Juan se ve obligado a escribir un diario por orden de su madre y de su profesor. Ante la falta de ideas, se centra en un pájaro que ha hecho un nido junto a su casa.

19 de Julio de 1998

Hola, soy Juan, mi madre me ha dicho que escriba este diario todas las semanas para mejorar la caligrafía, ya que he suspendido el lenguaje y mi profesor me ha dicho que este verano tengo que practicar. Como no sé muy bien qué escribir, todas las semanas contaré lo que pasa con el pájaro que ha puesto el nido en el árbol de enfrente de mi casa.

26 de Julio de 1998

Hace unos días, miré el libro de aves que hay en la estantería del cuarto de mi padre y me he enterado de que es un ratonero común.

2 de Agosto de 1998

Hoy han nacido, por fin, las crías del ratonero, las he estado observando todo el día. Son dos; parece imposible que cuando crezcan vayan a ser como sus padres, porque ahora son bastante feas, apenas tienen plumas y se las ve tan indefensas… Me he acercado, sin que me vieran, al nido y he oído como piaban cuando su madre les llevaba la comida.

9 de Agosto de 1998

Pasan los días y las crías crecen, ya mueven las alas y empiezan a dar saltos. Yo creo que dentro de poco podrán abandonar el nido.

16 de Agosto de 1998

Hoy al levantarme he oído un disparo; he salido corriendo de casa y me he encontrado a dos hombres de unos 40 años con escopetas en la mano y gritando: «¡le hemos dado!», yo me acerqué corriendo donde ellos y miré al suelo, allí yacía muerto el ratonero al que tanto cariño había cogido durante estos últimos 28 días. Me puse rabioso y les pregunté a esos hombres que por qué lo habían hecho y ellos con todo el desparpajo me respondieron que para pasar el rato, que era su forma de divertirse. No pude evitar ponerme a llorar pensando en quién daría de comer ahora a las crías.

23 de Agosto de 1998

Durante esta semana no he hecho más que pensar en lo sucedido con el ratonero y he decidido hacerme ecologista y luchar contra esta gente que caza y mata por el simple hecho de divertirse.

 

Trabajo original