Sobre la libertad, las convicciones y los métodos para alcanzarlas hemos charlado con Gabriel Rufián, diputado de Esquerra Republicana en el Congreso de los Diputados y azote verbal del constitucionalismo.
No ha resultado difícil, ni ha requerido mucho esfuerzo. Sólo ha bastado proponérselo y Gabriel Rufián (Santa Coloma de Gramanet, 1982) se ha puesto a nuestra entera disposición. Hemos charlado con él por videoconferencia, sin límite de tiempo ni preguntas, y ha sido como esperábamos, un chico malo encantador. Diplomado en Relaciones Laborales, máster en Dirección de Recursos Humanos, experto en selección, formación y comunicación, casado y con un hijo, hogareño, de gustos sencillos, de verbo fácil, hábil comunicador y extremadamente escurridizo, Rufián ha dado toda una lección de cómo defender una causa con vehemencia y sin un ápice de empatía por el contrario. Incisivo y corrosivo, una idea aparece como un martillo en su discurso. El problema es de España, no de Cataluña. La batalla política que se libra estos días es por la democracia, no por ninguna independencia.
Con todos ustedes, el diputado de Esquerra Republicana de Cataluña Gabriel Rufián en estado puro.
Pregunta.- ¿Quién es Gabriel Rufián?
Respuesta.- Daría para un rato pero, resumiendo, soy una persona bastante corriente y ahora mismo diputado en el Congreso de los Diputados de Esquerra Republicana.
P.- Si en estos tiempos se reclama tanto el diálogo, ¿es bueno ser tan provocador?
R.- Hace unos días un periodista me preguntaba por qué era “un chico malo”. Yo no soy ni un chico malo ni un provocador, lo que pasa es que preguntamos cosas en las instituciones por las que nadie pregunta. Si preguntar a Esperanza Aguirre, por ejemplo, cómo es posible rodearse de tanto corrupto y estar señalada por insignes corruptos es ser provocador, es que tenemos un problema bastante gordo. Yo diría que es ser digno y lo más decente posible intentar representar de la mejor manera posible, con toda la humildad pero también determinación, a toda la gente que te vota. Al final, nosotros lo que intentamos es defender unos valores, en este caso republicanos, y nos parece que es bastante importante decir aquello que en la calle se dice. Recuerdo que en mi primer discurso parlamentario tuve que interpelar a la Defensora del Pueblo y le tuve que decir que en la calle me habían dicho “¿y a qué pueblo ha defendido?”. Y sobre el diálogo, solo un recordatorio: nosotros hemos pedido hasta 18 veces, repito 18 veces, un referéndum pactado con el Estado y nos han dicho 18 veces “no”. De hecho, esta última vez nos han dicho tanto que no, que nos han encarcelado después de apalearnos. Lo curioso es que se ha instalado, por parte sobre todo de la caverna, la idea de que el malo, de que el provocador, no es quien apalea, sino que es quien pregunta cosas que están un poco feas, sobre todo para PP, PSOE y Ciudadanos.
P.- ¿Qué hace un experto en recursos humanos y selección de personal metido en política? ¿Cree que para ser diputado habría que hacer un casting?
R.- No, yo creo que lo que hacemos es muy sencillo. Mi trabajo lo podría hacer cualquiera con un mínimo de sentido crítico, de conciencia de clase y con plena conciencia de tu origen. No hace falta tener ningún título para poder dedicarse a política. Yo soy tremendamente reacio a ese discurso clasista que dice que la política es una especie de Santo Grial que solamente pueden hacer los elegidos. Los mejores políticos que he conocido en mi vida son gente que igual no había estudiado nada por su situación económica o por su clase social. De hecho conozco gente que con tres o cuatro carreras tienen la empatía de un escarabajo y gente que no tiene ninguna formación pero siente y padece lo que ocurre en la calle.
P.- Yendo por el tema de educación, usted que tiene un máster, ¿cree que la universidad española está tan podrida en el tema de los postgrados como indica el caso Cifuentes?
