Tres alumnos del Cisneros nos cuentan las técnicas de caza del lobo, el antepasado del perro. Cazan en grupos, pero cada lobo va a su aire cuando se trata de alimentarse.

Los lobos se desplazan grandes distancias en busca de presas como ciervos y alces. En cuanto avistan una víctima, se acercan lentamente hasta que, al percibir el peligro, la presa emprende la huida. En ese momento los lobos se lanzan al ataque.

Con la ayuda de los 42 letales dientes de sus potentes mandíbulas, algunos lobos, generalmente el jefe de la manada, se adelanta para sujetarla del morro mientras los otros la mordisquean y le desgarran los flancos y el cuello.

La presa muere a mordiscos en cuestión de minutos y los lobos la despedazan para alimentarse. Aunque cooperan para cobrarse una presa, cada lobo va a su aire cuando se trata de alimentarse.

Trabajo original