Xosé Cobas es un ilustrador de origen gallego que trabajó durante más de diez años en ‘La Voz de Galicia’ antes de centrarse en la literatura infantil y juvenil. Suyas son las ilustraciones de ‘Nube de neve’, ‘El pazo vacío’ o ‘La casa de la luz’. El curso pasado visitó el CEIP Ramón Pelayo de Santander y pudimos escucharle, disfrutar de su facilidad para dibujar y mantener un coloquio con él. Después, Valeria y Nereo, estudiantes de sexto, le hicieron esta entrevista.

Pregunta. – ¿Dibujabas cuando eras niño?
Respuesta. – Dibujaba cuando era niño y era niño cuando dibujaba. En mi infancia, dibujaba mis bicicletas favoritas en la acera de la casa de mi abuelo. A mí no me dejaban contar las historias, porque entonces inventar historias era como decir mentiras. Y como no las podía decir, las dibujaba. 

P.- ¿Hubo algo o alguien que te inspirara para ser ilustrador?
R. – Si te gusta dibujar y luego aprendes más sobre el dibujo, y empiezas a asociar el dibujo al color y empiezas a construir y a inventar, y esos inventos empiezas a pasarlos al papel, y más tarde lo pasas al lienzo, … estás enganchado en ese proceso de creación.

P.- ¿Qué técnicas sueles utilizar para realizar tus ilustraciones?
R. – Por lo general, utilizo técnicas mixtas como el óleo, el pastel y el lápiz; y a veces utilizo las manos como he hecho antes, manos que están llenas de color. Me expreso muy bien a través del óleo, precisamente porque procedo del mundo de la pintura. Y también investigo mucho.

P.- ¿Qué tipo de libros ilustras?
R. – Ilustro literatura infantil pero antes hacia muchas ilustraciones para prensa, para revistas de Cultura, … Cuando entré en el mundo de la ilustración para literatura infantil y juvenil me abrió las puertas y acabé ilustrando también para literatura de adultos, lo cual también me gusta.

Xosé Cobas dibujando

P.- ¿Con qué escritor has trabajado en tus últimos libros?
R. – Hay un escritor con el que he trabajado muchos años, Xabier P. Docampo. Él me introdujo en el mundo de la ilustración y la mayoría de su producción la ilustré yo. Trabajábamos de una manera peculiar, ya que cada uno podíamos opinar sobre el trabajo del otro. Cuando Xabier, al que me unía una enorme amistad, falleció me sentí un poco huérfano con relación al diálogo con el autor.

P.- Si quiero ser ilustrador, ¿qué tengo que hacer?
R. –
Tienes que ilustrar, pero para ilustrar tendrás que hacer otras cosas antes; por ejemplo, ser muy buen lector.  Un ilustrador que no es lector tiene pocos recursos o son limitados. La lectura es elemental para poder ilustrar. El ilustrador es un traductor de lo que lee y su labor es complementar el mensaje del texto creando un discurso paralelo.

P.- ¿Se puede vivir dedicándose solo a la ilustración?
R. –
Es complicado vivir únicamente de la ilustración. Las editoriales no pagan demasiado, hay mucha competencia, … Bueno, no puedes ganar tanto como Amancio Ortega, dueño de Inditex. Se puede vivir dignamente, pero tienes que trabajar muchísimo.

P.- ¿Has pintado murales, estatuas, monumentos… además de libros?
R. –
Sí, he pintado murales para ludotecas, murales interiores. Nunca he pintado murales exteriores. También los he hecho en museos donde sabía que ese mural tan pronto terminase la exposición iba a ser destruido.