R.- La verdad es que yo creo que sería un tanto injusto generalizar. Estamos hablando de un caso muy concreto, que es la Universidad Rey Juan Carlos, y de un partido político muy concreto que ha parasitado absolutamente todas las instituciones, incluida esta.
P.- Para manejar la comunicación en las redes sociales con el ingenio que usted lo hace, ¿se nace o se hace?
R.- No tiene ningún tipo de mérito. A mí, por ejemplo, se me critica sobre todo por parte de estos mismos que creen que la política es algo muy complicado. Un tuit es una frase y la política toda la vida se ha conformado en torno a grandes frases, que han resumido grandes conceptos. Yo al final cuando veía a los políticos en la tele o los escuchaba en la radio siempre pensaba lo mismo: ¿por qué este tipo está diciendo durante 40 minutos lo mismo?, que lo diga en una frase que lo entendemos perfectamente. Parafraseando a un tipo que se llamaba Lenin, nos tienen que entender hasta las cocineras, con la connotación machista obviamente de la época. A los políticos se nos debería entender claro con pocas palabras, esa debería ser la normalidad, no la anormalidad.
P.- ¿Hoy en día, dónde se hace más política, en los medios de comunicación y redes sociales o en el propio Parlamento?
R.-En los medios de comunicación. Guste más o guste menos la política hoy en día no se hace en un Congreso, sino que se hace en un plató de televisión, y a los hechos me remito. Nosotros, por ejemplo, sabemos perfectamente que si sacamos una impresora en el Congreso nadie va a explicar por qué. En un plató de televisión van a decir que yo soy un tarado, pero yo quería explicar el hecho de que el Gobierno está enviando a la Guardia Civil frente a puertas de imprentas y de medios de comunicación en busca de papeletas. Nos parecía que era algo bastante visual para denunciar ese hecho. Nosotros sabemos perfectamente que si sacamos unas esposas en el Congreso, en un plató de televisión van a decir que soy un tarado, no van a explicar el por qué, pero nosotros intentábamos denunciar el hecho de que se estaba encarcelando a compañeros. Sabemos perfectamente que si preguntamos en el Congreso por qué la gente va a tener que pagar a Florentino Pérez 1.350 millones de euros en el Castor, no van a sacar eso, van a sacar cuando yo me equivoco y digo “ivernar” por invernar, gravísimo, yo lo entiendo. Nosotros sabemos perfectamente que si preguntamos a Esperanza Aguirre qué le parece que sus compañeros sean corruptos, van a sacar cuando yo digo doceava en lugar de decimosegunda. Gravísimo, seguramente, pero al final la pregunta que nos tenemos que hacer es ¿por qué? Y la respuesta es porque el cuarto poder tiene más poder que nunca y hace ganar y perder elecciones. La buena noticia es que nosotros ya hace mucho tiempo que intentamos interpelar los medios de comunicación. El día que según qué medio de comunicación hable bien de mi es que estoy traicionando a la gente que me vota. Nosotros intentamos interpelar con humildad a la gente que se informa por redes sociales, a través de YouTube y, sobre todo, que les empiezan a chirriar lo que pasa, que no es normal lo que pasa, yo creo que es lo más importante.
P.-Usted ha firmado que España tiene una democracia ‘low cost’, donde se encarcela a la gente por cumplir un programa electoral, ¿se puede introducir en un programa electoral cualquier promesa aunque sea ilegal?
R.-Ilegal es ir en contra del artículo 47 o el 128 o el 50. El 47 garantiza un techo. El artículo 128 garantiza un reparto justo de la riqueza y el artículo 50 garantiza unas pensiones dignas. Yo diría que eso es lo ilegal, yo diría que eso es lo anticonstitucional. De hecho, yo creo que la misma frase de decir votar e ilegal debería ser un oxímoron. Nosotros no lo acabamos de entender, seguramente sean cosas nuestras, y es que estamos medio locos dos millones de personas y setenta diputados en el Parlamento de Cataluña.
P.- ¿Qué puede hacer Esquerra Republicana de Cataluña? ¿Y qué se puede hacer desde Cataluña para desbloquear esta política?
