Apenas falta un mes para que ¡¡¡¡Viva el Año 2000!!!! ¡Las doce uvas de nuevo! Pero este cambio de año se vislumbra diferente, distinto. ¿Será culpa del efecto 2000?

Sumamos un año más, pero no cambiamos una cifra, sino cuatro, lo cual a cualquier nivel es algo francamente novedoso y bastante significativo.

Con ello, el mundo entero sentirá no sólo la pasada de un año en nuestras vidas, sino que se producirán una cúmulo de reacciones hasta ahora inimaginables en todos los ámbitos.

Desde grupos que filosofan sobre el sentido de la vida, como viajes a cualquier lugar por ahí perdido.

Un tumulto de sensaciones y sentimientos varios y a gusto de todos.

Un Navidad distinta

Pero no, esta Navidad, no será como todas. Este año no sólo serán las personas carentes de medios las que no podrán celebrarla como a ellos les gustaría .Por una vez y sin que sirva de precedente, trabajarán muchos empresarios grandes, medianos y pequeños, y muchos altos cargos de la economía y de las comunicaciones… al mismo tiempo que muchos honrados obreros, a los que no les quedará más remedio que apencar, acompañándoles aunque sólo sea en la forma.

Todos se privarán de comer demasiado, de reír en exceso o beber más de una copa, por lo menos hasta que pase la barrera de la Nochevieja y empiece el año nuevo, por lo menos hasta que comprueben que todo sigue «controlado» y que el mundo y todos nosotros seguiremos igual sea para bien o para mal.

Sí ya os habréis dado cuenta de lo que os estoy hablando: del temido EFECTO 2000 o problema Y2K. Nos centraremos en él y para ello necesitaremos una ubicación cronológica.

Rondaba el año 1964 y un programador del centro de cálculo de la Universidad de Madrid manejaba un IBM 7090,una máquina con un enorme «cerebro» que ocupaba 250 metros cuadrados y consumía la energía de un pueblo de 5000 habitantes. Era el ordenador más potente de toda España.

En aquella época ya se pensaba en el problema de la transición pero lo dos primeros dígitos ocupaban demasiado espacio y el futuro se palpaba demasiado brillante. Sin embargo, ni ellos mismos podían imaginar que lo que estaba ocurriendo en aquel momento seguiría vigente casi 40 años después y que la llegada del año 2000 se podría convertir en la vuelta al año 1900.

Pero este 31 de diciembre preocupa a los gobiernos y empresas de todo el mundo y también a cualquiera de nosotros. Resulta tremendo perder el control de las cosas, lo cual se ha convertido en todo un desafío y en un enorme problema. Curiosamente la sociedad moderna está regida por los ordenadores que ahora no son capaces de procesar la llegada del s. XX

Se podrían producir fallos en las comunicaciones, caos en la bolsa, problemas en el tráfico aéreo… Sin olvidar que el mundo posee en sus manos misiles asesinos y hasta bombas atómicas controladas por ordenadores y unas centrales nucleares idem de idem… En fin, que es muy complicado y peligroso.

En los países desarrollados ya se han invertido más de 100 billones de pesetas para pagar esa seguridad y en España cerca de 70.000 millones de pesetas.

Medidas de seguridad

Sirvan de ejemplo algunas medidas tomadas ya por seguridad:

Se ha creado un Comité de Emergencia desde la Presidencia del Gobierno de más de 100 personas, (pero sea como sea, y aún después del primer simulacro de avión en Tenerife, la gente se resiste a viajar en avión el último día del año.)

También se ha creado un Comité de Emergencia Eléctrica. Además, el otro día vimos a un alto cargo de la Economía muy satisfecho haciendo una operación en el cajero suponiendo que fuera el día 1 de enero de 2000, realizada con éxito.

De todos modos, todos los bancos están en contacto con el Banco de España para que ese día ante una emergencia no falte efectivo.

Hasta en los hospitales como en el «Ramón y Cajal» se están preparando 180 camas libres y sólo se atenderán urgencias, además de un aumento del personal del 30-50%.

El único que no tiene demasiado que temer es el pequeño usuario, porque no se borrará la información del disco duro. Lo único que se trastocará será la agenda personal, en el caso de tenerla, porque evidentemente «perderá el norte».

Y sobre una respuesta legal reparadora, sí la tenemos y sí hay base jurídica para que el consumidor recurra, aunque no sé hasta qué punto.
Por lo menos queremos creer que no estaremos desamparados.

Consejos para evitar problemas:

  • De todas formas, unos consejillos por si podemos evitar algo:
  • Verifique que los aparatos susceptibles de cambio están adaptados al nuevo año.
  • Realice copias de seguridad de sus programas y documentos antes del fin de año.
  • Si sus productos no están adaptados avise al vendedor.
  • Guarde los documentos financieros, como recibos de pago, justificantes.
  • Conserve las facturas de agua, luz, gas, para evitar errores.
  • Al suscribir una póliza de seguros o renovar la anterior observe si tiene exclusiones de riesgos derivados del 2000.
  • No tire los resguardos de operaciones relacionadas con operaciones de crédito, ni transacciones en el extranjero…
  • Si dispone de un plan de pensiones observe que se siguen cumpliendo en el 2000.
  • En caso de comprar un equipo informático, el vendedor debe indicarle si está preparado para afrontar el milenio.
  • Como podemos imaginar va a ser una Nochevieja movidita y no sólo por la salsita de Chayanne y Celia Cruz (como todos los años).

    Pero no todo van a ser malas noticias, este fenómeno traerá consigo su parte positiva humana aunque sólo sea por mero interés y es que se incrementarán como nunca las relaciones internacionales

    Todos los países estarán en contacto entre ellos, y sobre todo, con los primeros en sentir la llegada del nuevo y ansiado año: Nueva Zelanda, Australia, Japón, que por franja horaria son los primeros.

    Presiento que durante esa noche y la venida del Año, todas las emisiones se cortarán continuamente para darnos avances de telediarios con la grata noticia de que todo sigue igual, exactamente igual, como dijo aquel.

    Trabajo original