Las aventuras de William Sherk, un viejo marinero que apostó con sus amigos ser el primero en dar la vuelta al mundo. Durante el viaje pasó por muchos peligros, como los peces de tres ojos que te hipnotizan para llevarte a la muerte y las sirenas que con sus cantos te arrastran hacia las rocas. Pero William no estuvo solo, contó con la ayuda de un delfín mágico que le salvó de morir ahogado.

Había una vez un hombre llamado William Sherk al que le encantaba navegar. Tenía 46 años, estaba soltero, vivía en San Vicente de la Barquera y su pasión era navegar con su barco de vela. Era alto, su pelo era rubio, llevaba un traje de marinero y sombrero, siempre él llevaba una pipa y tenía la voz muy ronca.
Desde que era muy pequeño a William Sherk le gustaban mucho las aventuras y un día decidió retar a sus amigos a dar la vuelta al mundo en barco en dos meses.

Entre todos pusieron dinero, en total 15 millones de dólares. La carrera daría comienzo el 31 de Octubre y finalizaría el 31 de diciembre. Cuando llegó la carrera todos los participantes estaban en la linea de salida,y cada participante tenía que hacer rutas distintas.

 Cuando empezó la carrera William Sherk comenzó en muy buena posición pero, tras dejar el puerto atrás, uno de sus amigos planeaba hundirle el barco.

Ya había pasado un día y todos habían parado en el puerto más cercano, por provisiones, pero el amigo, bueno, más bien enemigo entró en el barco y le hizo unos agujeros en el suelo donde guardaba las provisiones y se largó rápidamente de allí.

Después volvieron embarcar y William Sherk oyó un ruido de goteo y bajó y vio un agujero enorme por donde entraba mucho agua y entonces rápidamente tapó ese agujero y continuó navegando. Atravesando el océano se encontró un banco de peces muy extraños: tenían tres ojos y cada uno de ellos de un color diferente que nunca había visto. Esos peces son muy traidores y pueden conducir a los marineros a la muerte. Intentó pescarlos y cuando pescó uno se sintió hipnotizado al mirar los ojos del pez que le ordenó tomar rumbo hacia un remolino creado por los peces, extraños con la magia que poseían.

Cuando iba a caer en el remolino apareció una criatura del mar. Era un delfín que había estado protegiendo los océanos y a los marineros. El delfín era mágico porque el Rey Tritón le dio poderes para proteger los océanos y a los marineros ya que el rey era muy anciano y no podía protegerlos.

Al pescar a uno de esos peces extraños los espantó y esos malvados peces huyeron y William Sherk salió de su hipnosis y esquivó aquel remolino.

Pasó un mes entero cruzando todos los océanos menos el Atlántico, iba en primer lugar sacando mucha distancia a sus rivales; de repente William Sherk vio una sirena a lo lejos y ,tras oir su canción, fue nadando hasta la roca en la que se encontraba la sirena y en unos instantes apareció la criatura del mar que le había seguido durante todo este viaje y le salvó del hechizo de la sirena tras coger a William Sherk sobre su espalda llevándole hacia el puerto.Y cuando llegó tenía que estar allí a las 17,00 horas y llegó a las 18,00. Era el único corredor superviviente tras el naufragio de los demás barcos. No había llegado a tiempo, pero este día sabía que el reloj se le atrasaba una hora.Y así fue como William Sherk ganó la apuesta y otro amigo más, que era el delfín, y otra aventura más.

 

Trabajo original