«Sería lo ideal que todo periódico pudiera procurarse sus noticias con gente suya, ver los sucesos con ojos propios y describirlos así desde un principio. Pero este ideal nunca se podrá llevar a cabo».
Emil Dovifat

¿Seguro?, Dovifat no conoció ‘Red-acción’. Este periódico/ revista tiene la virtud -también tiene sus defectos- de que sus noticias, reportajes, entrevistas y artículos de opinión, son fruto de su gente, os sea, de los equipos de reporteros que, tutelados por uno o varios profesores de trece centros escolares asociados, conforman la red de corresponsales. Al igual que la prensa regional o nacional tiene sus corresponsales para proveerse de noticias, nosotros os tenemos a vosotros. Sois las fuentes de información.
Estos redactores/reporteros son los protagonistas del Proyecto InterAulas. Claro que un periódico o revista que se precie tiene también una nómina de colaboradores más extensa, auténticos «free lance» únicamente ligados a Internet, que nos dejan su impronta, sea ésta en forma de opinión o de información desinteresada. Son nuestros «invitados» y crecen en cada número, y van cuatro.

Las Agencias de Noticias (*)

Pero si hablamos de medios de comunicación convencionales -no el nuestro, obviamente- y nos preguntamos por el título de esta sección de Escuela de Reporteros, habrá que convenir que la mayor parte de la información nacional e internacional de nuestros diarios, emisoras y cadenas de televisión, proceden de las agencias de noticias.
Las agencias de noticias son empresas del mundo de la información que se dedican a suministrar noticias a los medios de comunicación; están presentes allí donde se produce la noticia mediante su red de corresponsales, que gracias a la informática y a a la tecnología de los satélites, será conocida en unos minutos en todo el mundo.
Las tres grandes agencias internacionales de noticias son Associated Press, Agence France Press y Reuter. La española Efe es la primera agencia iberoamericana y cuarta del mundo.

El poder de las grandes agencias de información es enorme: por un lado crean e imponen el concepto de noticia que hoy domina en los medios de comunicación de todo el mundo; de otro, son ellas las que ven e interpretan los acontecimientos que se producen en los distintos escenarios mundiales, decidiendo qué sucesos de la vida política, económica o cultural deben ser difundidos y cómo deben relatarse.

Nos encontramos pues, con países y sucesos que nunca son noticia mientras otros ocupan un día sí y otro también, las páginas de los diarios.
En consecuencia, la realidad es conformada y seleccionada por las grandes agencias internacionales en función de sus preferencias informativas, de criterios de rentabilidad económica y de conveniencia ideológica y cultural. De esta forma, el Norte impone la información, incluso a los consumidores del Sur, que seguramente saben más de Occidente que de sus propios países o continentes.
Por último, el Tercer Mundo pasa, a menudo, de la primera página al olvido más absoluto, sin que los ciudadanos de los países más desarrollados puedan adquirir conciencia real de lo que sucede en los países más desfavorecidos del planeta.

Casi el 80% de las noticias que se difunden internacionalmente a través de la prensa escrita, la radio o la televisión, son elaboradas por las grandes agencias del mundo (AP, AFP, Reuter).
El dominio que ejercen sobre la información internacional las agencias occidentales se manifiesta en que sólo entre un 10 y un 30% de sus noticias se refieren a países de la «periferia», donde viven las 3/4 partes de la humanidad.

Este fin de siglo está viviendo un imparable proceso de concentración de la propiedad de los medios de comunicación. El mercado audiovisual, que genera los mayores beneficios, precisa a su vez de una sofisticada tecnología y cada vez más importantes inversiones económicas. Los grandes grupos de comunicación poseen emisoras de TV y radio y cadenas de diarios, y cada vez son más los periódicos que sucumben ante el empuje de los grandes y tienen que cerrar o perder su independencia.

Las agencias de noticias no son ajenas a este proceso. Hoy puede afirmarse que nunca tan pocos informaron a tantos.

 

(*) Esta información ha sido extractada del libro «¿De dónde viene la información periodística? (Las agencias de noticias)», de Pilar Baselga y Pedro Luengo, editado por el Ministerio de Educación y Cultura.

 

Trabajo original