El proyecto ‘Wood Teardrop. Madera, mueble y corcho’ del IES Ricardo Bernardo de Solares ha sido uno de los ganadores del concurso de proyectos de Formación Profesional 2017-2018. El trabajo recoge la fundación y desarrollo de una startup centrada en el diseño y fabricación de un tipo de caravanas de madera con forma de gota de lágrima realizada con materiales renovables y respetuosos con el medio ambiente, aprovechando los recursos de los que dispone la región. Su creador, Antonio Madrazo, explica cómo surgió la idea y cómo fue el proceso.

El proyecto ‘Wood Teardrop’ surgió de una necesidad personal. Por un lado, me gusta viajar y, por otro, no voy a ningún sitio sin mis perros. El que lo haya intentado seguro que lo sabe: viajar con animales no es algo fácil en este país, desde el punto de vista de poder hacer noche allá donde vayas. Por eso pensé en las caravanas. Pero todo lo que había en el mercado, tanto nuevo como usado, se me escapaba de presupuesto. Así que la alternativa pasaba por hacer algo yo mismo.

Las paredes laterales ya están colocadas. Esto va tomando forma.

Y ahí es donde entró en juego la visión de mi tutor, Javier Botanz. Me enseñó fotografías de unas caravanas muy populares en Estados Unidos, con forma de gota de lágrima (teardrop) y aquello me encantó. Le trasladé la propuesta a mi pareja y cofinanciadora del proyecto y, con su visto bueno, me puse a diseñar un prototipo. La idea de presentar la propuesta a concurso vino después.

Ir montando ayuda a ver cómo será el resultado.

Durante los dos primeros trimestres del curso diseñamos en el taller los detalles constructivos del proyecto y fui fabricando cada pieza, poco a poco. Antes de ir a las prácticas de empresa conseguí fabricar todos los elementos del prototipo, aunque hasta verano no pude armar el puzle en casa.

Planeando el esqueleto interior de las paredes.

La verdad es que del IES Ricardo Bernardo me llevo, además de unos conocimientos sobre la profesión de carpintero actuales, unas buenas relaciones con muchos de los profesores y, en especial, con Javier. Durante el verano le fui contando mis progresos con la ‘teardrop’ y, cuando la tuve ya montada, me sugirió presentar el proyecto a concurso. Preparé la documentación, que ya había presentado en junio como proyecto final de curso, adaptada a las bases del concurso y lo enviamos.

Dando un par de manos de lasur para poder dejarlo a la intemperie sin miedo a dañar los elementos.

Sinceramente no tenía demasiadas expectativas. Al fin y al cabo, solo estaba importando una idea que en Estados Unidos ya era bastante común, y a la que añadía una visión de sostenibilidad implantando materiales respetuosos con el medio ambiente. Algo acorde con mis principios. No se trataba de construir algo para viajar por viajar, sino viajar con conciencia ecológica.

Sí que es verdad que yo he compartido el desarrollo del proyecto en internet, en el foro más grande de habla hispana (y relacionado con los coches), con bastante buena acogida, pero no pensaba en ganar. Luego Javier me insistió para llevar la “teardrop” a la feria de la FP en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander. Allí empecé a ver más posibilidades de quedar al menos finalista, porque la caravana llamó la atención y mucho. Y, afortunadamente, en el buen sentido.

Todo colocado sobre el remolque.

El concepto ‘Wood teardrop’ es muy particular, puesto que las dimensiones son reducidas, ya que es poco más grande que una tienda de campaña. Además, el prototipo en su interior está adaptado a nuestras necesidades, que son viajar con perros. Dentro hay espacio para una cama de 1’35 y, suspendida sobre ella, una cama para nuestros perros. Sin embargo, aunque este se adapta a lo que necesitamos, el concepto se presta a ser adaptado a cualquier tipo de necesidad. Y, dada su versatilidad, pude plantear un proyecto en el que se podría vender este tipo de caravanas para personas con inquietudes similares a las mías. Y vistas las reacciones en la feria, podría ser algo real y realista.

La experiencia que me llevo de este proyecto y en general del ciclo formativo no podría ser más positiva. A nivel personal ha sido un reto y un esfuerzo importante. Esto ha supuesto reciclarme profesionalmente. Y también porque Solares queda lejos de Castro Urdiales, mi lugar de residencia. Pero creo que la decisión ha sido acertada.

Resultado final.

Aun así, hay cosas que mejoraría. Me quedo con la sensación de que el concurso se queda a medias. Que, tras el éxito de ganar, todo se queda en un regalo superficial y en un artículo de periódico. Creo que con la puntuación que he logrado, se da a entender que el proyecto puede ser viable. Es un poco extraño que por un lado desde Educación se fomente el emprendimiento, pero luego no se cree el ecosistema necesario para germinar estos proyectos. Da la sensación de que cada administración hace la guerra por su cuenta.

En ese sentido quedo un poco decepcionado. Pero bueno, espero que no sea solo una anécdota más que contar, y que ganar este premio me ayude a conseguir un trabajo estable. Al menos es un proyecto interesante que puedo añadir a mi portafolio.

Más información:

Portafolio: https://apmy.es

Proceso de construcción del prototipo: https://proyectos.apmy.es/wood-teardrop/

Montaje: https://youtu.be/VqaGfT9n1kc