Se sabe que los productos que utilizan las neveras para enfriar son perjudiciales para el medio ambiente. Por ello la ciencia se enfrasca ahora en encontrar soluciones a estos problemas medioambientales. Investigadores norteamericanos han hallado una original manera de enfriar las neveras mediante las «ondas sonoras».
Los investigadores norteamericanos de la Universidad de Pennsylvania han puesto a punto una nevera termo-acústica donde el refrigerante es una onda sonora. Si el aparato llega al estadio de comercialización, los gases y los productos químicos utilizados actualmente podrían abandonarse. Esto vendría muy bien puesto que aunque se ha reemplazado a los CFC destructores de la capa de ozono, se trata aún de gases de efecto invernadero.
El aparato utiliza un altavoz que emite una onda sonora muy potente (173 decibelios). La onda pasa por un tubo en forma de U lleno de gas (nitrógeno) en el cual se ha insertado un conjunto de placas apiladas. Se requiere un material sólido y poroso que pueda ser atravesado por el sonido. Las compresiones y expansiones resultantes del gas provocan a su vez variaciones de temperatura.
Ya en 198º se había descubierto que este sistema de expansión y compresión permitía enfriar y calentar platos metálicos colocados en medio del trayecto de las hondas sonoras. Así se consiguió generar un grado de temperatura situando una columna de platos en un tubo donde la onda sonora pueda rebotar.
Actualmente y mediante este mismo procedimiento, los investigadores han experimentado el sistema para enfriar la electrónica radar del USS Deyo, destructor de la marina norteamericana.