El alumnado de sexto del CEIP Mata Linares de San Vicente de la Barquera preparó varios juegos para sus compañeros del centro. Los niños y las niñas se agruparon en equipos internivelares para realizar las diversas pruebas propuestas por los dos grupos de sexto. Esto enriqueció mucho los juegos, ya que había participantes de distintas edades y así podían ayudarse unos a otros, además de tener la oportunidad de conocerse mejor en un ambiente más lúdico.

Decorando el árbol mientras repasamos los colores.

Con esta actividad, los mayores dicen adiós a las celebraciones navideñas en el colegio, ya que es su último curso en el centro. Quisieron despedirse a lo grande haciendo disfrutar a   todos sus compañeros y compañeras de un día de convivencia escolar.

Dando de comer a Papá Noel para que tenga energía.

Había juegos muy diversos y todos requetedivertidos y adaptados a cada etapa. Para Infantil pensaron en actividades que resultaran adecuadas como ‘Ponemos la mesa en Navidad’, que consistía en fijarse en una foto y, tras buscar los platos, vasos, cubiertos y servilletas por el patio tenían que poner la mesa de Navidad como aparecía en la foto. Otra actividad que también les gustó mucho fue ‘El muñeco de nieve’ en el que tenían que construir un muñeco de nieve con las piezas que habían preparado previamente los mayores. Estos son dos ejemplos entre las nueve pruebas preparadas para Infantil.

Pon la cara al reno.

En el caso de Primaria, las actividades eran también adaptadas al nivel del alumnado. ‘Encesta en el árbol’, por ejemplo, consistía en acertar con unas pelotas de ping-pong en los huecos que tenía un árbol de Navidad, a cada uno de los cuales se le había asignado una puntuación. ‘Decora tu árbol navideño’ consistía en colocar las bolas a un árbol, pero para conseguirlas tenían que superar ciertas pruebas o preguntas. Para otro reto que propusieron, necesitaban demostrar sus conocimientos de inglés y así repasaron el vocabulario del trimestre. Por cada palabra acertada conseguían una pieza de un ‘snowman’. Para superarla debían conseguir montarlo entero. Todas fueron muy divertidas y además contaron con la ayuda del profesorado, ya que había entre ellos “infiltrados” que poseían las letras que formaban el mensaje final. 

¡Casi tenemos el puzle!