Una interesante entrevista a tres jugadores del Racing, Munitis, Amavisca y Salva, que nos hablan de su carrera deportiva, del fútbol español, la selección, los amigos y enemigos en los campos de juego y, sobre todo, del gol de sus sueños.
El pasado martes, 8 de febrero, el grupo de alumnos del equipo de redacción de la revista Tabora estuvo en el estadio del Sardinero para hacerles una entrevista a Amavisca, Salva y Munitis. Si no hubiera sido por la valiosa colaboración del profesor de Educación Física, Luis Felipe Lucio, actual preparador físico del Racing, no habríamos podido disfrutar del encuentro. Gracias a él, pudimos estar con ellos cerca de dos horas, estupendamente bien atendidos en la Sala de Juntas de la Directiva.
En el texto que viene a continuación se puede comprobar lo a gusto que estuvimos allí aquella tarde (gran mesa de reuniones de cristal, sillas de brazos alrededor, paredes forradas de madera noble,…).
Munitis
Como Munitis tenía obligaciones particulares que le obligaban a marcharse pronto, apareció sólo al principio, mientras sus compañeros terminaban en el Gimnasio. Su primera reacción ante tanta gente dispuesta a preguntar fue recelosa. Se conoce que nuestras caras delataban un afán devorador nada oportuno. Debía de ser por los nervios y la emoción de estar definitivamente cerca de ellos.
Eran las 19’30 y había cierta tensión. El protagonista se nos sienta en el potro de tortura con los codos firmemente apoyados en los brazos de la silla, como dispuesto a salir disparado al instante. Atenerse al guion de preguntas que traíamos «de casa» era lo más seguro (pero también lo más frío, pronto lo abandonaríamos gracias a la distensión del ambiente).
Pregunta.- ¿Tienes contacto con los estudios?
Respuesta.- No, no tengo contacto ya. Estudié hasta segundo de Electrónica en la Academia Puente, pero de eso hace bastante tiempo.
P.- Un tal Temístocles, un sabio griego de la Antigüedad decía que a la sombra de un hombre célebre siempre hay una mujer que sufre. ¿Tienes novia o el mérito es sólo tuyo?
R.- Tengo novia y desde hace muchísimo tiempo. Llevo siete años con ella y la verdad es que me tiene que aguantar mucho, mucho, porque cuando me van mal las cosas me pongo muy pesado y descargo con el que más cerca tengo, con ella o con mi familia, que también tiene mérito.
P.- ¿Tuviste alguna relación con De la Peña en el Barrio Pesquero?
R.- Sí. Empezamos jugando allí en la pista con cinco años los dos. Seguimos jugando hasta cadetes y luego él se fue a Barcelona. Actualmente, nos vemos cuando él viene a Santander y poco más.
P.- ¿Con qué tipo de gol sueñas?
R.- Tengo una fantasía y es la de meter un gol cuando el portero tiene el balón en la mano y se pone a botarlo, como suelen hacer normalmente. Algunas veces sueño con aparecer por detrás y quitárselo justo en ese momento.
P.- ¿Y sobre el ojo por ojo en el fútbol; eso de que te la jueguen o te hagan alguna faena y devolverla?
R.- No. Yo creo que cada uno intenta sacar el mayor partido de cada jugada y dar lo mejor para su equipo. Otra cosa no te saca de nada. Yo tengo la experiencia de devolver una agresión en Badajoz y estuve no sé si fueron cinco o seis partidos sin jugar. O sea que sales perjudicado.
La selección
P.- Hace poco un internacional del equipo de Italia dijo que habían cambiado mucho las cosas de los equipos internacionales antiguos a los de ahora, porque antes los jugadores se juntaban a jugar a las cartas o a contarse chistes, pero que ahora cada uno se va a su habitación a jugar con la consola o a hablar por el teléfono móvil. ¿En la selección os juntáis o se va cada uno a su habitación con el móvil?