R.-Pues la verdad es que me sorprende mucho esa pregunta. Primero hemos votado el 100% en las iniciativas en pos de la dignidad y en contra de la pobreza definitiva de la gente viva donde viva, y me refiero a las iniciativas de Podemos, el 100%. Nosotros hemos votado una moción de censura, que nacía derrotada porque el Partido Socialista Obrero Español votaba en contra, la moción de censura de Podemos, y nosotros de hecho hace dos meses ofrecimos una moción de censura absolutamente gratis al PSOE, si no lo sabíais seguramente es por algo, pero la ofrecimos y es porque nos parece importante, porque ya no solo estaríamos echando de La Moncloa a corruptos, sino también a carceleros, así que espero haber sido lo suficientemente claro.
P.- ¿Qué falló en las conversaciones entre Oriol Junqueras y Soraya Sáenz de Santa María?
R.- ¿Que no las hubo?
P.-Con todo lo que está pasando, ¿qué mensaje está calando en las nuevas generaciones catalanas? ¿Y qué futuro nos espera?
R.- La verdad es que las nuevas generaciones catalanas, como tú las llamas, están saliendo a la calle ya no por unas siglas, ya ni siquiera por la autodeterminación de su país, que también, sino por la defensa de los derechos civiles, porque al final la pregunta que nosotros siempre hacemos es “el siguiente quién será”. Se está encarcelando a la disidencia política, el siguiente pueden ser cualquiera. Esa especie de cantinela que dice “bueno, es que también los meten en la cárcel porque provocan”. ¿Alguien cree que nosotros seamos los únicos en ser encarcelados si no contestamos, si la gente no sale a la calle? La respuesta es que no. Esta regresión democrática será para todos. De hecho tampoco hace falta tener mucha memoria, yo creo que aquellos que mintieron con el Yak 42, aquellos que mintieron con el 11M, aquellos que mintieron con Irak, aquellos que están mintiendo con sus másteres… Igual también os están mintiendo con Cataluña.
P.- ¿Qué tiene Junts Per Catalunya que no tenga Esquerra Republicana para que su partido no sea la cabeza de la soberanía en Cataluña?
R.- Lo importante era que el bloque, la mayoría total y absoluta independentista, se mantuviera. Y ya hace muchísimo tiempo que el bloque independentista no competimos entre nosotros. A mí lo que me supo mal fueron los malos resultados de la CUP. Nos parece bien la fortaleza de la ANC, de OMNIUM, definitivamente de todo bloque independentista, porque el adversario político es el bloque monárquico o el bloque del 155, y eso lo tenemos bastante claro.
P.- Si en lugar de personalidades tan fuertes como Puigdemont o movimientos como ANC hubieran tenido más protagonismo partidos como Esquerra, ¿estaríamos en una situación diferente?
R.-ANC, OMNIUM, Esquerra, la CUP, demócratas, PDeCAT, los CDR, incluso algún sindicato, cuando salen a la calle de manera unitaria, cuando se presentan de manera unitaria a unas elecciones, desde fuera, nadie se pregunta ¿Por qué? Es decir, ¿cómo es posible que formaciones políticas, entidades políticas, entidades sociales tan diferentes, desde el centro derecha hasta la izquierda más rupturista se unan? ¿Cómo es posible que Carles Puigdemont y Ana Gabriel se pongan de acuerdo? ¿Nadie se pregunta eso desde fuera? El movimiento independentista no esta condicionado por personalidades. Ni para lo bueno, ni para lo malo. Uno de los mantras de los constitucionalistas es lo de Jordi Pujol. Cuando a nosotros nos dicen, ¿y Pujol, qué? Y es curioso porque Pujol es un señor que primero pactó con Felipe González, después pactó con José María Aznar y llegó a ser el español del año. Igual es más suyo que nuestro.
P.- ¿Cuál es el futuro de Cataluña?
