El Departamento de Latín del instituto de El Astillero ha organizado una campaña pacifista cuyo objetivo, -palabra esta muy de corte militar-, era precisamente la concienciación antibelicista y antimilitarista.
La campaña ha consistido en la colocación de carteles por todo el centro con textos literarios, ilustraciones gráficas y lemas en latín como: Si uis pacem, para bellum… bello: Si quieres la paz, hazle la guerra… a la guerra. No era una campaña meramente pacifista.
Declararse pacifista, en efecto, según los responsables de la campaña, significa estar a favor de lo que los gobiernos llaman paz, que suele ser un nombre que le dan a la guerra para maquillarla y disfrazarla como lobo revestido con piel de cordero.
Declararse pacifista en esa tesitura era igual que no hacerlo y decir que se está a favor de la guerra. Algo así sugería ya Calino de Éfeso cuando advertía en sus tiempos, que no dejan de ser estos nuestros aún por aquello de Machado de que hoy es siempre todavía: « y en paz creéis estar, pero la guerra gobierna toda la tierra.»
Esta campaña se ha definido no por estar a favor de (la paz, por ejemplo), sino por estar en contra del armamento y su loca carrera, el ejército y la guerra.
Algunos de sus lemas, para los que se ha utilizado la vieja y entrañable lengua latina, nuestra lengua madre muerta, tan militarista ella de ordinario, han sido sin embargo:
Vbi sunt hostes?: ¿Dónde están los enemigos?
Qui sunt hostes? : ¿Quiénes son los enemigos?
Bellum gere cum bello!: ¡Sé beligerante con la guerra!
Cur? : ¿Por qué?
Bellum aduersus bellum: Guerra contra la guerra.
Quid faciam? : ¿Qué voy a hacer yo?
Non : Di que no.
Aduersus legem martialem: Contra la ley marcial.
Qui desiderat pacem, praeparet bellum contra bellum: El que quiera la paz que prepare la guerra contra la guerra.
Ne te submitte! : ¡No te sometas!
Se han utilizado, además, los siguientes textos literarios clásicos como soportes:
- Sin necesidad del ejército, iba tranquila viviendo la gente paz en sosiego (Ovidio),
- El motor de la guerra es el dinero (Cicerón)
- ¡Guerras detestadas por las madres! (Horacio)
- Llaman paz falsamente a una miserable servidumbre (Tácito)
- Al asolamiento lo llaman paz (Tácito)
- Guerra de todos es padre, de todos rey, y a los unos los señaló dioses, a los otros hombres; a los unos los hizo esclavos, a los otros libres (Heráclito)
- Dirige la fiera función de la guerra Ma(vo)rte armipotente (Lucrecio)
- ¿Quién el primero fue en empuñar las tremendas espadas? ¡Qué, en verdad, criminal y hombre de hierro fue aquel! Crimen entonces nació a los hombres, entonces la guerra, y una más rauda se abrió vía de muerte fatal (Tibulo).