CantabRobots es una concentración de institutos que cursan la asignatura de Robótica en Cantabria en la que se realizan competiciones de sumobots y velocistas. Los diferentes institutos llevan sus proyectos y los exponen libremente por la zona donde transcurren las competiciones.
Llevamos dos semanas enfrascados en la construcción de un robot arduino para el CantabRobot. Para ser la primera vez es poco tiempo, pero lo importante es participar y probarlo; se podría decir que vamos para degustar, para dar un mordisquito a ese quesito y hacer nuestros primeros ‘pinitos’ en el mundo de la robótica. Nos dividimos en cuatro grupos; tres grupos construyeron sumobots y uno, el mío, construyó un velocista.
Nuestro grupo fue el primero en terminar la construcción del robot y tuvimos dos días para reprogramar y así mejorar el programa determinado del arduino velocista. Nuestros compañeros tuvieron que darse más prisa, pero los terminaron a tiempo.
¡Por fin! El esperado día había llegado. Transportamos los robots en el coche del profe. Nosotros fuimos en el autobús público, algo que espero que por favor no hagamos el próximo año, porque tuvimos que volver andando, pero igualmente fue divertido. Cuando llegamos a la estación de autobuses nos juntamos ambos institutos y debo admitir que parecían más preparados que nosotros. Cuando entramos en el polideportivo de Colindres vimos la situación: Mogollón de máquinas, personas y robots se encontraban allí. Había una mesa para cada instituto. Nos pusimos manos a la obra, comprobamos el programa, buscamos el Jumper, que pensábamos que lo habíamos perdido. El Jumper es una especie de cápsula que se encaja entre dos alambres de metal para que circule la corriente. Lo que ocurre es que esta cápsula tiene otros alambres de metal dentro que conectan los alambres que salen de la placa arduino, se encajan y conectan la corriente. Sin él no podíamos usar nuestro robot. Por suerte lo encontramos, conectamos y colocamos una pila nuevecita para que fuera a tope. Por último, estuvimos probándolo en el circuito de pruebas y le programamos unos ajustes en los giros fuertes y suaves y conseguimos que el motor llegara justo a su límite sin salirse de las curvas cerradas, con lo cual, el velocista iba genial. Había algunos que eran tan principiantes como nosotros y tenían el mismo robot, aunque encontré bastantes excepciones muy originales, tanto sumobots como velocistas diferentes.
Allí, en CantabRobots no sólo había competición, sumobots y velocistas, también los diferentes institutos habían hecho proyectos y los tenían expuestos en sus respectivas mesas. El IES Santa Clara tenía bastante nivel, en mi opinión.
En cuanto a nuestro velocista… Se nos salió una rueda en medio de la segunda ronda y nos eliminaron. De nuestros compañeros, uno quedó semifinalista y un chico de FP de nuestro instituto ganó. No pude averiguar su nombre, pero me alegro de que haya ganado. Los velocistas más interesantes sin duda eran los de los universitarios; corrían un montón y eran muy pequeños. Los sumobots de estos también eran alucinantes aunque, curiosamente, un sumobot de un chico de la ESO venció al sumobot ganador de la competición de universitarios.
Y con esto espero que os hayáis podido unir un poco a la tecnología que cada vez forma más parte de nuestra vida. Asistir a CantabRobots me dio una creatividad y unas ganas de ser inventora, robótica, programadora… De todo un poco. Puede que solo nos dieran un premio de consolación, pero lo siento como un premio bien ganado. Lo hemos intentado, que es lo más importante, y lo mejor de la experiencia ha sido probar nuestro trabajo y examinarlo, comparar el de otros. Me encanta mi instituto y sus ideas ingeniosas. Para el próximo estaremos más preparados y ojalá también llevemos proyectos.
Tengo en el vídeo algunos momentazos y errores del CantabRobots.