R.- Siempre hay gente que lleva más tiempo y, como tiene más confianza, se lleva mejor con otros. Yo como llevo muy poco, no tengo demasiada confianza y prefiero estar en la habitación descansando. De todas formas hay buen ambiente. No sé cómo sería antes, pero hoy en día es un buen grupo, el seleccionador se preocupa mucho de esas cosas.
P.- ¿Y esos rumores de que Camacho iba a dejar la selección tú crees que van a perjudicar para la Eurocopa?
R.- No creo. Espero que no se vaya. Yo creo que está muy a gusto y los jugadores con él.
P.- Hay un famoso dicho que dice que cada uno es como Dios le ha hecho y a veces peor. Y por eso te preguntamos que cómo es que tienes esas piernas.
R.- Pues bueno. Ya que no me dieron centímetros a lo alto, me tocaron a lo ancho. Debe de ser de constitución porque nunca he trabajado en gimnasio. Ahora sí con Lucio, que desde que me ha cogido, ha debido de mejorarme… y así estoy.
Definitivamente Pedro Munitis se tiene que marchar. Son las 19’35. Le pedimos hacernos una foto con él y no hay inconveniente. Nos la hacemos y cuando nos saluda para despedirse parece que respira de alivio. Ya no tendrá que aguantar esas caras.
Amavisca: «El no jugar es muy duro»
Pedro Munitis se marcha y al poco rato aparece José Emilio Amavisca, el capitán. Sus ademanes manifiestan todo lo contrario. De puro relajado y desenvuelto, parece un compañero del Instituto al que hace poco que no veíamos. Más que sentarse en la silla de brazos se repantinga. Su voz es clara y firme. Empezamos con las primeras líneas del guion «de casa» (antes nos las habíamos saltado)
P.- Antes de realizar la entrevista queremos explicarte que, como ya sabes, somos alumnos de un Instituto y que nos han propuesto que la planteemos como un ejercicio fundamentalmente educativo, sobre todo muy educativo. Por eso, para dar empaque a las preguntas, hemos metido algunas frases célebres que han pasado a la historia por su fundamento. Pero vamos al grano. Para abrir boca, ¿tienes alguna relación con los malditos estudios?
R.-(A) Buff. He tenido, como todo el mundo, pero ahora ya no. Me he dedicado más al fútbol. No se me daban mal, pero tampoco me gustaban demasiado.
P.- Había un sabio griego de la Antigüedad, Temístocles, que decía que a la sombra de un hombre célebre siempre hay una mujer que sufre.
R.- ¿Qué sufre? La mía disfruta, yo creo… Bueno, cuando perdemos me sufre a mí, porque me pongo bastante desagradable, pero creo que lleva una vida bastante maja. Vamos, que se lo pasa bien. Ahora, como es mamá no tiene tanta libertad. Pero, al igual que yo, que me considero un privilegiado porque hago lo que me gusta y me pagan por ello, lleva una vida bastante maja.
El Real Madrid
P.- Cuando estabas en el Real Madrid, ¿echabas de menos tu tierra?
R.-(A) Muchísimo. Mi mujer, por ejemplo, que también es de Laredo, se habría quedado a vivir perfectamente en Madrid. Para mí dejar una ciudad tan grande en la que tardas tres cuartos de hora en ir a cualquier parte o haces cola en muchos sitios y venir aquí a la tranquilidad de estar con mi familia con mis amigos, ver el mar… es mucho mejor.
P.- ¿Qué tal era el ambiente en aquel vestuario que decían tan complicado del Madrid?
R.-(A) Los vestuarios son todos muy parecidos. Lo que ocurre es que todo lo que pasa allí se multiplica por cien o por mil. La prensa ayuda mucho, claro. Por ejemplo en las ruedas de prensa. Mientras aquí tienes tres periodistas, en Madrid te encuentras con cadenas que ni siquiera conoces. Igual hay treinta o cuarenta periodistas. De manera que todo lo que hablas se multiplica de forma exagerada. Pero es un vestuario parecido al que hay en Santander o a los que he tenido en Valladolid, en Lérida.
P.- Entonces eso influirá en el rendimiento. Si en Santander haces un partido malo o una pifia tampoco te crucifican tanto como en Madrid.
