Laro García González es periodista y actual director de la edición del ‘diario.es’ en Cantabria, con un equipo de más de 30 personas. Ha trabajado en radio, televisión, prensa escrita y medios digitales, así como gabinetes de organismos públicos y departamentos de comunicación de empresas. Además ha colaborado en la creación de un libro (‘Por si una vida no es suficiente. Cántabros con Historia’) y ha trabajado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

Pregunta.- ¿Por qué elegiste la carrera de Periodismo?
Respuesta.- Pues la verdad es que no sé en qué momento elegí por qué quería estudiar Periodismo. Desde que tengo memoria recuerdo que quería ser periodista. Desde pequeño me gustaba muchísimo el fútbol y cuando escuchaba los partidos quería ser el que los narraba; escuchaba las tertulias políticas y me gustaba ser el que hace las preguntas a esas personas. La radio creo que fue lo que hizo que me interesara el periodismo y, según fui creciendo, leer los periódicos. La televisión ha sido lo que menos me ha atraído periodísticamente. Desde que estaba en el instituto tenía claro que quería estudiar Periodismo. Los profesores siempre me decían que tuviera una alternativa, un plan B, por si eso no salía, por si cambiaba de opinión o me entraban dudas. Nunca tuve otra opción que la de estudiar Periodismo. Me parecía que era mi vocación y al final es lo que he intentado hacer durante todos estos años.

P.- ¿En qué consistieron tus primeros trabajos? ¿Fueron siempre relacionados con el periodismo?
R.- Bueno, he hecho prácticamente de todo, pero en el mundo del periodismo. Mi primer trabajo fue en primero de carrera en televisión, en Localia. Los dos primeros veranos, mientras estaba estudiando, los dediqué a hacer prácticas en televisión. Sinceramente, ahí fue donde me di cuenta de que no me había equivocado y de que mi vocación era el periodismo. A pesar de que, como te decía, la televisión no era mi principal interés, fue cuando me di cuenta de que ser periodista era exactamente lo que yo pensaba que era. En la carrera, sobre todo en los primeros años, tienes una carga teórica, clases muy poco prácticas, al menos en la época en la que yo estudiaba Periodismo, y el hecho de haber hecho esas prácticas, tanto en primero como en segundo de carrera, me sirvieron para comprobar que no estaba equivocado y que lo que quería hacer era eso, y también para tener un primer contacto real con la profesión, conocer gente, tener las primeras relaciones profesionales. Al final, en el periodismo es fundamental tener muchos contactos. Empezar desde muy pronto, desde muy joven, me ha ayudado mucho. Ya te digo, mi primera experiencia periodística fue en la televisión, sobre todo como redactor de deportes. Además cumplía ese sueño que te decía antes de narrar partidos y cubrir la información del equipo que me gustaba y de hablar de deportes que no conocía, pero de los que aprendí, como el remo o los bolos. A partir de ahí he hecho casi de todo. También gabinetes de comunicación, es decir, comunicación institucional. He trabajado en el Gobierno de Cantabria, en la Universidad de Cantabria, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, siempre en el gabinete de prensa. A pesar de que la comunicación institucional no es de mucho interés para mí, de hecho la que menos interés tiene de todas las posibilidades que existen profesionalmente, sí te sirve para conocer cómo funciona la otra parte y para ejercer luego mejor tu profesión para ver cómo se trabaja desde un gabinete, cómo es esa relación con los políticos, con las instituciones, cómo funciona la institución por dentro. El trabajo en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo puede que sea en el que más me haya divertido porque teníamos un equipo muy bueno, nos llevábamos bien entre nosotros y en los cursos de verano de la UIMP, que era donde yo trabajaba, te permitía cambiar todos los días de registro, es decir, hacer cosas muy distintas. Por la UIMP pasan músicos, escritores, políticos, actores, matemáticos, físicos… gente de todo tipo de profesiones. Estás en contacto con ellos, les escuchabas, facilitabas el trabajo de los medios de comunicación, que al final es lo que tiene que hacer un gabinete, y eso sirve para tener una relación más cercana a mundos muy distintos y es como yo entiendo el mundo del periodismo. A partir de ahí he hecho radio bastante tiempo. Me divertí mucho, aprendí sobre la marcha, tuve la suerte de que estaba en una emisora en la que yo era el único que hacía los informativos, con lo cual lo que hacía yo era lo que salía. Eso me permitió equivocarme muchas veces y, al no tener con quien compararme, probar muchas cosas, inventarme programas, tertulias, tipos de entrevista y me sirvió como una fantástica escuela para rodarme en esos primeros años. Ese hilo con la radio lo sigo manteniendo siempre que puedo. Cada vez que me invitan a una tertulia de radio o a un programa para participar como colaborador siempre digo que sí porque me gusta mucho. He hecho prensa escrita en ‘El Mundo’ en Cantabria. Luego he trabajado en periódicos digitales como ‘El Faradio’ y ‘Vía 52’ y desde hace casi cinco años fundé, dirijo y escribo todos los días en el  ‘diario.es’, que es el proyecto en el que ahora mismo trabajo y en el que estoy desarrollándome. Aún así, no solamente he sido periodista. Como casi todos los periodistas, he sido camarero en algún momento de mi vida y he tenido que ganarme la vida con otras cosas, pero he tenido bastante suerte. Gente que estudió conmigo o muchos de mis amigos han dejado la profesión por el camino o no han llegado a tener una continuidad. Yo, desde que empecé con dieciocho años hasta este momento que tengo 35 he tenido la suerte de estar continuamente ligado al periodismo de una forma u otra y he podido probar todo en todos los sectores del periodismo. Evidentemente es una satisfacción personal.

