El consumismo ha llegado hasta tal punto que se están agotando los recursos naturales. La gente solo quiere satisfacer su espíritu consumista.
Ahora vamos a citar un producto que hacen crecer el espíritu consumista: ordenadores. Te regalan un programa carísimo y te dicen que es buenísimo para que no te funcione, porque tu ordenador no tiene potencia suficiente, y tengas que comprar uno nuevo. Algunos productos alimenticios contienen pequeños regalos y los niños dicen a sus padres:
-¡Éste que tiene regalo!
Y los padres pagan más dinero de lo normal para comprar a sus hijos lo que ellos quieren.
En Navidad, los padres compran regalos a sus hijos porque el anuncio dice que son «guays», pero luego la mayoría de los juguetes no se utilizan.