R.-(A) También, también. Lo que pasa es que allí es a nivel nacional. Se entera toda España, mientras que aquí, sólo la ciudad y como mucho la región. Pero siempre vas a tener una presión. Tienes que saber vivir con ella. Hay que asumirlo.
P.- ¿Con qué tipo de gol sueñas?
R.-(A) A mí me hubiese encantado meter un gol de chilena, pero cada vez es más difícil. Uno como ese que sacan siempre de Van Basten, cuando jugaba en el Ajax, que, sin mirar a la portería, lo mete por toda la escuadra. Uno de esos. Todavía igual lo meto.
El ambiente en el campo
P.- A veces se ven reacciones por ahí en las que la gente practica lo del ojo por ojo y que el mundo acabe ciego. ¿Se ve algo de esto en el fútbol?
R.-(A) Yo creo que no. Para eso los futbolistas somos un poco más solidarios. No te acuerdas prácticamente de lo que pasó hace tres partidos.
P.- ¿Y en el mismo partido?
R.-(A) Siempre hay alguno con mala leche, pero hay pocos futbolistas así. Siempre hay más de los otros.
P.- Entonces todos estos casos que están saliendo ahora como el del Mono Burgos y el puñetazo o el de Hasselbaink y el codazo. ¿Todo eso es normal?
R.-(A) Hombre, normal no es porque a uno le han metido once partidos, que es la segunda máxima sanción de toda la historia del fútbol en España. Son casos aislados. Yo creo que cuando te dan una patada, haces más daño si le metes un gol que devolviéndola. Hay casos, pero son los menos.
P.- Pues aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, nos gustaría saber que tipo de chistes te gustan más
R.-(A) ¿? No sé. Me encanta oírlos. Contarlos no, porque soy horrible.
P.- Pues cuéntanos uno. ¿Qué opinión te merece el preparador físico aquí presente?
R.-(A) ¡Bieeen!. A mí me parece muy bien. Es un tío majo, que además sabe de lo suyo. No se puede pedir más, ¿no? Un tío profesional que te ayuda en todo lo que le pides y que encima es una persona maja,… ¿Os mete mucha caña en el instituto? No creo.
P.- Al mérito de los demás, Pichucas lo llamaba suerte en sus Memorias. ¡Que nos lo digan a nosotros que tenemos la «suerte» de seguir tantos años en el Instituto! ¿Tú quieres tener la suerte de seguir en el Racing por muchos años?
R.-(A) Yo sí. A mí me encantaría retirarme aquí, acabar aquí mi carrera.
P.- Y de paso, ¿has leído las Memorias de Pichucas?
R.-(A) No sé. La novela histórica me gusta más que «eso», ¿no?.
P.- ¿Es preferible estar en un equipo como el Racing, en el que juegas más, que en otro de los grandes, en el que puede que chupes más banquillo?
R.-(A) Para mí sí. Lo que me ha gustado siempre ha sido jugar al fútbol. En el Madrid estuve medio año en que no me dejaron y tampoco iba a estar sin jugar los dos años que me quedaban de contrato sólo por estar en el Real Madrid. Si no juegas, te cambia hasta la manera de vivir. Yo, por ejemplo, antes te he contado, cuando pierdo un partido y llego a casa mi mujer se aleja todo lo que puede. Así que si estás todo el año sin jugar, acabas de los nervios. No puedes.
P.- Hace poco le han preguntado a Butragueño que cómo es que ayudaba a Raúl cuando empezaba y le colocaban en el puesto suyo, dejándole que se lo quitara, encima precisamente de que lo había puesto Valdano, su mejor amigo.
R.-(A) Es verdad, sí. Yo estaba allí y fue así. Él sabía que no le quedaban demasiados años de fútbol y veía que Raúl llegaba con mucha proyección. Entonces le ayudó mucho. Le daba consejos y se quedaban los dos después de los entrenamientos. Se portó muy bien con él. Hay muy pocos casos así.
P.-¿Y tú harías lo mismo con un jugador nuevo llegado el momento?
