No se lee lo suficiente, algo evidente para este alumno que se plantea el porqué de esta situación y que nos recuerda que el fin de los libros llegará si nosotros lo queremos. Lee y reflexiona sobre este tema.

Entre presiones subacuáticas, sujetos elípticos, guisantes verdes rugosos, mitos griegos, funciones,… ¿Hay sitio para más libros?

La respuesta es otra pregunta: ¿se tiene la suficiente afición a la lectura como para seguir rodeado de libros? Y ésta es más difícil de responder. Porque parece que la afición a la lectura se está perdiendo en esta sociedad. Que no se lee lo suficiente es un hecho ya confirmado.

Como muestra, un botón:
¿Cuál es el último libro que habéis leído?
(murmullos variados. Se oyen cosas como ‘yo no leo nada’, o ‘¿cuál es el último que leímos en clase?’)
¿No leéis en casa?
(Todos al unísono)
¡No!
Así andan las cosas. ¿Quién se ha leído El Quijote a estas edades? Ni el que escribe, que va por la tercera lectura de El Señor de los Anillos. Y así podríamos continuar con una lista interminable de libros. Porque además, falta calidad en lo que se lee. Libros, no lo bastante buenos en general (por ser correctos), impuestos como parte de las clases de lengua castellana, y aun así no se hace lo que yo llamaría LEER; es una obligación, y no se hace sino de mala gana, muy de vez en cuando (cuando HAY que leer). Ahí se acaba todo, en muchos casos.

En cuanto a las causas: falta de una educación que favorezca la lectura, vagueza extrema, odios poco justificados por todo lo que tenga letras… Todo junto provoca esta falta de libros en las estanterías de niños y jóvenes. ¿Influye también la inundación de tecnología?. También, por qué no. Estas máquinas (casi diabólicas diría yo) nos apartan de todo lo demás, nos absorben, nos aíslan de todo mientras las usamos e incluso atentan contra el futuro de los libros, tras haber hecho su aparición los libros electrónicos, burdas copias de los libros en papel. Pero no podrán simular el olor y el tacto de un libro (¿o si?). Si dejáramos un poco toda esta tecnología inútil a un lado, puede que encontráramos más tiempo para coger un libro por gusto.

Pero siempre hay cosas que favorecen la lectura de determinados ejemplares. La llegada al cine de El Señor de los Anillos, arriba mencionado ha supuesto un incremento enorme de la lectura de la obra maestra de J. R. R. Tolkien en todo el mundo. Y algo parecido pasó con Harry Potter, un auténtico bombazo a nivel internacional. Pero son solo unos pocos casos, por desgracia.

Y, para terminar, daremos la respuesta a la pregunta que preside este artículo: este será el fin de los libros si así lo queremos. Que cada uno saque sus conclusiones.

 

Trabajo original