P.- En relación con lo que has dicho de que la carrera había sido poco práctica, sobre todo en los primeros años, también has trabajado de profesor. ¿Notas algún cambio en la carrera? ¿Ha habido algún cambio en la forma de estudiar?  
R.- Sí, he sido profesor unos cuantos años de Periodismo Digital. Yo, al menos, he intentado que sea distinto y he planteado de forma diferente las cosas con respecto a cuando me tocaba ejercer como alumno. Las circunstancias también son diferentes. Yo empecé a estudiar en la Universidad Complutense de Madrid  en clases en las que había 120 o 140 personas. Te puedes imaginar que la posibilidad de pisar un estudio de radio o un estudio de televisión, de escribir y de tener un contacto directo con el profesor día a día es prácticamente imposible. Sin embargo, yo estaba dando clase en aulas con 8, 10, 12 o 14 estudiantes como mucho. Esto me permitía conocer a todos mis alumnos, tener un contacto directo con ellos, mandarles escribir todos los días. Intentaba que todo fuera lo más práctico posible y convertir la clase en una pequeña redacción durante el tiempo que duraba para que se sintieran lo más cercanos a lo que es un medio de comunicación, al trabajo de un periodista. Intentaba que hicieran el trabajo que hacía yo todos los días como periodista digital o, al menos, que supieran qué cosas hay que hacer en un medio de comunicación digital de forma que estuvieran cerca de lo que es realmente ese trabajo y que el salto entre la carrera y la incorporación al mercado laboral sea también lo más sencillo o lo más cómodo posible.

P.-  Durante este tiempo que has estado tocando prácticamente todos los puntos del periodismo habrás sufrido obstáculos. ¿Podrías resaltar específicamente alguno? ¿Hubo alguno que te haya impedido seguir avanzando o que te haya costado superar?
R.- El principal obstáculo que he tenido que superar y con el que lucho casi todos los días es la precariedad laboral que existe en el sector. Cuando decimos que los periodistas lo son por vocación, es porque por dinero no lo somos. Es una profesión en la que el que quiera ganarse la vida y ser millonario lo tiene complicado. Evidentemente hay casos de gente que llega muy alto, que tiene programas con un seguimiento brutal, sobre todo en el ámbito de la televisión, pero dentro de lo que yo considero periodismo es bastante difícil hacerte rico. Partiendo de que las circunstancias económicas son difíciles, es necesario tener muy claro lo que quieres ser para que no te desanimes o para que en algún momento, por necesidades vitales porque quieras independizarte, no te haga buscar alternativas. A pesar de esto siempre intento ser optimista y, así  se lo decía a mis alumnos: en realidad el que quiere puede y el que insiste, normalmente, llega a ello. Además, el sector tiene horarios complicados y, a veces, exige una dedicación exclusiva. Ahora me pasa menos, pero me ha ocurrido estar con mis amigos un sábado o un domingo y tener que irme a trabajar o que me llamen, como me ha pasado cinco minutos antes de que empezáramos esta entrevista, y tenga que atender una llamada. Es difícil desengancharte. A nivel personal tiene un desgaste bastante importante o al menos a mí me lo parece. En cuanto a las presiones, también existen. Existen a nivel político, a nivel económico y están ligadas a la precariedad que te decía. Para ser independiente necesitas serlo a nivel económico. Para poder hacer un periodismo valiente necesitas tener un respaldo detrás y eso no lo encuentras en todos los medios. He vivido situaciones complejas en las que he decidido no seguir porque no me sentía cómodo con lo que querían que hiciera. Yo creo que es necesario tener claros tus principios y respetarlos para poder dormir tranquilo.

