Hace mucho tiempo que pasó todo, aún me cuesta abrir su diario, el diario de Mark, el diario que yo tuve que terminar. Esta es la historia de ‘El sombrero negro’.
7:30 am
New York
Mi apartamento
Era martes, un día aburrido, Lucy no contestaba al teléfono, algo raro en ella, la delincuencia había aumentado y los policías teníamos mucho trabajo.
El lunes hubo un robo de «coca», otro de explosivos y un asesinato, el del gobernador Charles Hikden, de un tiro a quemarropa delante del ayuntamiento, demasiados casos y todos para mi.
Una carpeta llena de papeles y mi Scaultuper estaban encima de la mesa, las gomas de la carpeta estaban a punto de romperse así que las abrí y mire las fotos del asesinato en mi Scaultuper, eran asquerosas, Charles estaba tirado en el suelo rodeado de un charco de sangre y había muchos testigos entre ellos alguien muy familiar ¡Lucy!.
Comisaría
7:30 am
– ¡Jefe!, es demasiado para mi.
– Lo siento, pero hasta que no venga el nuevo poli lo tendrás que hacer tú.
Ya veis, mas trabajo, una explosión en el edificio Thomas, cerca del lugar en el que fue asesinado el gobernador.
Lucy seguía sin contestar al teléfono y yo fui al ex-edificio Thomas.
Cincuenta muertos y diez heridos, toda una catástrofe sin explicar y yo con sólo dos pistas, un sombrero negro y un trozo de un logotipo, algo así como la cabeza de un elefante.
De vuelta a mi apartamento abrí el buzón, subí arriba y abrí una carta, la única que había. La carta decía:
Hemos raptado a Lucy. Encuéntranos o morirá.
Fec Street
7:30 am
Lucy iba todos los días al gimnasio así que me dirigí allí, el gimnasio Pódium. Nadie la había visto y por más que enseñaba su foto menos esperanzas tenía, nadie la había visto, pero mis esperanzas volvieron al ver que una mujer la había visto discutir con hombre vestido de negro y con un sombrero del mismo color, me sonaba de algo.
Volví a casa y recibí una llamada de Robin, mi compañero de coche patrulla. Robin me dijo que fuera a su casa, le noté nervioso así que decidí ir.
Casa de Robin (Mansión Stanford)
4:30 P:M
Me dirigí a casa de Robin, la puerta estaba abierta y entré en la casa. Robin estaba encima de la mesa del comedor con siete cuchillos que le atravesaban a él y a la mesa, entonces decidí llamar a la policía pero antes de que llegarán cogí el disco de la cámara de vigilancia, lo tomé como un préstamo, luego lo devolvería, pero antes tenía que ver lo que había pasado con mis propios ojos.
La comisaría quedaba más cerca de mi casa y allí también había un Scaultuper así que me dirigí allí.
En el vídeo aparecían tres hombres de negro apaleando a Robin y clavándole los cuchillos, era repugnante.
Después volví a casa, demasiadas emociones para un solo día.
Armería BJ
1:30
La armería de Bob y James era una de las mejores, y al parecer ilegal pero saben bastante sobre las nuevas bandas, son algo así como unos soplones.
– ¡Hola idiotas!
– ¡Hola Mark! Dijo Bob.
Por más que preguntaba menos me decían, hasta que saqué la pistola.
Según creo les dieron la coca robada para que ellos la pudieran vender a buen precio, eso sí, a cambio de no decirme nada, una vuelta por la comisaría lo arreglaría todo, aunque ellos no soltarían prenda.
Mi apartamento
5:15am
¡RIING! Una llamada del forense de despertó:
– ¿Qué pasa?
– Un asesinato, un tal Ghostarf, ¿Le conocías?
– Si, era un viejo amigo.
– Le han metido una bomba en la boca, ¡Menuda indigestión!.
– Muy gracioso.
Calabozos
7:00 am
Esto era demasiado, así que me dirigí a los Calabozos, a visitar a Bob y James. Ellos no estaban por la labor pero no hay nada que tres meses de menos en prisión no arregle. Al parecer la recogida de cocaína fue en un local, el local Seven.
4:00
El local estaba en uno de los barrios bajos de New York, la puerta estaba cerrada, pero con una ganzúa se arregló todo. Después, entré pero algo me dio en la cabeza y quedé inconsciente.
Cuando me desperté, tenia una gran jaqueca y estaba atado pero eso no era todo, también tenía una bomba delante de mi.
En la bomba aparecía un logotipo de un elefante, era igual que el que encuentre en el edificio Thomas, así que había ido por buen camino.
Los numeritos de la bomba iban bajando, 20, 19, 18 … y yo sin saber qué hacer. Entonces se me ocurrió una idea, saque mi navaja y corté las cuerdas que me apresaban, era el momento de salir de allí. Corrí todo lo que pude hacia la salida y en cuanto salí la bomba estalló, todo el edificio voló por los aires y la ráfaga hizo que yo saliera despedido hacia un callejón, gracias a eso vi que un hombre de negro estaba bajando por la escalera de una alcantarilla.
Alcantarillas
4:30
Las alcantarillas estaban llenas de ratas y túneles y yo no sabía que hacer pero con destreza y mucha suerte llegué a una sala en la que estaba Lucy atada y con todos los explosivos que quedaban después de que usaran dos cargas, había alrededor de unos 48 kilos de dinamita a punto de estallar.
Desaté a Lucy y corrimos hacia la salida, ¡Teníamos 5 minutos para salir de allí!
Corrimos todo lo que pudimos, pero la mala suerte se cruzó en nuestro camino, eran los hombres de negro, no teníamos escapatoria, pero antes de morir quería preguntarles algo:
-¿Por qué mataron al gobernador?
-Nos destrozó la vida- dijeron quitándose el sombrero- todos nosotros trabajábamos en una planta nuclear y el la cerró, nos echó a la calle, necesitábamos venganza.
Todo encajaba, pero demasiado tarde, estaba renegado a morir con Lucy, pero se me ocurrió algo, con rapidez saqué mi pistola y los apunté, ellos se quedaron quietos, y le dije a Lucy que corriera.
Ella corrió mientras oía tiros y más tiros hasta que llegó a la salida, desde la escalera miró hacia atrás para ver si yo llegaba pero vio que nadie se acercaba, así que decidió subir.
Lucy dejó la tapa de la alcantarilla abierta, pero nadie venía, sólo llegaban los sonidos de tiros y mas tiros sin saber a quién llegaban o quién los tiraba hasta que la bomba estalló, un fuerte sonido y una cortina de fuego que paso por debajo de la entrada a la alcantarilla la hizo quedarse con la boca abierta y Lucy llorando miraba.