Una alumna del IES Cantabria nos envía una crítica de la obra de teatro El Vestidor, representada recientemente en el Palacio de Festivales de Santander, con Federico Luppi como principal protagonista.
El vestidor es una obra de teatro escrita por el sudafricano Ronald Harwood que, dirigida por Miguel Cavia, ha dado lugar a una magnífica representación, llevada a cabo principalmente por Federico Luppi y Julio Chávez. El primero, ya conocido y alabado por sus anteriores intervenciones en Martín Hache, con Juan Diego Botto y Cecilia Roth o Un lugar en el mundo, con José Sacristán, interpreta el papel de un veterano actor de teatro. Julio Chávez trabaja como vestidor y ayudante de este consagrado actor.
En la obra se mezclan la envidia con el cariño y la estima que el criado siente hacia su amo.
Refleja perfectamente la vida del teatro, la vida íntima de los actores en la soledad y en la confianza de sus camerinos. El argumento principal es el intento del actor que sueña con ser nombrado caballero del reino.
Para alcanzarlo cuenta con el apoyo de su vestidor, quien siempre lo ayuda dándole consejos. De hecho, en estos consejos, hay algo que recuerda a las conversaciones del «Conde Lucanor».
Por último, hay que resaltar la magistral interpretación de Julio Chávez, que no fue eclipsada por la de su consagrado compañero.
Eso si, Federico Luppi, mejor en cine que en teatro.