La despoblación rural es un tema que ocupa puestos destacados en la agenda política actual. Raquel Quijano, administrativa del Ayuntamiento de Pesquera, un pequeño pueblo de Cantabria cercano a Reinosa, nos ofrece su punto de vista acerca de este proceso y, específicamente, cómo se está viviendo esta situación en un municipio que, desde hace más de veinte años, cuenta con menos de 100 habitantes.
Pregunta.- ¿Cuál es la población actual de Pesquera?
Respuesta.- Ahora mismo hay empadronados 72 habitantes. Desde hace ya cinco legislaturas la población bajó de cien.
P.- ¿A partir de qué año se empezó a notar un descenso de población?
R.- Yo llevo trabajando aquí desde hace 15 años y el número de habitantes desde que estoy ha variado muy poco. La población empezó a disminuir en torno a los años 60, cuando la gente comenzó a ir de los pueblos a la ciudad. Por ejemplo, en Pesquera estuvo la primera escuela laica de Cantabria y hay datos de que había hasta 45 niños. Evidentemente ya no hay escuela. Cuando yo vine tampoco la había.
P.- ¿Se está tomando alguna medida para evitar la despoblación o para atraer a gente?
R.- Es un problema en el cual el ayuntamiento y los habitantes están pensando. Si es cierto que hay algunas personas que quieren alquilar viviendas, ya que no se venden, porque aquí sigue habiendo gente que vuelve a su pueblo por verano o algún fin de semana. También hay viviendas en un estado ruinoso o abandonado y eso es un gran problema para el ayuntamiento. Lo ideal sería poder hacerse con todas esas casas en ruinas, repararlas y poder dar opción a personas de fuera a venir a vivir aquí. Pero Pesquera no cuenta con suficiente economía para hacerlo. Últimamente se habla mucho del tema de Internet, porque el Gobierno promete fibra óptica en toda Cantabria, pero es una promesa que no se cumple. Aquí de hecho funciona bastante mal, y eso es un gran problema, porque hoy en día mucha gente necesita Internet para trabajar desde casa. Si Pesquera tuviera más dinero para invertir habría más población y el tema de las casas en ruinas sería uno de los principales objetivos.
P.- Debido a la situación del pueblo ¿se está recibiendo algún tipo de ayuda de la administración pública?
R.- En principio no existe ninguna línea de subvenciones para ayudar a resolver el dilema de la despoblación del medio rural. El Ayuntamiento accede a las convocatorias que se convocan por igual, por parte de las diferentes Consejerías del Gobierno de Cantabria, para los ayuntamientos en general. Es más, al tener poca población cada año se va reduciendo el importe concedido.
P.- ¿Qué servicios se echan en falta debido a que no hay suficiente población?
R.- Es cierto que llegas a acostumbrarte y a arreglarte con lo que tienes. Se podría decir que valoramos lo que tenemos y no echamos en falta lo que no. El consultorio médico viene una vez a la semana y el resto hay que ir a Santiurde, pero está relativamente cerca. Hay también una farmacéutica que incluso reparte los medicamentos a los vecinos por las casas, eso en el tema sanitario. En el educativo, ahora mismo la población de niños es muy baja y van al colegio de Reinosa, pero vienen y van en autobús. En cuanto a las comunicaciones Pesquera está muy bien, porque ahora mismo tiene tren o autobús cada dos horas, más o menos, lo que quiere decir que está bien comunicado. En lo relativo al empleo se trata de una problemática nacional y aquí no es menos. En el pueblo hay dos bares, el panadero pasa todos los días menos los domingos, los martes viene a la que llaman la ‘palentina’, que tiene desde fruta a cosas básicas, y luego también viene otra persona que trae congelados, además del pescadero. La gente, más o menos, se apaña o, si no, van a Reinosa. Así que más que necesitar o echar en falta servicios es más importante que no nos quiten lo que tenemos.
P.- ¿En qué porcentaje aumenta la población de Pesquera en verano?
R.- Ahora mismo es fácil que se duplique la cantidad de habitantes que hay durante el invierno, triplicarse ya no lo sé. Además tenemos una Feria Internacional del Queso, que el año pasado cumplió 25 años, que también atrae a mucha gente.
