El II Torneo de Ajedrez Educativo de los Centros Vicencianos (CEV) de Cantabria reunió recientemente en Polanco a cerca de 300 escolares de 5º y 6º de Primaria de los colegios Purísima Concepción de Santander, San José de El Astillero, Sagrado Corazón de Jesús de Santoña y La Milagrosa de Polanco, que ejerció de centro anfitrión. El torneo se celebró coincidiendo con el Día Mundial de Ajedrez, conmemorando la fecha en la nació José Raúl Capablanca.
A las 10:00 horas del 19 de noviembre se inauguraba la segunda edición del Torneo de Ajedrez educativo de los centros vicencianos (CEV) de Cantabria; una jornada divertida, llena de buena convivencia y muchas jugadas sobre la mesa. Junto a los 270 estudiantes de 5º y 6º de Primaria estaban la directora del colegio La Milagrosa, sede de esta edición, Sor Carmen Barrios; el director del colegio San José, Miguel Ángel Lavín; el director del colegio Sagrado Corazón de Jesús, Óscar López; el director del Colegio Purísima Concepción de Santander, Carlos Rodríguez; los organizadores del torneo, profesores y tutores del alumnado. Fue una competición en la que jugaron a pleno rendimiento y divirtiéndose.
La clasificación de los jugadores quedó de la siguiente manera:
6º de Primaria
1º.- Gabriel Álvarez García
2º.- José Antonio Martín
3º.- Miguel Zuazo Arrieta
5º de Primaria
1º.- Alba Sainz
2º.- Marco de Pablo Ruiz
3º.- Mamerto Quintanilla Herrera
La entrega de premios contó con la presencia y colaboración de la alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz Fernández; el primer teniente de alcalde y concejal de Hacienda, Obras, Servicios y Deportes, José Avelino Rodríguez Muriedas, y la concejala de Cultura, Educación y Juventud, Alicia Martínez Bustillo.
Foto de familia de los ganadores.
La iniciativa partió de los cuatro Centros Educativos Vicencianos (CEV) de Cantabria: La Milagrosa de Polanco, Sagrado Corazón de Jesús de Santoña, Purísima Concepción de Santander y San José de El Astillero. Este último había sido el encargado de acoger la primera edición del torneo.
Los participantes de este torneo, organizado por Elisa García Elío, Adrián Pozueta, Luis Díez Pérez y Joaquín García Cobo, eran estudiantes de 5º y 6º de Primaria de los cuatro colegios vicencianos. Los tres centros invitados se desplazaron desde sus localidades para jugar al ajedrez en el colegio La Milagrosa de Polanco en un campeonato que contó con un mayor número de participantes. La III edición, que se celebrará el 19 de noviembre del próximo año, cambiará su ubicación a uno de los tres centros que este año fueron invitados.
Los beneficios de esta disciplina educativa son muchos. El ajedrez se aplica a la enseñanza de una forma transversal a otras asignaturas y esto ofrece proyectos innovadores, útiles y motivadores para contribuir a una educación integral del niño y la niña.
Jugar es lo importante
En esta segunda edición jugaron todos los participantes durante tres horas, ya que el juego se planteaba de forma individual pero las partidas no fueron eliminatorias. Desde las 10.00 h hasta las 13:00h, los 270 componentes del torneo desarrollaron sus habilidades ajedrecistas. Se han visto 125 tableros con niños y niñas jugando en ellos durante toda la competición.
El 19 de noviembre no es un día cualquiera, es el Día Mundial del Ajedrez, fecha en la que nació José Raúl Capablanca, campeón del mundo de 1921 a 1927 y apodado “el Mozart del ajedrez”. Este cubano lo definió como “algo más que un juego, es una diversión intelectual que tiene algo de arte y mucho de ciencia y es, además, un medio de acercamiento social e intelectual”.
Entrega de medallas.
El ajedrez lleva muchos años en el proyecto educativo de los centros educativos vicencianos de Cantabria. Es, por tanto, una apuesta clara por desarrollar un juego que ayuda a mejorar el autocontrol, la memoria, la capacidad de concentración, la toma de decisiones, la gestión del tiempo, la atención y reflexión, la visión espacial de la realidad, táctica y estrategia, la resolución de problemas, incluso ayuda a cultivar el razonamiento lógico-matemático y el pensamiento creativo. Una herramienta pedagógica de primer orden que, en muchos casos, ayuda a mejorar el rendimiento escolar.
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