R.-(A) No lo sé. Habría que estar ahí y sufrirlo para saberlo. Butragueño siempre fue un caballero y se portó así hasta el final. Dudo mucho de que haya muchos como él. Ya te digo, el no jugar es muy duro. Lo debes de pasar muy mal cuando ves que te va llegando el final.
Salva
«Los futbolistas no asumimos bien lo que es una crítica por parte de los directivos».
«Hoy en día sale más rentable tener un equipo de gente trabajadora que quiera luchar en el terreno de juego»
Eran ya las 19’55. Aparece Salva en la sala contigua a la nuestra. Viene en traje de faena, pantalón corto y la camiseta del Racing como equipo visitante. Saluda. Su cara no muestra «relajo», al contrario. Más adelante pudimos comprobar que no era por recelo hacia nosotros, sino porque este hombre no para quieto, siempre parece estar en tensión, como si acechara posibilidades de gol a cada instante. Se sienta a la izquierda de Amavisca y no deja de controlar el espacio que ocupa: nos coloca la grabadora a su gusto, se mueve a izquierda y derecha encaramándose al brazo de la silla y sin dejar de estar sentado, bracea, a veces se repantinga más que Amavisca y, sobre todo, no deja de pasar la manga por el cristal de la mesa. Le debe de molestar alguna mota de polvo (?). En todo caso, agradecemos tanta espontaneidad. Su soltura nos relaja definitivamente y el guión de preguntas se desboca del todo.
Famosos en el campo
P.- ¿Qué os parece a vosotros eso de que Anelka hasta mitad de temporada sólo haya metido goles en la Play Station?
R.-(A) Yo tenía la Nintendo y no salía Anelka. Lo que es una pena. Pero el fútbol tiene esas rachas. A veces ves la portería enorme y a veces sólo ves al portero. Quizá el año que viene empiece Anelka a meter goles y goles, como el «mamón» éste (por Salva) y a la mitad de temporada se ponga con 20.
P.-¿Eso qué ha sido?, ¿suerte?
R.-(S) Va por rachas. Hay veces en que tienes más confianza o más suerte y te entran hasta de rebote y otras le pegas siempre al portero. También puede depender de los equipos a los que te enfrentes. Pero sí que pienso que es más complicado de lo que la gente se cree. En un gol participa mucha gente desde que sale el balón de tu portería hasta que llega al final.
P.- ¡Hasta la novia!
R.-(S) ¡La novia qué va a participar! Ella está en la grada mirando y a veces ni está.
P.- También ha salido en el Marca que Amavisca tiene una media de asistencias de goles fenomenal, que también es medio gol,….
R.-(A) Eso dicen. A mí me gusta darlas y eso del medio gol, si luego no lo meten,…
R.-(S) Puede parecer un topicazo eso de que los goles son del equipo, pero es la verdad. Si a mí me pasa él el balón es porque Sietes se lo da y a Sietes el portero. Todo es una cadena. Lo que te garantizo es que tener un jugador de banda bueno, que esté coordinado contigo, te supone un buen número de goles por tempo-rada. Y eso es importante.
P.- ¿Entonces es injusto que den propaganda sólo a los goleadores?
R.-(S) Es que en el mundo del fútbol por gracia o por desgracia se llega a unos límites… Por ejemplo, si yo juego y no hago un gol, resulta que mi actuación no ha sido positiva. Y es que no ven el trabajo ni durante la semana ni en el partido, porque, por desgracia, el fútbol es igual a gol.
P.- O sea, que a veces es mejor no ser famoso para estar más tranquilo en un partido.
R.-(S) ¡Hombre! Si ser famoso conlleva meter goles, yo prefiero meter goles, ¿sabes lo que te digo?.
R.-(A) Además lo vas asumiendo y el ser famoso redunda en que te van a pagar más o que vas a estar en un equipo mejor y la presión hay que asumirla.
P.- ¿Qué opinión tenéis de lo extraña que está la Liga, los grandes abajo y los pequeños arriba?
