El Cantabria Lobos ha hecho pasar a la ciudad de Torrelavega algunos de los momentos deportivos más emocionantes de la historia reciente. Después de descender, esta temporada la afición ha soñado con la vuelta a la ACB, una aspiración truncada finalmente en Murcia. Un alumno nos cuenta cómo vivió los encuentros decisivos de la fase de ascenso.

Durantes las últimas semanas se han estado jugando diversos encuentros para decidir cuales serán los semifinalistas de las fases de ascenso a la Liga ACB de baloncesto.

Uno de los enfrentamientos de los cuartos de final lo disputaron Cantabria Lobos y el Etosa Murcia, hasta el momento las eliminatorias están 2-2.

El tercer partido de los play off que se jugó el día 30-04-03 rompería la paridad existente en los dos partidos anteriores en los que ambos equipos habían conseguido una victoria. Los ya mencionados partidos iniciales se disputaron en Murcia y confirmaron la igualdad existente entre los dos conjuntos.

El tercer encuentro, jugado en Torrelavega, se saldó con la victoria visitante por 64-62 en un partido emocionantísimo en el que en todo momento el marcador osciló favoreciendo a ambos conjuntos, pero la ineficacia desde el exterior de Ferrer así como los continuos errores desde la línea de tiros libres hicieron que al final el partido dejara un sabor amargo a todos los que allí nos habíamos congregado, ya que pensábamos que el Lobos había hecho muchos más meritos que su rival para llevarse el partido. Este resultado dejó la eliminatoria 2-1 favorable al equipo murciano.

El cuarto partido era a vida o muerte, ya que siendo unos play off a cinco partidos la derrota en este provocaría la inmediata eliminación del Cantabria Lobos. Una eficaz campaña llevada a cabo por el club consistió en permitir la entrada a cada persona con una localidad acompañada de dos personas de forma gratuita. Esta excelente medida favoreció la afluencia de espectadores, que llenamos el pabellón varios minutos antes del comienzo del encuentro. Los muchos ciudadanos que no pudieron conseguir entrada se agolparon en los aledaños del Vicente Trueba en busca de una última esperanza que les permitiese introducirse en el interior.

El ambiente era asfixiante y se podría decir que el Vicente Trueba era una bombonera. Observamos cuidadosamente a las dos plantillas que se estaban ejercitando en la cancha y pudimos observar que existía una diferencia de estatura notable entre los dos equipos. Como ejemplo podemos poner a Tim Young, un excelente pívot norteamericano de 2,13 metros de altura, del equipo local. Además intimidaba la presencia de otro norteamericano en la plantilla de los Lobos, cuyos brazos sólo son comparables con el grosor de mis dos extremidades inferiores, un verdadero machaca-aros que hacía ruedas de calentamiento consistentes en matar el aro continuamente ofreciéndonos un espectáculo digno de un concurso televisado, a cada cual más espectacular.
Sin embargo el equipo visitante tampoco se quedaba corto, contaba con dos hombres bastante altos bajo los aros, Antonio Reynolds y Gideon Zamaní, y no sólo eso sino que también estaba en cancha el veterano José Luis Galilea cuya trayectoria profesional es impresionante con su presencia en equipos como FC Barcelona, El Real Madrid y el Kinder de Bolonia, considerados entre los cinco mejores de Europa.

El partido era una sucesión de jugadas ofensivas, algunas con más acierto que otras, y esta vez Ferrer si destacó como un gran lanzador desde la línea de tres puntos. Aaron McGee volvió a ser el mejor del partido, como de costumbre, enchufando tiros desde todas las posiciones, incluso un par de triples, característica impropia de un hombre de su estatura y envergadura.

El partido estuvo igualado como de costumbre, pero prevaleció la cabeza fría y los rebotes decisivos de Aaron McGee para conseguir una victoria importantísima del Cantabria Lobos ante su público.
Esa victoria dejó la eliminatoria abierta hasta el día 6 de mayo. Ese partido se disputó en tierras murcianas y se saldó con una derrota de los cántabros, que dejó al conjunto torrelaveguense fuera de las opciones de ascenso, a la vez que nos supuso a todos un duro revés cuyo resultado será la permanencia en la división de plata del baloncesto un año más.

Trabajo original