El cuidado emocional es el gran reto de la escuela de hoy. Una de nuestras rutinas en 1° A del CEIP Menéndez Pelayo de Torrelavega es llegar al aula y utilizar el cuaderno de mindfulness para aumentar la felicidad en nuestra vida diaria. En la clase de 1ºB, hemos ido realizando actividades variadas adaptadas al momento concreto en el que era interesante tratar emociones por motivos diversos.
El cuaderno de mindfulness consta de una lámina plastificada para las respiraciones conscientes y emociones, hojas para recoger pensamientos positivos, mandalas y lunesticias. Y ¿para qué utilizamos cada una de estas cosas?
Al respirar conscientemente aprendemos a expresar nuestras emociones, a manejarlas observando nuestro estado de ánimo, calmando la mente y activando el cuerpo, intentando llevar la atención a nuestra respiración, para dejar más espacio entre las emociones, los pensamientos y el momento presente.
Por otro lado, los pensamientos positivos son poderosos. Una de nuestras metas es crear un cerebro positivo y radiante de forma sencilla usando afirmaciones positivas. Lo que te sucede y lo que piensas sobre lo que sucede tienen el mismo peso neurológico para tu cerebro o, dicho de otro modo, la repetición de pensamientos hace que se integren en tu red neural, por lo que es más probable que en el futuro sigas pensando más de lo mismo y sintiéndote de la misma forma.
Reemplazamos la negatividad por experiencias positivas. Las afirmaciones positivas no son mágicas y no tienen el poder de cambiar las situaciones por sí mismas, pero sí el potencial para transformar la forma en que percibimos e interpretamos esas situaciones.
Por último, las mandalas son una forma de meditación que nos ayudan a focalizar la atención. De este modo, propician la armonía, ya que a través de sus formas y colores fluyen energías, que transforman los aspectos negativos en positivos, aportando equilibrio a nuestro día.
EDUCACIÓN EMOCIONAL EN 1ºB
Desde el inicio del curso, hemos considerado necesario trabajar no solo los contenidos curriculares sino también otros contenidos que nos parecen igual de importantes a la hora de desarrollar una educación integral en nuestro alumnado. En la clase de 1ºB hemos ido realizando actividades variadas adaptadas al momento concreto en el que era interesante tratar emociones por motivos diversos.
Hemos dividido nuestro trabajo emocional en tres actividades:
-Sesiones de relajación
Cuando hemos trabajado concienzudamente, nos merecemos una sesión de calma y relajación para que nuestra mente descanse y baje el ritmo de trabajo y esfuerzo. Para ello nos servimos de un fondo musical relajante y del suelo de nuestra aula para tumbarnos en la postura que considere cada uno más cómoda y relajante. Usamos abrigos y mantas para ampliar el confort y, cerrando los ojos, dejamos que nuestra mente camine libre por nuestros pensamientos hasta que termina por recogerse en un estado de inactividad que nos proporciona una desconexión increíble. ¡Os animamos a probarlo! Eso sí, como todo lo bueno, requiere de paciencia porque nuestra mente es tan lista que la cuesta dejar de trabajar y pensar. Espera por lo menos 5 minutos y verás que a gustito estarás después.
– Cuaderno de las emociones
En nuestro cuaderno, dibujamos con emoticonos nuestros sentimientos respecto a distintos momentos o situaciones que hemos vivido. ¿Qué tal nos ha sentado volver al cole tras las vacaciones?… No lo explicamos, lo dibujamos. ¿Cómo me he sentido en el recreo tras pelearme con algún compañero? Lo soluciono y lo dibujo…
¿Sabíais que dibujando y coloreando canalizamos nuestros sentimientos y conseguimos apaciguarlos cuando no encontramos otra manera para hacerlo?
-Recetario de sentimientos
Hemos creado un recetario en el que cada vez que sintamos alguna emoción que no sepamos canalizar, podamos acudir a él y consultar los pasos para conseguir un buen plato de calma y tranquilidad.