Todos los días asistimos a un espectáculo en el Barrio Pesquero cuando Alberto Pico, el cura del Barrio Pesquero, da comida a las gaviotas de la bahía. Es por eso que nos hemos planteado algunas cuestiones, a las cuales nos ha respondido en una entrevista el día siete de junio.
Fue una entrevista muy familiar, en la que no me permitió tratarle de usted y me obligó a tutearle.
Pregunta.- ¿Vienes todos los días a dar de comer a las gaviotas?
Respuesta.-Todos los días del año cuando amanece, alrededor de las 7 de la mañana, y todas las tardes del año, aunque la hora varía en invierno.
P.-¿Qué motivo te impulsa a alimentar a estas gaviotas?
R.- Amor hacia ellas, que han venido aquí. Las llaman ocupas, y en realidad los ocupas somos nosotros. Si han venido y han anidado aquí es porque tenían sus nidos en la isla de Mouro y los turistas allí les rompen sus nidos, sus huevos… así que vienen a los tejados del Barrio Pesquero. Son como los buitres de la mar, porque se encargan de limpiar lo que los santanderinos ensuciamos.
P.-¿No pueden ellas conseguir su propia comida? ¿Por qué?
R.- Ellas comen donde pueden, como pueden y nosotros sólo les ayudamos. Hace un tiempo vi un reportaje sobre las gaviotas, en el que decía que ellas acababan con Castro Urdiales. Las gaviotas no acaban con Castro Urdiales, los que acaban con Castro Urdiales son el Ayuntamiento y los constructores, que llenan la costa de edificios.
P.-¿Qué comen las gaviotas y dónde lo obtienes?
R.- Hay peces que recibimos de los pescadores, pero sobre todo les damos desperdicios de comida. También hacemos 3 calderos de macarrones y ellas comen los macarrones, las sobras, el pescado…
P.-Durante toda la entrevista has estado hablando de nosotros, ¿a quién te refieres en ese plural?
R.- A una familia que ha estado conmigo durante los cuarenta años que llevo aquí. Son mi familia. Son una mujer llamada Carmen, de aquí del Barrio, un ex-trabajador del muelle fallecido hace un año y medio, y su descendencia.
P.-¿Ayudáis a las gaviotas de algún otro modo además de alimentándolas?
R.- No.
P.-¿Opinas que el Barrio Pesquero es un buen lugar para las gaviotas?
R.- Ellas suelen estar aquí, otras veces en la Virgen del Mar, otras veces en otras partes… Pero hay una temporada en la que vienen unas gaviotas llamadas las Capuchinas durante unos tres meses, y luego vuelven a emigrar. Las demás están aquí todo el año. Hubo una vez en la que vino una gaviota anillada por un amigo mío experto en estos animales. Resulta que tras haberla visto aquí se trasladó a Galicia, y allí la volvieron a ver, no sé si ahora estará muerta.
Una vez, cuando yo era marinero, una gaviota se posó en nuestro barco, y estábamos en medio del Atlántico. Cada vez que ocurría algo así decíamos: «Ya tenemos compañía para unos días». Ellas van y vienen.
Alberto Pico me preguntó si había acabado la entrevista, y tras ver que tenía prisa, me dijo: «Bueno, dame un beso, y carretera y manta».