Entrevistamos a una mujer que a lo largo de su vida ha tenido que afrontar grandes dificultades. Con esta entrevista pretendemos hacer reflexionar a toda la comunidad educativa, no sólo de nuestro centro sino de cualquier centro de Cantabria y de España, sobre los problemas que genera la droga, la desgracia que puede suponer para el que cae en su trampa.
Mari es una mujer de 35 años, de aspecto frágil, tiene tres hijos de 15, 12 y 4 años. Dos de sus hijos conviven con nosotros en el centro; está divorciada y fue acusada de complicidad de un supuesto delito de tráfico de drogas, hace 5 años.
Actualmente, Mari está reformada. Tiene un empleo estable, cuida de sus hijos y mantiene una buena relación con sus vecinos. Es por eso por lo que pretende conseguir el indulto reuniendo firmas.
Pregunta- Hemos sido informados de que ha sido usted juzgada y procesada por un presunto delito de tráfico de drogas. ¿En que consiste exactamente la acusación?
Respuesta- Cómplice. Mi ex marido fue acusado por tráfico de drogas y a mí me acusan de ser su cómplice.
P- ¿Se considera usted culpable ante tal acusación?
R- No. Yo no sabía que el padre de mis hijos se dedicaba a eso. Solo sabía que no tenía un trabajo estable y hacía sus trapicheos.
P- El juicio se llevó a cabo en el 97 ¿Por qué aun no está cumpliendo la pena?
R- Cuando nos detuvieron yo le estaba dando el pecho a mi hijo pequeño. Estuve tres días encarcelada y el juez me permitió la salida para atender a mis tres hijos. Ahora quieren que cumpla la pena de 9 años de prisión. Desde entonces mi vida ha cambiado.
P- ¿Por qué cree que deberían concederle el indulto?
R- Si entro en prisión, internarán en algún centro a mis hijos mayores, y al pequeño es probable que lo pierda. Yo estoy capacitada para cuidar a mis hijos. Si me hubieran llevado a prisión en el momento de la detención, ahora tendría mi condena cumplida. Ahora mi vida ha cambiado: Me he separado de mi marido. He demostrado suficientemente que puedo sacar a mis hijos adelante trabajando decentemente. Mis hijos han sufrido mucho; al principio los niños le tiraban piedras a mi hijo mayor. Yo he logrado el respeto de mis vecinos y compañeros de trabajo, y mis hijos vienen al instituto todos los días. Además, yo creo que la cárcel no reinserta, es una escuela de delincuentes; mi ex marido ya ha estado 5 veces encarcelado; la primera vez fue por un delito pequeño, y siguió hasta este último, que es muy grave.
P- Nos consta que está usted reuniendo firmas para conseguir el indulto. ¿Cree que tendrá suficiente apoyo para lograr su propósito?
R- Con las primeras 250 firmas, informes de mis jefes, del párroco, de la Asociación de mujeres, y los certificados de los centros donde estudian mis hijos, he conseguido paralizar el trámite de la sentencia del 9 de noviembre de 2001: 9 años de prisión y 30 millones de pesetas. Pero la lucha no ha terminado. Sigo recogiendo firmas de todo el que quiera apoyarme. Hasta ahora estoy teniendo el apoyo de muchas personas e instituciones: La Asociación de mujeres de Piélagos, su ex presidenta me sigue ayudando particularmente, el Ayuntamiento de Piélagos, vosotros mismos que me habéis llamado para entrevistarme y que esto lo lea mucha gente, mis compañeros de trabajo, mis vecinos. También he sido entrevistada por Tele Cantabria, Tele 5, TV-1, Telecabarga, en la radio. Lo pasé mal en estos lugares, pero todo es poco si logro seguir con mis hijos. Y estoy muy agradecida de todo el apoyo que me han dado y aún siguen dando.
P- ¿Le gustaría mandar un mensaje, basándose en su experiencia, a los jóvenes que están tan expuestos hoy al problema de las drogas?
R- Sí. A los jóvenes y a las mujeres que son violadas: Que denuncien, que no callen, el centro de mujeres las ayudará. Y a los jóvenes quiero decirles que la vida es muy bonita para meterse en drogas. Si lo hacen destrozan su vida y la de la familia. Un hermano de mi ex marido murió de una sobredosis. Quiero decirles a todos los jóvenes que sean sanos. No es necesaria la droga para tener una aventura, ni las pastillas que toman los alumnos para estudiar. Ni siquiera porros.
P- ¿Le gustaría añadir algo más?
R- Quiero decir que con esta experiencia he aprendido quiénes son mis auténticos amigos. Antes de lo ocurrido, mi casa estaba llena de gente, amigos que venían a comer, a tomar un café. Desde la detención casi todos desaparecieron.
Agradezco a todos los que me dan su firma. Si no la quieren dar, no importa. Me siento muy agradecida. Y gracias a vosotros. Y le digo a los jóvenes: Sed sanos. La droga es una trampa.
NO A LAS DROGAS, es el Grito de esta mujer, maltratada, muy maltratada por la vida, pero con una fuerza impresionante. La razón: Sus hijos. Los que la quieren le llaman cariñosamente Mari, también su hijo mayor.
Nota:
Entendemos que la educación en valores es uno de nuestros grandes retos, en esta sociedad cada vez más individualista y egocéntrica, a la par que -paradójicamente- incomunicada. Estamos preparando a los ciudadanos de mañana, y eso se hace desde el aquí y ahora.
Si algún Centro de Cantabria desea recoger firmas para apoyar la petición de Mari, no tiene más que ponerse en contacto con el IES Valle de Piélagos.
Agradecemos a InterAulas la posibilidad que nos brinda de presentar ante nuestros compañeros de otros centros los problemas que tenemos, que nos preocupan, y cuya solución solo depende de enfrentarse directamente a ellos.