R.-(S) Eso te demuestra que muchas veces la ilusión, las ganas, el sacrificio… valen mucho más que a lo mejor la calidad dentro del campo. Yo creo que hoy en día sale más rentable tener un equipo de gente trabajadora que quiera luchar en el terreno de juego. Y son buenos jugadores. Mejores que otros de mucho talento, que sí te resuelven el partido en una falta o en una jugada, pero que sale cualquier equipo y los puede arrollar. Muchas veces las ganas, la motivación, la entrega,…
R.-(A) Ya, pero al final quedan siempre los mismos arriba y abajo. Este año, por ejemplo, igual el Depor gana la Liga, pero ahí van a estar el Barça o el Real Madrid. Y por abajo quizá el Alavés, el Oviedo, no sé el Rayo,… Es verdad que este año está la cosa mucho más igualada, pero ya verás cómo al final quedarán los mismos arriba y abajo.
R.-(S) Yo esto lo viví en el Sevilla. Cuando bajamos a Segunda nos creíamos que iba a ser un paseo aquello. Íbamos a Leganés y nos pintaban la canita. Lo mismo el otro día, ¿quién iba a decir que el Alavés iba a ganar en el Nou Camp? Sí pasa que son treinta y tantos partidos y al final la regularidad se nota, pero…
P.-¿Tienes miedo de que te vuelva a suceder en el Racing lo mismo que en el Sevilla?
R.-(S) No, porque no va a suceder. Como se suele decir… nunca se menta la soga en casa del ahorcado, ¿no? Esa frase no la tienes apuntada.
R.-(A) Esa era de un tío segundo de Pichucas, creo. No me acuerdo cómo se llamaba.
P.- Han llegado rumores a Santander de que equipos italianos como el Milán están interesados en ti, Salva. ¿Tú te irías a pesar de que te tocara banquillo?
R.-(S) Mañana mismo. Yo no iría a ningún sitio pensando que voy al banquillo. Los futbolistas de allí son como yo, una persona normal, con unas actitudes para el fútbol y yo con otras. Por ejemplo, ha llegado José Mari allí. Todo el mundo creía que le tocaría banquillo y mira, está jugando. Lo que pasa es que Milán y Sevtchenko suena diferente a Racing y Salva. Pero sólo es cosa del renombre que nosotros le damos. Para mí es igual Sevtchenko que Pablo Casar, ¿sabes? Es un central impresionante; ojo con él ¿eh? Si se llamara Pablesky verías cómo…. Y el extranjero no tiene nada que ver. Él viene aquí con la mentalidad de trabajar y hacerse un nombre y son los clubs los que lo prefieren antes que dar más oportunidades a los de aquí. Pienso que lo que venga que venga para mejorar, no para igualar, para eso ya hay gente aquí.
P.- Aquello que decía el ya conocido sabio Temístocles de que uno de los mayores placeres es el de reencontrar un viejo amigo después de haberlo perdido, ¿os ha pasado alguna vez? ¿habéis perdido alguno por culpa de la fama?
R.-(A) Yo no he perdido ninguno por culpa de la fama. Debo de tener suerte. Cuando llevas años, has ido a la selección, acabas teniendo un amigo en cada equipo, no íntimo claro. Y amigos-amigos sigo teniendo los mismos. Tengo muchísimos más conocidos, porque amigos-amigos haces pocos,…
R.-(S) Es que hay que diferenciar entre compañeros, que tienes muchísimos y amigos íntimos, que para mí significa lo mismo que amigos. Pero la fama no tiene por qué influir, por eso son amigos.
P.- ¿Con qué tipo de gol sueñas, Salva?
R.-(S) Con el 22. Me da igual como sea.
P.- El que fuera padre de Temístocles, y tío a su vez de Pichucas, un tal Tolomeo, famoso por sus fugas de orina (de ahí el nombre), estaba un día seduciendo a su novia cuando pensó: «cada uno es como Dios lo ha hecho y a veces peor». ¿Qué pensáis de las piernas de Munitis?
R.-(S) Eso lo debe contestar Lucio.
R.-(A) Las tiene muy fuertes, super fuertes. Constitucional lo suyo.
R.-(S) Son de congreso.