La entrevista se realizó en el Ayuntamiento de Pesquera.
P.- ¿A qué se dedica la gente que vive aquí en invierno?
R.- Únicamente dos personas se dedican al ganado. En cuanto a servicios, las dos familias de los bares y poco más, porque la población aquí es sobre todo población envejecida y ya están jubilados. También hay personas que viven aquí pero que trabajan fuera, en Reinosa.
P.- ¿Cuáles son las opciones de ocio que ofrece Pesquera?
R.- Hay una amplia opción de ocio. En cuanto a las señoras, antes no se reunían, pero hubo un proyecto del Gobierno de Cantabria llamado ‘Espacio Propio’ que nos facilitaba talleres y, a partir de eso, las señoras se animaron a juntarse. Ahora mismo nos juntamos una vez a la semana y hablamos de todo en general y, aunque suelen reunirse las señoras, los señores también pueden. También creo que es importante destacar la Asociación Sociocultural Pesquera, porque si hay empadronadas unas 70 personas y dentro de la asociación hay 140, el doble que de población, eso significa que la gente que vuelve a su pueblo y que tiene algún apego por Pesquera está dentro de la asociación. A través de ella se hacen muchas actividades. Ahora mismo tenemos un mercadillo solidario para apoyar a los afectados de las inundaciones de Reinosa y también tenemos reuniones. Así, por ejemplo, el día 9 celebraremos la festividad de Santa Águeda, en la cual los hombres hacen la comida y nosotras hacemos una pequeña celebración. Yo creo que en cuestiones de ocio no nos quedamos atrás.
P.- En abril del año pasado alrededor de un centenar de personas vinculadas con la España despoblada propusieron una serie de iniciativas para dinamizar el territorio, como la cesión de tierras y montes abandonados, o hacer de los pueblos un espacio culturalizado. ¿Qué opina acerca de estas iniciativas? ¿Cree que podrían mejorar la situación?
R.-Todas las iniciativas son positivas y cada municipio tiene sus recursos y su realidad, por lo que sería necesario empezar por realizar un estudio pormenorizado de la situación y así crear unas líneas de actuación reales. Todo lo que se haga es significativo.
P.- ¿Cree que el movimiento contra la España vaciada en los últimos meses está ayudando tanto a la concienciación de este problema como a que las personas que realmente tienen poder de repercusión sobre esto actúen?
R.- Sí, con letras mayúsculas: necesitamos que se conozca la realidad de nuestro territorio a nivel político y a nivel de la ciudadanía. A nivel político para que nos ayuden a buscar soluciones con técnicos versados en estos asuntos. Y a nivel de la ciudadanía para que se animen a venir a vivir al medio rural con sus ventajas e inconvenientes, como cualquier lugar. Aunque la situación laboral es complicada hoy en día hay una diversidad de trabajos que pueden realizarse desde casa. Claro, siempre y cuando se mejoren las infraestructuras tecnológicas.
P.- ¿Cuáles son las ventajas que puede ofrecer un pueblo como este frente a la ciudad?
R.- Hay muchas ventajas, al igual que se también se trabaja mucho, luego lo compensa el calor humano. Yo, por ejemplo, vengo a trabajar aquí todos los días, pero vengo a gusto. Ahora mismo tú necesitas cualquier cosa y no hace falta más que pedírselo a algún vecino. Evidentemente somos poquitos y por eso tenemos que colaborar todos. También se han dado situaciones de gente que vive sola y cuando tienen algún problema siempre acuden al ayuntamiento. Hace unos años una vecina se cayó en casa, nos dimos cuenta porque un vecino que siempre la veía ese día no la vio y así contactamos con la hija. Lo que quiero decir con esto es que no hay tanto sentimiento de soledad y que aquí la gente es consciente de que los unos somos necesarios para los otros, en todos los sentidos. Siempre te sientes arropado. También para nosotros es muy importante el paisaje, eso ya depende de preferencias personales, y siempre intentamos cuidarlo dentro de lo que podemos. Ahora tenemos una dificultad, que es el tema de los eólicos. Tampoco se vive con el mismo estrés con el que se vive en la ciudad. En mi opinión vale muchísimo la pena.
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