Entrevistamos a Raquel Gutiérrez Sebastián, profesora en la Universidad de Cantabria donde imparte asignaturas relacionadas con la Literatura. Nacida en Santander el 8 de mayo de 1966 en el seno de una familia de profesores, siempre tuvo clara su vocación. Ella nos habla de su trayectoria profesional y reflexiona sobre cómo influyen las redes sociales en la expresión de los adolescentes.
Pregunta.- ¿Qué asignaturas enseña?
Respuesta.- En la universidad cada año se cambian las asignaturas. Yo enseño Literatura Infantil en el Grado de Magisterio en Educación Infantil y también enseño en Educación Primaria todo lo que tiene que ver con Literatura y educación literaria y creatividad. Esto en la universidad se divide en cuatrimestres: hay asignaturas del primer cuatrimestre, que serían hasta enero, y asignaturas del segundo cuatrimestre, que son desde enero hasta junio; en el segundo cuatrimestre yo enseño asignaturas en el Máster. Estoy enseñando ahora Aprendizaje y Enseñanza de la Lengua Castellana y Literatura para personas que quieren ser profesores de Secundaria. También estoy enseñando en el de Segundas Lenguas para quienes quieren ser profesores de Inglés, de Francés o de otra lengua.
P.- Si le dijese a su «yo» de 10 años que sería profesora, ¿cómo cree que reaccionaría?
R.- Es una pregunta difícil y a la vez interesante, porque yo siempre he querido ser profesora, ya que mi madre es profesora y yo vivía en la escuela. Cuando yo era pequeña, en algunos lugares del interior de Cantabria y de muchos sitios de España, las escuelas tenían unas casas donde vivían los maestros, entonces mi madre, que es maestra, pues vivía en una escuela. Para mí era como lo más natural ser maestra, aunque nunca hubiera pensado en ser profesora de la universidad, esto vino después. Me gustaba enseñar, sabía que no tenía paciencia para enseñar a niños pequeños, pero sí a personas de vuestra edad.
P.- ¿Al principio le costó ser profesora?
R.- Los primeros dos meses fueron muy duros, porque yo empecé siendo profesora cuando tenía muy poquitos años, recién salida de la facultad. A los pocos meses empecé a dar clase, no tenía ninguna experiencia y cuando empecé a dar clase tenía muchos alumnos que tenían más edad que yo y, bueno, cuando sales de estudiar mucho y de la universidad, tú crees que los alumnos van a entender lo que explicas. Yo empecé a explicar todo, sintaxis y todo lo que yo había aprendido en la universidad. Al cabo de dos meses pensaba que lo estaba haciendo muy bien, pero vino el delegado de clase y me dijo: “Oye, Raquel, que es que no entendemos nada desde que hemos empezado”. A partir de ese momento entendí la importancia de los que están al otro lado de la clase, porque si a vosotros no os interesa lo que yo os cuento, no vale para nada que os lo cuente. Entonces los dos primeros meses fueron muy duros, pero siempre me ha encantado dar clase y entiendo que es una cosa como ser médico, no puede ser que no te guste estar con gente.
P.- ¿Qué opina sobre la forma de escribir de algunas personas en redes sociales?
R.-Siempre tenemos que escribir con respeto, aunque no escribamos el “qué” como “q” o pongamos un emoticono, eso lo entiendo; lo que no me parece bien es usar las redes sociales para, a través del lenguaje, faltar el respeto a la personas y también creo que tenemos que distinguir entre los momentos en los que estamos escribiendo para que nos lea todo el mundo, incluso en las redes sociales, ya que en esos momentos hay que tener mucho cuidado de cómo escribimos, no solamente porque escribamos con faltas de ortografía, sino porque a veces escribimos tan mal que no se entiende lo que escribimos, o lo que queremos decir. Yo creo que en esos momentos hay que ser muy cuidadoso, o cuando escribimos un mensaje en una red social como Tiktok o Instagram, porque ahí a veces puedes poner una abreviatura y eso yo no lo considero menos negativo, pero tenemos que pensar que siempre que escribimos en una red social, al final alguien puede reenviar nuestro mensaje y sacarse de contexto.
P.- Siendo profesora, ¿cree que de alguna manera la mala ortografía en las redes sociales influye o podría influir a sus estudiantes?
R.-Yo creo que sí, porque al final a vosotros lo que más os cuesta es cambiar de discurso. Hay un discurso formal que se utiliza en las clases o en el instituto y luego hay un discurso informal que se utiliza en las redes sociales o con los amigos y la persona que sabe escribir bien, el buen escritor, sabe distinguir cuándo y cómo se deben utilizar cada discurso. Pero vosotros como todavía no tenéis mucha capacidad de distinguir cada tipo de registro, pues casi siempre los usáis indebidamente. Por eso hay que procurar siempre un discurso por lo menos correcto. Me acuerdo cuando daba clase en el instituto que les decía a estudiantes como vosotros que escribieran una carta al director porque querían taquillas para guardar las cosas y había alumnos que le escribían como si fuese un amigo. Entonces, ante la duda, siempre hay que usar un discurso formal.
P.- Si los influencers y los famosos de las redes sociales escribieran bien, ¿piensa que sucederían cambios positivos?
R.-Sí, yo creo que sí, porque ellos influyen a sus seguidores, por eso son llamados influencers. Pero, además, es que esta gente por regla general no tiene estudios y los modelos que nos presenta, igual que los modelos de ropa, son unos modelos muy discutibles. Hay personas que sí podrían hablar formalmente, pero la mayoría no tienen esa capacidad. Nuestros modelos e influencers deberían ser personas que destacan, por ejemplo, en el deporte, que destacan como activistas en la ecología, personas muy interesantes porque ayudan a los demás, o porque son solidarios. Ellos deberían de ser nuestros modelos.
P.- ¿Qué les recomienda a los que escriben mal en redes sociales para que escriban mejor?
R.- Sobre todo recomiendo a los que escriben en redes sociales, escribamos bien o mal, que leamos antes de darle a “enviar”, porque solamente con eso ya estaremos reflexionando sobre lo que hemos escrito. Yo os recomiendo siempre la reflexión sobre lo que habéis escrito, reflexionar antes de publicar en redes. Incluso, que lo leamos en voz alta, porque a veces estamos poniendo justo lo contrario de lo queremos escribir. Y, sobre todo, recomendaría que no escribiéramos tanto a gente que no tiene tanta importancia y que no conoces.