R.-Pues espero que sea el que la gente quiera que sea, igual que el futuro del Estado español o de las naciones sin estado. Del Estado español espero que su futuro sea tener democracia y, en mi caso, lucharé para que Cataluña sea una república con valores republicanos y sociales.
P.- ¿Y cuál cree que será el futuro de los encarcelados?
R.-Yo creo que hay algo que a veces se nos olvida comentar por dramático, pero hay que tener en cuenta que Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y, en definitiva, toda la caverna mediática que les protege y les blanquea, ganan elecciones teniendo a nueve personas encarceladas por sus ideas. A mí me gusta muy poco lo que piensan Rivera, Sánchez y Rajoy, pero jamás me gustaría verles en la cárcel por sus ideas, de hecho si algún día están, y espero que nunca lo estén, yo me manifestaré en contra de todo eso. Espero al menos que, como mínimo, los puedan acercar a las cárceles catalanas para que sus hijos no tengan que recorrer 600 kilómetros para verlos.
P.-Siendo un hombre con raíces andaluzas, ¿cómo ha llegado a ser un independentista catalán que quiere la emancipación de una región española?
R.- Porque soy republicano y de izquierdas. A mi me enseñaron que ser de izquierdas significaba la defensa del derecho de autodeterminación de los pueblos y, por eso, también decimos ¡Viva Andalucía libre! ¡Gora Euskalherria Askatuta!
P.-Si hubiese una supuesta república española, ¿usted estaría a favor de integrar en ella a Cataluña?
R.-A mí me encanta la ciencia ficción, y me encantaría que el PSOE fuera de izquierdas, pero no. Decía Castelao una frase con la que me siento identificado: “Yo fui federalista hasta que me di cuenta que no había nadie que se quisiera federar conmigo”. Nosotros lo que siempre decimos es que la única amenaza al régimen del 78, la única amenaza a Rajoy, Sánchez, Rivera y lo que representan, guste más o guste menos, es el proceso político vivido en Cataluña, y a los hechos me remito. Si Cataluña lo consigue, lo conseguirá el resto del Estado, y nosotros lo único que pedimos a las fuerzas del cambio en España es reciprocidad, y aquel que crea que el proceso político vivido en Cataluña va en contra de las aspiraciones españolas republicanas, que venga por aquí y que pase un día, que se lo pasará bien.
P.- ¿Y el futuro de Cataluña lo ve en Europa?
R.- Eres un poco ‘cuñao’ (risas). Sí, nosotros somos europeístas, inequívocamente europeístas, pero también muy críticos. Yo creo que esta UE, en muchos casos, siendo generosos, no vive su mejor momento, solo hace falta recordar la gente que muere en el Mediterráneo o lo que pasa en las fronteras de Ceuta y Melilla… Pero aun así, nosotros queremos estar dentro de Europa y reformar Europa y la verdad es que esperamos lo mejor de Europa. Hoy en día estamos viendo a cinco países investigando y judicializando el mismo caso, el caso de la autodeterminación de Cataluña. Me refiero a Reino Unido, Bélgica, Alemania, Suiza y España. Solamente en uno de esos cinco países se considera delito lo que ocurrió el 1 de octubre, que la gente votara, y se llama España.
P.- ¿No le da pena que todo este proceso haya dividido a la sociedad catalana?
R.- La verdad es que lo que divide a una sociedad es un desahucio, no que la gente vote, y ahora mismo el debate que hay en la sociedad es entre democracia sí, o democracia no. Los que estamos divididos es entre demócratas y no demócratas, porque nos parece indignante que, por ejemplo, Oriol Junqueras lleve casi doscientos días en la cárcel, sin sus hijos, en una celda de once metros, que los tenga que ver detrás de un cristal, yo creo que no hace falta ser independentista para que te parezca una absoluta indecencia.
P.- ¿Qué le diría a su yo del pasado?
R.- Estudia Periodismo y estudia un poco más. En mi época para entrar en la carrera de Periodismo había que tener un 7,3 y yo saqué un 7 y, evidentemente, no tenía dinero para pagarme una universidad privada.
La fotografía procede de la web de Esquerra Republicana