Quién es tu hija
Soy yo y sufro, y sufro,
Pero no pido clemencia,
Sino razón,
Razón para poder comprender mi existencia
Que hasta ahora se encuentra vacía.
«Es cierto, eres mi hijo,
pero yo no soy tu Dios,
tu Dios y tu existencia
se encuentran solo en tu interior,
Contemplo tu alma, y lloro de emoción.
Pues solo podrás decir:
¡Oh Dios ¡ ¡Qué necio soy!