Hablamos esta vez del periódico; no de éste, que es una revista y además digital, sino del diario impreso.
Como seguramente sabrás, un periódico sirve para muchas cosas además de para envolver el bocadillo o nivelar una mesa cuando cojea. Por ejemplo:
- Si quiero saber qué película dan en la tele o en el cine, me voy a la «Cartelera», que casi siempre está en las últimas páginas.
- Si tengo que coger el tren, el autobús, el avión o el Ferry para emprender algún viaje, buscaré el cuadro de horarios, que generalmente está al principio o al final del periódico.
- Si deseo asistir a una conferencia, concierto o exposición, buscaré en la sección de «Agenda».
- Si quieres ir a pescar o a jugar al fútbol en la playa, ahora que llega la primavera, te conviene conocer la tabla de mareas.
- Si eres supersticioso y deseas saber cómo te irá el día, acudirás al Horóscopo.
- Si te aburres o tienes que esperar en la consulta del médico, puedes rellenar un crucigrama, «los siete errores» o la sopa de letras.
- Si andas buscando piso o le quieres vender, si pretendes comprar todo lo comprable y vender todo lo vendible, acudirás a los «Anuncios clasificados».
- Si quieres opinar sobre algún tema o rectificar una información que te parece incorrecta, puedes enviar un escrito a la sección de «Cartas al Director» (aunque no se publican todas las que se envían).
- Si quieres, si quieres… Pero, sobre todo, si quieres saber lo que ocurre en tu ciudad o en Cantabria, o en España y en el mundo, debes leer el periódico. En él cabe casi todo: la política, el deporte, la sanidad, la educación y la cultura, los sucesos, los conflictos laborales y las pequeñas o grandes noticias de los pueblos.
Decimos que cabe «casi» todo, porque los periódicos no cuentan «todo» lo que pasa; primero, porque no entraría en ningún periódico aunque fuera el más grande del mundo. Segundo, porque los periodistas publican lo que les parece más importante o más interesante y, frecuentemente, se ajustan a las pautas que marcan las empresas propietarias de los periódicos.
Porque, queridos amigos, los periódicos tienen dueño.
Si una misma noticia aparece en dos o más periódicos de forma distinta, no sólo es porque un periodista tenga un enfoque distinto a otro, o sea más listo, que también puede ocurrir; lo que frecuentemente ocurre es que cada periódico tiene una línea informativa determinada, una ideología determinada, una opinión política determinada, y selecciona unas noticias o descarta otras por todos esos motivos. Así que abrir bien los ojos para que no os den gato por liebre.
Una buena práctica, a la que nos volveremos a referir más adelante, es la de hacer el seguimiento de una noticia de gran alcance a través de las visiones de varios periódicos regionales y nacionales. Sirve para relativizar eso tan rimbombante que llaman objetividad, para descubrir los variados intereses que mueven el tinglado informativo y para concluir que el esforzado oficio de informar es más complejo de lo que parece. ¡Ah! Y que a veces los periódicos se equivocan, aunque pocas veces lo reconozcan.