Tras visitar la exposición que tuvo lugar en la Casa de la Cultura de Ampuero durante las dos primeras semanas de febrero, esta alumna hace un resumen de lo que de ella aprendió.
Gracias a la exposición he aprendido muchas cosas sobre las plantas y los insectos. En este texto recojo todo lo que he encontrado sobre este mundo que encontré en la exposición ‘Orquídeas e insectos’.
Las selvas tropicales
Las condiciones climáticas de un determinado lugar son un factor fundamental en el desarrollo de los vegetales. Tales factores son: la luz, la temperatura, la humedad y el viento.
Las especiales características climáticas de los bosques tropicales son las causantes de su diversidad de especies y, por tanto, de las múltiples relaciones que existen entre ellas; es el caso de las orquídeas y los insectos.
La elevada pluviosidad, la constante insolación y las altas temperaturas que reciben las selvas tropicales hacen que sea el lugar biológicamente más productivo de la Tierra. Los fenómenos de crecimiento de las plantas, muerte, descomposición y reutilización se suceden con una rapidez asombrosa.
Estas selvas son características de África Central y la cuenca del Amazonas.
Los insectos
Pertenecen a la clase de los Artrópodos, diferenciados puesto que poseen tres pares de patas. Los insectos forman el mayor grupo dentro del mundo animal, se conocen 800.000 especies diferentes y se cree que existen otras tantas no clasificadas. Se distribuyen por todo el mundo pero alcanzan su máximo número y mayor variedad en los trópicos.
Su tamaño puede variar extremadamente dependiendo de la especie. Se conoce un fósil de libélula que mide un metro pero actualmente el mayor tamaño lo alcanzan los insectos palo, unos 30 cm.
Están muy adaptados al medio en que viven. Muchas especies se alimentan de una sola variedad de planta, otras son parásitas, se alimentan de otros insectos o viven, como huéspedes, en el cuerpo de otros animales.
Aunque las diferentes clases de insectos tengan apariencias muy distintas todos tienen en común tres partes diferenciadas en su cuerpo ( cabeza, tórax y abdomen) y un exoesqueleto.
En cuanto a su anatomía interna, destacar que algunas especies respiran a través de la piel aunque en general transportan el aire por una red de tubos que abastecen a todos los órganos del cuerpo.
Su sistema circulatorio es sencillo y depende de una cavidad llena de sangre y de un pequeño corazón que la bombea.
Su tracto digestivo esta dividido en esófago, donde se introduce la comida y a la que añaden la saliva, el estómago, donde se digiere y el intestino al que pasan los residuos para su eliminación.
Su sistema nervioso forma un cordón que va desde la cabeza al abdomen, a lo largo de la cara inferior del cuerpo.
Otra característica de los insectos es la capacidad de desarrollarse en diferentes fases hasta alcanzar la madurez, es lo que conocemos como metamorfosis.
Las orquídeas
Como he visto en la exposición, las orquídeas son plantas herbáceas, vivaces, terrestres aunque a menudo crecen sobre otras plantas.
Su parte más llamativa, el cáliz, está constituido por tres sépalos coloreados; la corola consta de tres pétalos, dos de los cuales, laterales, son iguales y el tercero es más grande y recuerda la forma de un delantal. Tiene tres estambres siendo frecuente que sólo uno de ellos sea fértil. La antera contiene el polen reunido en masas granulosas.
Se clasifican dentro de las orquidáceas que es la especie más numerosa en el reino vegetal. Al igual que los insectos aparecen repartidas por toda la Tierra, pero la inmensa mayoría se encuentra en regiones tropicales.
Su reproducción esta directamente relacionada con los insectos. En un principio las plantas con flores fueron fertilizadas por polen transportado por el viento y los granos no despertaban ningún interés alimenticio en los insectos. No existía ninguna relación de polinización entre las orquídeas y los insectos.
Pero, debido a una evolución en las dos especies, esto ha cambiado y actualmente las orquídeas necesitan la ayuda de los insectos para fertilizarse y éstos las han incluido en su dieta.
El cambio producido por la evolución es el siguiente: las orquídeas desarrollaron una cubierta pegajosa alrededor de los granos de polen que consiste en un líquido oleaginoso, muy persistente, que es segregado por las anteras de las flores y que tiene como efecto convertir el polen en un valioso alimento para los insectos y hacerle pegajoso, de tal manera que se adhiera al cuerpo de estos animales.
Más tarde estas flores comenzarán a segregar néctar. Al mismo tiempo que se producían estos cambios, las anteras y los granos de polen fueron adquiriendo un color muy atractivo, relacionado quizás con el aceite pegajoso que lo cubría.
Posteriormente, los pétalos de las flores comenzaron a producir fragancias y simultáneamente fueron cambiando sus colores, adquiriendo formas y tonalidades que los hacía destacar del resto de la vegetación e incluso parecerse a las hembras de algunos grupos de insectos.
Pero todos estos fenómenos se hicieron efectivos porque se produjo una evolución paralela en los sentidos de los insectos que les hacía sensibles a estos cambios. Así, las orquídeas y los insectos tienen una especial relación en la que los dos resultan beneficiados.
Esto es todo lo que he aprendido a raíz de mi visita a la exposición.