Nico era un niño muy alegre y dicharachero. Le gustaba mucho jugar con su hermana pequeña, pero lo que más le gustaba era leer, se pasaba las horas en la biblioteca de su colegio. Los libros de intriga y aventuras eran sus favoritos, pero a pesar de sus 12 años, también se interesaba por los libros sobre medicina, ya que decía que de mayor quería ser médico, por si alguna vez se encontraba mal, poderse curar.
A mediados de curso vino una niña nueva al colegio, Clara, como le gustaba mucho leer y no conocía a nadie empezó a frecuentar también la biblioteca del cole.
Un día, Clara y Nico, se encontraron en la biblioteca del colegio, Nico empezó a hablar con la niña nueva, a preguntarla por su colegio anterior, donde vivía, en fin, todas esas cosas que se preguntan a alguien que viene nuevo al colegio.
A pesar de que Clara era dos años mayor que él, conectaron muy bien y además compartían su pasión, la lectura, por lo que se hicieron muy amigos.
Entre ellos a parte de la edad, existía una gran diferencia, la niña desgraciadamente tenía Leucemia. Nico al principio no sabía nada pero en ocasiones veía a Clara muy decaída y sin ganas de hacer nada. Por más que Nico le preguntaba que la ocurría ella no le respondía o cambiaba de tema, hasta que un día no pudo más y reventó a llorar, fue entonces cuando el secreto de Clara salió a la luz.
Nico a pesar de sus 12 años no le resultó ajeno ya que había leído mucho sobre la esa enfermedad. Clara, una vez a la semana acudía a un psicólogo para llevar mejor su enfermedad y su amigo la acompañaba y así ella no se sentía sola, porque sabía que podía contar con él. Poco a poco iba recayendo en la enfermedad y hasta que en poco tiempo fue hospitalizada. Los médicos comunicaron que tenían que hacer urgentemente un trasplante de
médula, pero ningún familiar suyo era compatible por lo que había que buscar un donante.
Cuando Nico se enteró fue rápidamente a hacerse las pruebas de donante, pero su médula no servía. Éste se desilusionó mucho pero a pesar de todo ideó un plan para poder ayudar a su mejor amiga. Rindiendo honor al lugar donde se conocieron, la biblioteca del colegio, habló con sus profesores y organizó reuniones con los padres de sus compañeros de clase para que se hicieran una prueba de donantes y así ayudar a su compañera.
Vino del hospital una doctora para explicar en que consistía el proceso de donación; Nico se animó mucho porque acudieron muchos padres interesados en que sus hijos cooperaran para la causa, porque podrían haber sido sus hijos los que se encontraran en esa situación. Gracias a esta campaña Clara encontró un donante.
Durante el mes que ésta estuvo hospitalizada, los niños de su clase organizaron rifas para conseguir dinero y hacer una fiesta en su honor, para cuando ésta saliera del hospital.
En la biblioteca habían organizado una gran fiesta con todos los amigos y compañeros. También entre todos la habían comprado un peluche enorme al que bautizaron con el nombre de Amistad.
Desde aquello han pasado muchos años pero tanto ese peluche como Nico han seguido unidos a Clara. Ahora, esta no tan niña, se está especializando en Psicología infantil para ayudar a niños con problemas como los que tuvo ella y Nico está encaminado a hacerse un médico estupendo, como desde niño deseó ser.
Y esta es la historia de dos amigos que han superado juntos una enfermedad y muchas aventuras más.