No volveremos a ver a Celina es el título con el que escritor cántabro Alejandro Gándara da inicio a El Culebrón. Un relato que estáis continuando los reporteros de InterAulas. Disfruta del capítulo 4 de ‘Volveremos a ver a Celina’.

Cada día que pasaba yo volvía a aquel lugar, como si me hubieran hechizado. Al mojarme los pies, notaba como si me tirasen de ellos, y, como si alguien me llamara. Al principio prácticamente no hice caso, pero esa atracción se hizo mayor hasta que llegó el día en el que no podía salir y me pasaba horas dentro. Llegaban olas muy fuertes y hasta me tumbaban.
-Y si no podías salir ¿cómo es que no te ahogabas?
-Eso no lo sé ni siquiera yo, pero esa fuerza era superior a mí y, cuando conseguía hundirme me rechazaba y yo huía.
-¿Por qué no lo contaste antes?
-Porque tenía mucho miedo, y aún lo sigo teniendo, pero estoy más segura de mi misma. Bueno, la cuestión es que una de esas veces no fui rechazada por el agua si no que me hundió más y más, hasta el fondo. Al principio me pareció ahogarme pero después…

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