P.- ¿Y qué se siente al ganar la Copa de Europa?
R.-(A) Pues en el momento no te enteras. Estás muy contento y eufórico, pero no te das cuenta. A mí no me ha pasado nada de eso que se ve en las películas, lo de que en ese momento te das cuenta de que en la infancia era lo que querías y que es el triunfo de tu vida y esas cosas. Con el tiempo sí que te vas enterando, pero cuando estás allí no.
R.-(S) ¿También qué noche me voy a pasar, no?
R.-(A) Eso tampoco. Estaban allí mi mujer y mi madre, con que…
R.-(S) Como siempre, las mujeres en medio.
R.-(A) Es diferente a lo que se ve en las películas. Estás eufórico, pero no piensas en nada,…
P.- Nos falta la pregunta del chiste para Salva
R.-(S)¿Un chiste? Tengo menos gracia que la rata esa de Fungusol.
(TODOS ¿?)
R.-(A) La verdad es que no hay chistosos en el vestuario. Ángel (Vivar Dorado) suele contar de vez en cuando, pero no…
La selección
P.- La selección, ¿qué tal ambiente hay en la Selección?
R.-(S) Pues muy bonito. La verdad que todo allí es super positivo. En plan de compañeros, son concentraciones en las que todo es cordial. Todo es ayudarse unos a otros y en el aspecto deportivo soy muy amigo del preparador físico, me encuentro muy a gusto. Además me salió un buen debut. Tuve la mala suerte de que el portero me paró un gol, pero…
P.- ¿Y qué tal era el ambiente con Clemente?
R.-(A) Muy bueno. Él tiene esa fama de polémico, pero con los jugadores era todo lo contrario. Que no se metieran con un jugador que él iba a muerte. Si un periodista se metía con un jugador él lo ponía verde. Tenía muy claro que a sus jugadores no había que tocarlos. Si alguien tenía algo que decir que se lo dijeran a él.
P.- ¿Y qué tal las críticas de los entrenadores o de los directivos después de los partidos?
R.-(S) Si es interna bien. Pero para mí el que tiene que dar la opinión después de un partido es el entrenador, el cuerpo técnico o los jugadores. El directivo se tiene que dedicar a lo que se debe dedicar, a llevar el club. Los futbolistas no asumimos bien lo que es una crítica por parte de los directivos.
R.-(A) No suele haber mucha relación con los directivos. Yo cuando estuve en el Madrid a la mayoría de ellos ni los conocía. No convives con ellos, nunca estás con ellos.
R.-(S) En cualquier empresa verás muy pocas veces que los empleados conozcan al Jefe de la empresa. Sí a la gente más cercana, pero no al jefe.
R.-(A) Es como en el ejército, ¿no?
El futbolista
P.- ¿El futbolista nace, no se hace?
R.-(S) Las dos cosas. Yo no iba para futbolista. Yo, en el sentido táctico era horrible, jugaba con los amigos,… Luego tuve mucha suerte de hacer las cosas bien y he llegado hasta aquí. Podía haberme quedado como otros y eran muy buenos, mejores que yo. Pero hay muchas cosas. Por ejemplo ahora, al entrar en un equipo, de las tres primeras preguntas que te hacen es si sales por la noche, si has tenido conflictos, esas cosas. Eso vale mucho más que la técnica. También tener buena autoestima,…
R.-(A) Tienes que tener unas aptitudes mínimas, ¿no? Pero con que tú quieras ser,….con querer ser y horas y horas, llegan muchos más de esos a primera que los que podrían ser unos fenómenos si se empeñaran de verdad.
R.-(S) Y tienes que tener la cabeza muy bien amueblada porque es muy difícil convivir con tanta crítica en la prensa, en la gente. Lo que te decía antes de la autoestima. Para mí por ejemplo, cuando termino de jugar un partido, han sido momentos de tensión, no puedo comer hasta cinco o seis horas después por todo lo que tengo en el estómago, de nervios. Cada uno en el partido tiene su guerra, la mía por ejemplo es conseguir burlar al defensa, para él es otra. Yo no disfruto en el sentido que tiene esa palabra de reírse.
