Un mago, un elefante, chocolate, fantasmas, juguetes, cabañas, Jim y Harry, son protagonistas de los cuentos escritos por los alumnos de CP Fernando de los Ríos.
EL MAGO QUE PERDIÓ SUS PODERES
Por Guillermo Blanco Gancedo
Érase una vez en un país de Rusia, un mago sabía hacer trucos.
El mago se llamaba Ricardo Blanco Castillo. Era el mago de todos los magos de Rusia.
Pero un día perdió sus poderes y ya no podía hacer magia. Un día se fue al bosque y se hizo de noche y como no tenía sus poderes no pudo irse.
Después se encontró con sus amigos los animales. Los animales le dijeron que iba a haber un huracán que los destrozaría todo. Y, al fin, gracias al huracán volvieron sus poderes. Y se hizo famoso y le sacaron por la televisión.
EL DIARIO DE UN ELEFANTE/ BIENVENIDO A CASA
Por Pablo Conde Fuente
Érase una vez, un hombre que entró a una tienda de animales con la idea de llevarse un canario o un periquito. Pero vio un elefantito que le miraba con esos ojos y esa trompita.
Dijo convencido: me lo llevo Y todo contento se marchó al piso. Cuando se asomó al balcón se mareó un poco porque le daban miedo las alturas.
Luego estaban los vecinos. No acogieron bien la llegada del elefantito, pero podía quedarse porque no se admitían perros ni gatos, pero no podía nada de elefante.
Poco a poco, los vecinos aceptaron su llegada.
Debajo estaba la señora Eulalia que estaba sorda, pero con aquellas pisadas volvió a sentir la sensación del ruido, hasta se emocionó.
EL ÚLTIMO JUGUETE
Por Rebeca Cabrero González.
Había una vez un niño que se llamaba Pepito. Un día su padre le dijo que tenía que deshacerse de sus juguetes. El niño se quedó muy triste y le pidió a su padre que le dejara escoger sólo uno. Le fue muy difícil escoger porque el no quería que fuera mayor para dejar de jugar. Al final se decidió por una caja de pinturas.
Un día en el jardín se encontró con una mujer pidiendo limosna. Como no tenía otra cosa que darle le ofreció su caja de pinturas. A su padre le gustó el gesto y recuperó la caja a cambio de unas monedas.
Pepito creció y guardó siempre la caja con cariño. Un día la sacó y sen puso a pintar. Se convirtió en un famoso pintor y su cuadro más conocido era el que había pintado la escena de la mujer pidiendo limosna en su jardín y al que puso el titulo: «el ultimo juguete».
EL CASTILLO FANTASMA
Por Silvia Cayón Somacarrera.
Érase un niño llamado Luis, él vivía al lado de un castillo fantasma. Él estaba investigando el castillo por fuera porque nunca se atrevía a entrar.
A continuación uno de sus amigos le retó a entrar, dar una vulta al castillo y volver. Luis aceptó y fue entrando en el castillo, aunque estaba muy asustado. Dentro del castillo pudo verlas enormes escaleras, subió por ellas y vio algo reflejándose en un espejo junto a él, se quedo quieto como una estatua hasta que se fue, él creía que era un espejismo pero no estaba seguro.
Al final oyó que su amigo gritaba:
–¡Ahh! Socorro, Luis ayúdame. Luis salió corriendo a donde su amigo y vio otra vez ese espejismo. Su amigo le dijo que no era un espejismo era un fantasma.
Después el fantasma les dijo: ¿Queréis ser mis amigos? Sí, contestaron. El fantasma les presentó a sus amigos los fantasmas, éstos son Safito, Letido, Fersito y Szvico y yo soy Melido ¿Queréis cenar?– Vale, contestaron. Y así cenaron perdices y codornices.
LA CABAÑA EN EL ÁRBOL
Por Guillermo Blanco Gancedo.
