La primera empresa mundial en producción de acero, y tercera en facturación, ‘Mittal Steel’, lanzó el pasado 27 de enero un OPA (Oferta Pública de Adquisición) hostil sobre ‘Arcelor’, segunda empresa mundial en producción de acero y primera en facturación, por un precio de 18.600 millones de euros. ‘Mittal Steel’ ofrece cuatro acciones propias y 35’25 € por cada cinco títulos de ‘Arcelor’. Lakshmi Mittal, presidente de ‘Mittal Steel’, ha reiterado en varias ocasiones que el precio establecido es bueno, que así lo ha admitido el mercado y que no lo subirá.

Pese a ello se vaticina en varios frentes una amplia subida del precio. Charles Spencer, analista de Morgan Stanley, considera que ‘Mittal Steel’ puede aumentar el precio por acción hasta en 10 euros únicamente con el fin de contentar a ‘Arcelor’. Tanto Patricia del Río, de JP Morgan, como los analistas de Ahorro Corporación, mantienen la misma postura que Charles Spencer, y defienden una subida de los costes de la OPA ya que el precio mínimo pagado en otras operaciones similares a ésta ha sido superior.
Desde ‘Mittal Steel’ se habla solamente de una fusión, intentando así alejar las ideas de una absorción, así como el miedo a una reestructuración de los asalariados que acabaría con miles de despidos. Estos miedos no son infundados si tenemos en cuenta que el pasado noviembre ‘Mittal Steel’ anunció un excedente de 40.000 trabajadores.

Esta batalla entre ‘Mittal Steel’ y ‘Arcelor’ se ha visto entorpecida por la oposición de los Gobiernos implicados y de los sindicatos. Desde ‘Arcelor’ ya se ha iniciado un tour por los seis países europeos en los que opera, especialmente en España, Francia y Luxemburgo, e intenta convencer a sus accionistas de que pueden crecer por sí mismos y que se tienen que enfrentar a un capital muy repartido (5’6% del Gobierno luxemburgués, 3’5 de JMAC-BV-Aristain, 2’4 de Sogepa Valonia, un 2% de los empleados y otro 0’8 de otros accionistas).
Ha sido el hecho de que el 87’5% del capital de ‘Arcelor’ se encuentra en bolsa lo que la hace vulnerable a ofertas de compra. Su opante, ‘Mittal Steel’ es todo lo contrario. El 87’6% de su capital y el 97% de los derechos de voto sobre éste, pertenecen a la familia del mismo nombre. Si ‘Mittal Steel’ “ganara” esta OPA obtendría el 51% del capital de la empresa resultante y un 67% de los derechos políticos, transgrediendo así los derechos de Luxemburgo, país al que pretende trasladar la sede social por motivos fiscales. También pretende trasladar al Gran Ducado de Luxemburgo la sede que la empresa posee en Holanda.

Ya que el Consejo de Administración de ARCELOR tiene la posibilidad de hacerse con una autocartera de hasta un 10%, lo que le permitiría sumar otro 5’8 a su paquete de control directo y llegar así al 24’3%, se especula sobre la posible aparición en escena de un caballero blanco, es decir, de una empresa que realice una OPA a favor de los intereses de ‘Arcelor’. Tal empresa podría ser la asiática NIPPON STEEL, que mantiene una alianza con ‘Arcelor’. Pero ‘Arcelor’ no necesita un caballero blanco que le saque las castañas del fuego. Ya ha logrado movilizar a los sindicatos y a los Gobiernos de los tres países de los que procede ( ‘Arcelor’ nació de la unión entre la francesa USINOR, la luxemburguesa ARBED y la española ARCELOR).
Argumenta que la expansión de ‘Mittal Steel’ se fundamenta en la compra de empresas con graves problemas y que la OPA le serviría a ‘Mittal Steel’ para sanear sus cuentas y realizar las reestructuraciones necesarias con la caja de ARCELOR.
La empresa opante lo niega rotundamente. Ha anunciado recientemente en su particular “gira” en busca del éxito en esta operación, que trasladará el centro de I+D+i, actualmente en Chicago, a Europa, pero que no puede comprar en contra de los Gobiernos.

Desde Morgan Stanley se prevé una caída en Bolsa de ‘Arcelor’ si no triunfa la OPA. Justo lo contrario ha ocurrido en ‘Mittal Steel’, que se ha alzado inusualmente tras el lanzamiento de la OPA. Esta subida se puede achacar tanto a una compra muy barata y una conformidad del mercado, como a un control de los movimientos de su valor por parte de ‘Mittal Steel’.

La operación es la muestra, por otra parte de la increíble e imparable ascensión de Lakshmi Mittal, presidente de ‘Mittal Steel’, en los negocios, como su excéntrica vida. Su padre, Mohan Mittal, era chatarrero en un pueblo del Estado indio de Rajastán, donde ni siquiera había llegado la electricidad. En 1952 compró una acería en Calcuta, que años más tarde heredaría su hijo Lakshmi. Cuando terminó sus estudios y la India restringió la producción de acero, en los años setenta, se fue a Indonesia a fabricarlo. En 1989 compró otra acería en Trinidad Tobago, que presentaba unas importantísimas pérdidas diarias, de alrededor de 100.000 $. Gracias a la increíble habilidad de Mittal en los negocios, en menos de un año había dado la vuelta a los resultados, lo que le impulsó a comprar otras siderúrgicas en banca rota en países como Sudáfrica, Kazajistán, México, Canadá, EE.UU, Bosnia Herzegovina, Irlanda o Rumania. Ha sido el dinero cosechado en estas empresas lo que le ha llevado a proclamarse como el tercer hombre más rico del mundo, con 20.600 millones de euros, según la revista Forbes. También consta en el Libro Guiness de los Records tras comprarse una mansión en Londres por 100 millones de euros.
En el año 2002 donó 125.000 libras al Partido Laborista inglés, generosa aportación negada por Tony Blair. Tres años después se convirtió en el mayor contribuyente de dicho partido al donar un millón de libras.
Se nota que al presidente de la primera empresa mundial del acero le sobra el dinero, que gastó a manos llenas en la boda de su hija Vanisha con un magnate indio. Se calcula que pudo llegar a gastar 50.000.000 euros en una grandiosa fiesta entre París y Versalles, de la que disfrutaron unos mil invitados. Igual de espectacular fue la boda de su hijo Aditya hace ocho años en Calcuta. No es difícil prever un futuro similar al de su padre para los dos hijos del magnate indio. Su hija Vanisha es parte del Consejo de Administración de la empresa familiar, y actualmente realiza un master en Estudios del Sur de Asia y de África, y su hijo Aditya es el director financiero de Mittal Steel. Es este claro dominio familiar uno de los motivos que más recelo produce en ‘Arcelor’.

 

BIBLIOGRAFÍA
Diario Independiente de la Mañana El País, 5 de febrero de 2006.

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