R.-(A) Yo por ejemplo, después de jugar un partido no suelo cenar y después no puedo dormir del cansancio. Tienes el partido en la cabeza y son las tres de la mañana y están viendo la tele.
R.-(S) Es un deporte que cansa mucho. No hay ningún futbolista que pueda jugar un partido al día siguiente de otro. Y hablan de los ciclistas,…
P.- ¿Y lo del dopping?
R.-(A) Antes no se hacían controles. Pero te engañas a tí mismo. Ahora están cayendo algunos de infarto por todo lo que se han metido. Es un fraude. Todos deben partir del mismo nivel. Es como coger un atajo en la carrera.
La afición cántabra
P.- ¿Notáis diferencia entre esta afición y la de otros equipos?
R.-(A) Ahora vamos aquí los terceros por la cola y hemos tenido no sé cuántos puntos. Si eso hubiera pasado por ejemplo en Valladolid nos estarían pitando desde el minuto uno y sería peor. Aquí no nos está pasando eso.
R.-(S) Lo que no entienden las aficiones es que cuando está la cosa mal es peor silbar. Eso hace que el equipo juegue peor. Nadie quiere la pelota, nadie se atreve a hacer jugadas, etc. A mí me parece bien que la afición calle y que cuando acabe el partido, nos tengamos que poner diez minutos en el centro del campo y que nos digan de todo. Pero durante el partido, si quieren que haya buenos resultados, hay que animar.
R.-(A) Es que es fundamental. ¿Para qué te sirven los aplausos si vas ganando 3 – 0? Cuando voy perdiendo es cuando me interesa que me aplaudan o que me animen cuando hago algo bien.
R.-(S) Yo he tenido en Sevilla público que me ha llevado al coche en volandas después de un partido y ese mismo público ha salido otras veces a patear el coche.
R.-(A) Nosotros este año no tenemos ninguna queja del público de Santander. Todo lo contrario. Nos están ayudando mucho.
R.-(S) El público de Santander es un público frío tanto para lo bueno como para lo malo. Yo tampoco quiero un público como el del Bernabéu o el de Sevilla; a mí me gusta más el término medio. Ojalá todos los equipos donde yo vaya tengan un público como éste. Ahora mismo en Sevilla, los compañeros no pueden hacer nada, si juegan mal, tienen que estar pendientes de las faenas que les hagan en los telefonillos del portal, en el coche.
El fútbol actual
P.- Igual es que el fútbol se ha salido un poco de madre.
R.-(A) Sí. Quieras que no, a nosotros nos beneficia, porque se está moviendo más dinero. Pero yo creo que el fútbol no debería ser así.
R.-(S) La culpa no la tenemos los futbolistas, ¿eh? Si cobras lo que cobras te aseguro que es porque generas más.
P.- ¿Y puede llegar un momento en que la gente deje de ir al fútbol?
R.-(S) Es que depende. La televisión mueve mucho y va donde más gente vaya. Los programas de más audiencia siguen siendo algunos partidos de fútbol. Por otra parte, nosotros damos trabajo a cantidad de gente.
Son cerca de las 9 de la noche. La distensión es total y las conversaciones se cruzan. La grabadora está registrando todo y así no va a haber manera de reproducir nada luego. No importa. Diego, para agradecerles el detalle que han tenido con nosotros les regala la fotocopia de un calendario erótico con «posturas» para cada uno de los días del año. Parece que les gusta el detalle. Sobre todo a Salva, que busca determinadas fechas.
Nos tenemos que ir.
Cuando nos hacemos las fotos aún hay caras de emoción que no han terminado de relajarse. Cuando salimos a la calle, vemos que Salva sigue haciendo bromas con el calendario; ahora se lo está enseñando a la chica de Recepción. Se ríen.
Da gusto con esta gente. Es como para volver otra vez mañana.
Nos quedamos un rato fuera charlando con Amavisca, pero nos tenemos que ir. A ver si la suerte acompaña un poco más al Racing, que ya es hora, sí. Decididamente da gusto, ha sido un placer.