Lastres es un pueblo muy tranquilo, en él puedes realizar todo tipo de rutas, ya que no muy lejos se encuentra un monte llamado «El Sueve» donde puedes observar a los Asturcones unos caballos salvajes y autóctonos, únicos en el mundo.
Dando un paseo por las antiguas calles de Lastres puedes bajar hasta el puerto y dar un maravilloso paseo en barco. Subiendo a lo alto de Lastres encuentras su mirador, desde el cual contemplas unos bellos paisajes; además de estas visitas a la naturaleza, también puedes realizar alguna excursión a algún monumento prerrománico, de los alrededores como por ejemplo Santiago de Goviendes y San Salvador de Valdedios que datan del siglo IX.
Lo que se llega a echar de menos en el pueblo es entretenimiento para los jóvenes, cines, discotecas, etc.
Pero en mi opinión es un pueblo impresionante, precioso, digno de una visita.

PUEBLA, ALGO MÁS QUE UN PUENTE INSIGNIFICANTE
Laura López Rodríguez

Para algunas personas, Puebla de Sanabria sólo es un diminuto punto, que se encuentra dentro de las líneas que delimitan el territorio zamorano en un mapa de España. Para algunos, quizá, más «dejados», este punto ni es conocido.
Para mí, al igual que para otras personas, Puebla es una peculiar villa, que está incluida en el parque natural de «La Sierra de la Culebra», situada al noreste de Zamora. Aunque con pequeños comercios, pubs, bares y pequeños supermercados en su centro. Puebla es el típico pueblo donde las costumbres se transmiten de generación en generación. Los jóvenes se divierten y los más mayores se compenetran amistosamente.
Las cosas que yo denominaría más importantes de la villa son:

  • El castillo; una hermosa construcción medieval, que se destina a biblioteca y a lugar de exposiciones.
  • El río, que se llama Tera.
  • Las iglesias; de las cuales una ha sido reformada hace poco.

En su punto más alto, donde se encuentra el barrio «La Estación», se puede observar un precioso paisaje de sierra, donde unos arbustos, que la gente de por allí llama «escobas», es lo que más abunda, aunque ciertas personas se entretengan quemándolas. En cuanto a la educación de los más pequeños y jóvenes, en Puebla hay dos colegios, uno público (del que me gustaría saludar a mi prima y amigos) y otro privado; en cuanto institutos, hay uno, llamado «Valverde de Lucerna».

Como se puede observar Puebla, es un sitio medianamente tranquilo, aunque nada aburrido, ya que las fiestas como «Las Victorias» y las actividades que hay durante todo el año, para grandes y pequeños, hace que esta villa sea visita obligatoria de muchos europeos.

Quiero finalizar agradeciendo a mi abuela la ayuda que me ha prestado para hacer este artículo.

Trabajo original