‘Unidos por la emoción’ fue el lema de los Juegos Olímpicos de Tokio y el tema del XI Concurso de Microrrelatos-Biblioteca Miguel Artigas. Dos estudiantes del colegio San José de Astillero, Raúl González Pérez y Carmen Valdés, fueron los vencedores en sus respectivas categorías. Ambos comparten en nuestra revista los relatos ganadores y Raúl nos cuenta cómo fue la entrega de premios.

Seis niños de diferentes colegios y categorías recibieron un diploma y un regalo de la mano del alcalde de Astillero, Javier Fernández Soberón, que aprovechó para felicitarles por su esfuerzo. Tras la entrega de premios, celebrada en la Sala Bretón de Astillero, los participantes y sus familiares pudieron disfrutar de una exposición de pintura a cargo de la pintora Carmen Arguijo, que les explicó el contenido de su exposición. Después, en esa misma sala, se interpretó la obra de teatro ‘Veoleo’, dirigida a los más pequeños.

UNIDOS POR LA EMOCIÓN

La emoción es un sentimiento muy intenso provocado por un hecho, una idea, o un recuerdo.  Cuando este sentimiento es fuerte mueve a las personas a realizar acciones a veces positivas, pero a veces negativas.

Hay muchos tipos de emoción:  alegría, ira, tristeza… Sin embargo, las dos fuerzas que mueven el mundo son dos emociones contrarias: el amor y el odio.

La fuerza y la energía que nos da un sentimiento fuerte de tristeza, por ejemplo, (cuando vemos gente discapacitada, o necesitada, niños hambrientos, etc.…) genera en nosotros una empatía que se traduce en solidaridad, que nos recuerda que el ser humano está ‘Unido por la emoción’ y a través de la cual hay personas que dejan su mundo de comodidad para ayudar al prójimo más desfavorecido.

Las Olimpiadas son un claro ejemplo de esa unión que genera una emoción conjunta, como es la alegría de ver a tu país luchando y consiguiendo medallas gracias al esfuerzo.

Por desgracia, la emoción contraria al amor, que genera solidaridad, es el odio, que ha provocado y provoca peleas y guerras a lo largo de la historia.

Por mi parte, como niño de 12 años, mi emoción más frecuente es la alegría, aunque a veces veo cosas que me generan tristeza y que intento solucionar, como por ejemplo no dejar que nadie se sienta apartado.

Es bonito experimentar emociones, pero tenemos la capacidad de controlarlas cuando nos pueden llevar a actos negativos.

Raúl González Pérez

 

LA MEJOR RECOMPENSA

Al guardar en la maleta sus pertenencias para regresar a España, pensó que junto con su medalla de oro también volvían a casa muchos años de sacrificio, esfuerzo y superación. Recordó sus primeros entrenamientos a los que siempre la llevaba su padre, los madrugones del fin de semana y el frío que pasaban en invierno.

Ahora todo se veía compensado por la alegría de saber que había conseguido su sueño, representar a su país, el cual estuvo animándola en la distancia y todos “unidos por la emoción”.

Su victoria era un poco la victoria de todos. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en su cara.

Carmen Valdés Gómez