Érase una vez una familia que se había ido a una casa recién hecha tenían dos hijos; el pequeño se llama Santi y el mayor Juan. Cuando acabaron de mudarse Santi y Juan vieron un enorme castillo y a Juan se le ocurrió hacer una cabaña. Juan se lo dijo a su padre y él dijo que si, pero cuando estaban acabándola su padre se fue a trabajar fuera de casa.
Juan se puso muy triste pero Santi decidió que les ayudara mamá, pero Juan se negó.
La primera semana su padre les trajo un regalo ¡ Era una escalera! Santi podría subir a la cabaña.
La semana siguiente les trajo unos prismáticos para ver a los enemigos.
La tercera semana … caramelos, pero Juan se los acabó todos en un día. Después hicieron un teléfono para comunicarse.
La cuarta semana les trajo un paraguas, pero a Juan no le gustó el regalo. En cambio Santi tuvo una idea e hizo un montacargas.
La última semana les trajo una linterna de cuatro colores.
A fin el día de Navidad estaban tristes pero cuando llega la noche ahí estaba papá.
Y cenaron todos juntos en la cabaña muy felices.
JIM GLOTÓN
Por Silvia Cayón Somacarrera.
Érase una vez un niño llamado Jim, que le encantaba cogerse un par de pasteles una pizza y una Coca-Cola y sentarse junto a la televisión para ver su programa favorito: ‘Las aventuras de Plasta Repugnante’.
A continuación los padres de Jim le dijeron que no comiese tanto porque si no se pondría muy gordo, Jim no les hacia caso y seguía viendo ‘Plasta Repugnante’, hasta que de repente Jim oyó una voz :
–Jim ahora te toca a ti , y sin darse cuenta ‘Plasta Repugnante’ salió del televisor .
Y Jim entró donde estaba la ‘Plasta Repugnante’ . Estaba muy oscuro y no veía nada .
Al final Jim vio una salida, era como una tapa de alcantarilla y en su interior Jim pudo observar pizzas con ojos , pasteles etc. Una voz le decía que no comiese nada porque si no engordaría y no podría escapar. Jim hizo un esfuerzo y por fin pudo salir del televisor. Y cuando salió ya había adelgazado un poco y ya no le gustaban mucho los dulces.
HARRY POTTER
Por Virginia Fernández Palacio.
Harry Potter otra vez volvió con sus insoportables tíos. En el mes de septiembre, antes de regresar a Hogwarts, un Elfo doméstico llamado Dobbi le dijo que no regresara a Hogwarts porque le esperaba algo terrible.
Dobbi le dio a Harry unas cartas de Ron y Hermione, de repente alguien estaba en la ventana era Ron con sus hermanos que iban a su casa.
Llegó la hora de ir a la estación de tren que llevaba a Hogwarts pero ni Harry ni Ron pudieron pasar a través de la pared, entonces fueron en el coche que volaba.
Llegaron a Hogwarts, chocaron contra un árbol y el árbol con sus ramas les pegaba en el coche golpes. Cuando bajaron fueron hasta las ventanas y todos los niños de los cursos estaban allí. Alguien estaban detrás de ellos, era Snape les cogió del brazo y les llevó a su despacho donde tuvieron que decir porqué habian llegado tarde.
El misterio del Chocolate
Por Rebeca Cabrero González.
Los señores Ramos llegaron a su nueva casa. La portera les enseñó el piso y les dijo que había muchos misterios y también que iban a vivir en el primer piso.
Mientras su hija Sonia curioseaba se encontró una tableta de chocolate. Se lo dijo a su padre y fue al segundo piso a ver si era de ellos. Sonia le dijo al niño del segundo que si quería averiguar el misterio del chocolate, y el niño dijo si.
Al día siguiente fueran por todas las plantas hasta que llegaron al sexto y efectivamente el chocolate salía de allí. El señor les contó que él era alérgico al cacao y se lo iba a regalar a sus vecinos y a demás tenia, tenia una vaca que le daba leche. Así quedo resuelto el misterio del chocolate y de los ruidos extraños que llegaron a hacer pensar que había un monstruo en el edificio. Los niños prometieron guardar el secreto y el señor prometió seguir dejando tabletas de chocolates chimeneas.