En Infantil entendemos que la mejor forma de aprender es ver, tocar y sentir aquello que nos rodea. Por ello hemos aprovechado las posibilidades que nos brinda el entorno incubando huevos en el aula.
Con el comienzo del curso nos planteamos qué nos interesa aprender. Tras varias propuestas y votaciones, los niños eligieron el proyecto ‘El huevo’.
Aprovechando las posibilidades del entorno en el que nos encontramos, surge la oportunidad de incubar huevos en clase. Nuestro vecino Tino nos trajo una incubadora y huevos para empezar nuestro proyecto.
Nos surge la duda de qué puede nacer de esos huevos, dando lugar a ideas previas muy diversas: “Van a salir tortugas” (Olalla, Lucas, Nora y Valentina), “Yo creo que nacerán pollitos” (Ángel y Uma), “Es un huevo de pingüino” (Luna), “Seguro que nace un gato” (Oriana), “Puede ser un dinosaurio” (Gael), “O una serpiente” (Tristán)
Con los huevos ya en la incubadora, cada día llegamos al cole con ganas de ver si ya han nacido o ha pasado algo, por eso decidimos hacer entre todos un diario del huevo donde anotamos lo que vemos diariamente, cómo les cuidamos y cuántos días van pasando.
Los últimos días, los huevos necesitaban ser rociados con agua templada para ablandar la cáscara y… ¡sorpresa! Alguno empezó a piar dentro del cascarón y empezaron a picar el huevo para salir.
Al día siguiente, nos encontramos que habían nacido dos pollitos. Todo el cole estaba emocionado y a lo largo de la mañana pudimos ver con nuestros propios ojos nacer a un pollito.
A partir de ese día, tuvimos numerosas visitas a nuestra clase. Familias y otros compis del cole, vienen cada día a pasar un ratito con los pollitos, mientras vamos observando cómo cambian y van creciendo.
En total nacieron 13 pollitos, a los cuales cuidamos y queremos como si fuesen uno más del cole, por ello les hemos puesto nombre y hemos estudiado sus diferencias para conocerlos y diferenciarlos unos de otros.
Hasta que crezcan seguirán en el cajón con la bombilla para darles calor. Después, algunos compis del cole ya se han ofrecido a acogerlos en su casa, ya que en el cole, aunque nos gustaría, no tenemos espacio suficiente para ellos.
Ha sido un proyecto totalmente vivencial y muy emocionante, ya nos estamos preparando para el siguiente animal que pueda nacer de un huevo en nuestra clase… ¿Qué será?