Las marismas de Alday, situadas junto al centro comercial Valle Real de Camargo, han resultado ser un gran descubrimiento para el alumnado de 3º de ESO del colegio Purísima Concepción de Santander gracias a ‘Life Anillo Verde’, el proyecto que la Fundación Naturaleza y Hombre promueve con ayuda de los fondos europeos. El especialista de la Fundación, Luis, explicó con gran detalle las peculiaridades de este ecosistema, una llanura intermareal en la que en otro tiempo se mezclaban las aguas de la ría de Raos y el canal de Alday con las del Mar Cantábrico. Actualmente solo la zona salada posee influencias mareales. La vía de FEVE cruza la marisma partiéndola en dos: la zona salada y la dulce.
Estudiantes y profesores han podido ver muy de cerca una garza blanca, patos buceadores, zampullines… Con los prismáticos de largo alcance han podido observar los detalles de los plumajes y coloridos de los patos de cuchara o el pato llamado “gallineta”, también aves migratorias como las golondrinas. Este es un espacio de gran interés ornitológico y ambiental, siendo el hábitat de numerosas aves acuáticas y lugar de estancia temporal y refugio de otras muchas durante las migraciones que se producen cada año.
Además, el alumnado ha podido aprender sobre la vegetación propia de las marismas como son: el carrizal, el junco y la espadaña. Todas ellas tienen propiedades medicinales, según explicaba el guía.
El paraje verde y frondoso es sorprendente entre tanta civilización, vías del tren, centros comerciales y carreteras. Les acompañaba el trinar de un ruiseñor barbado durante todo el recorrido, pues los árboles actuaban de barrera sonora y apenas se apreciaba el ruido del tráfico. Sobre la vegetación los estudiantes también han podido descubrir los olores y propiedades del hinojo, la cola de caballo o el laurel, entre otros.
Las especies invasoras, tanto animales como vegetales, suponen un problema que hay que gestionar y controlar. Por ejemplo, el cangrejo rojo o el plumero, uña de gato o bambú japonés. El principal objetivo de la salida es el de concienciar al alumnado de la necesidad de conservar espacios naturales como este.
Esta reserva cuenta con tres observatorios y un mirador que facilitan la observación de las aves de la marisma. Además, existe una amplia red de sendas que conecta los diferentes puntos de observación. La visita a la marisma permite acceder a la zona salada a través de la Casa de la Naturaleza, situada en el aparcamiento del centro comercial Valle Real, mientras que la entrada a la zona dulce se encuentra en las proximidades de Makro. A pesar de ello, recientemente se ha instalado una pasarela en el apeadero de FEVE del centro comercial, que permite unir de manera peatonal y sencilla las dos zonas de la marisma.