La facultad de Ciencias de la Universidad de Cantabria acogió el I Campeonato Regional de Informática ‘BITUCA’ en el que, junto a otros muchos colegios e institutos de Cantabria, participó el CC Miguel Bravo. Este certamen acaba de iniciar en octubre su segunda edición con 34 centros educativos inscritos y celebrará la gran final el 4 de marzo de 2023. Entre sus objetivos están detectar el talento temprano en áreas relacionadas con la Informática, fomentar el desarrollo del pensamiento computacional y promocionar estos estudios como salidas profesionales con futuro.
El pasado 5 de marzo, a las 10 de la mañana, tuvo lugar en la facultad de Ciencias de la Universidad de Cantabria el Campeonato Regional de Informática ‘BITUCA’, en el que participaron decenas de equipos de distintos colegios de nuestra comunidad, compuestos por alumnado desde Infantil hasta Bachillerato.
Uno de los centros participantes en la competición fuimos el colegio Miguel Bravo, que llevamos varios equipos de Primaria y Secundaria. Los equipos debían enfrentarse a distintos programas en función de su categoría. En el equipo de 5º y 6º de Primaria, que participaba en la categoría C, el colegio Miguel Bravo llevó como representantes a Jesús (6ºA), que se encargó del Minecraft Education Edition; Marcos (6ºB) y Alfredo (5ºA), que hicieron la labor de Scratch, y Sara (5ºB), encargada de trabajar con el kit de LEGO Boost.
Para poder enfrentarnos a las pruebas del campeonato, el equipo se preparó durante los meses previos. La preparación fue muy divertida, aunque al principio se nos hizo un poco complicada. Además, todos los miembros hicimos un esfuerzo extra, ya que practicamos desde casa los programas que se iban a manejar en la competición (Scracht 3.0, Lego Boost y Minecraft Education Edition). Incluso pusimos un nombre al equipo, ‘Cortocircuito’, aunque al final no se utilizó.
Aula de la facultad de Ciencias de la Universidad de Cantabria donde se realizaron las pruebas.
El día de la competición, la universidad estaba llena de profes y alumnos, algunos más nerviosos que otros, pero con muchas ganas de participar. Cuando empezamos vimos que teníamos que programar para superar distintos retos.
Nos pusimos manos a la obra, cada uno en su puesto con ganas de hacerlo lo mejor posible. En la prueba de Scratch intentamos hacer un juego que nos habían mandado hacer, pero era muy difícil y no lo conseguimos acabar del todo. En la prueba de LEGO boost tuvimos que montar el kit para construir un vehículo y al terminar teníamos que programarlo para que hiciera un circuito sin salirse. Teníamos cinco minutos y no nos dio tiempo a completar todo el recorrido. En Minecraft Education había que hacer retos programando el agente de programación.
La verdad es que el tiempo pasó volando porque la competición fue muy divertida.
Todo el trabajo que hemos hecho tenía como objetivo aprender sobre cómo programar. Pero también hemos aprendido mucho sobre el trabajo en equipo y la paciencia o como resolver problemas a medida que surgen.
Todo lo que aprendimos nos sirvió para el concurso, pero también lo hará para otras situaciones que tienen grandes probabilidades de ocurrir en otros momentos como por ejemplo una prueba en equipo de una redacción, cómo resolver problemas en el patio de recreo o como programar un robot para superar otro tipo de pruebas e otros concursos de informática.
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