Laro García junto a Hugo, el autor de la entrevista.

P.- Además de la vocación de la que hablas, de haber sido profesor y de haber formado parte, incluso, de la publicación de algún libro, ¿tienes algún proyecto que quieras cumplir?
R.- Me gustaría que el periódico que dirijo, en el que trabajamos ahora cinco o seis personas tuviera 50, por ejemplo. Me gustaría que el periódico que dirijo que tiene ahora cinco años estuviera consolidado en el panorama mediático de Cantabria, que fuera potente, que fuera el hegemónico, el que marcara la línea informativa en la Comunidad Autónoma de Cantabria. Me gusta tanto mi trabajo que con poder vivir de ello de aquí hasta que me jubile sería más que suficiente. Como dices, he hecho muchas cosas que me han hecho especialmente ilusión, de las que me siento muy orgulloso, con lo cual estoy muy contento. Mencionabas ese libro que hemos publicado recientemente. Es otra de las facetas que pensé que jamás íbamos a llegar a hacer y, sin embargo, hemos publicado un libro que, desde mi punto de vista, tiene una calidad periodística importante, firmado por Miguel Ángel Chica García, un periodista magnífico que, además, es uno de mis mejores amigos y con el que me senté el primer día de clase en la universidad. El poder llevar adelante esa amistad y haberla llevado hasta ese punto de que se convierta en un libro (él es el escritor y yo el editor), que haya tenido esa repercusión y que la gente nos siga te hace sentir orgulloso y satisfecho con la trayectoria y con el trabajo que estás haciendo.

P.- Teniendo en cuenta que haces periodismo digital, ¿cómo puedes describir tu trabajo? ¿Qué tipo de periodismo haces? ¿Y por qué te gusta tanto?
R.- Si tuviera que poner el periodismo digital en una lista, no sería ese periodismo mi principal prioridad. Sí es mi prioridad el actual modelo de periódico en el que trabajo. A mí me gusta más la radio e, incluso, soy un poco nostálgico, aunque sea relativamente joven, del periódico en papel. Me encantan los periódicos en papel y trabajé en uno, pero hoy en día el periodismo digital lo es todo. En realidad en Internet puedes hacer cualquier tipo de periodismo. En Internet puedes hacer radio, televisión, prensa escrita o, incluso, comunicación institucional. Las distintas vertientes del periodismo están recogidas ahí, porque Internet no es un formato, el formato lo eliges tú. Internet es la forma con la que llegas a los receptores. Lo bueno del periodismo digital es la universalización, el poder llegar a todos de una forma sencilla. Ahora mismo con un periódico relativamente pequeño, con un equipo relativamente pequeño en comparación con otros competidore, podemos plantarles cara si hacemos buena información porque se va a leer.  Nosotros estamos en torno a 300.000 lectores mensuales y lo estamos haciendo con unos medios bastante limitados. Es decir, que con poca inversión puedes tener un medio de referencia, que se lea y que tenga impacto político, social, económico y que tenga trascendencia que es lo que buscas cuando estás publicando una información. 

P.- ¿Cuál crees que es la función del periodista en la sociedad actual? ¿Debe tener más importancia que ahora mismo? ¿Qué valor debe tener?
R.- La imagen de los periodistas a nivel social está muy por debajo en este momento de lo que debería y lo está merecidamente, porque se han hecho las cosas mal en muchos casos. Yo soy crítico con la propia profesión. Hay gente que tiene otra visión de las cosas, pero desde mi punto de vista los medios de comunicación participan muchas veces de todo aquello que a los ciudadanos les molesta. Desde las propias corruptelas del poder, porque los periodistas están muy cerca de la política, a cubrir ciertos aspectos de empresas poderosas que con su publicidad pueden condicionar la línea editorial de un medio, etc. Yo creo que el no haber sido valientes, el no haber plantado cara, el no haberse mantenido fieles a los principios, el haberse doblegado por la falta de independencia económica ha hecho que el periodismo esté bastante denostado actualmente. Cuando se pregunta por esto a una persona ajena a la profesión suele ponerte como reclamos publicitarios personajes de la televisión  y yo considero que en la televisión actualmente, salvo en contadas excepciones, no se hace periodismo. En una programación de 24 horas puede aparecer periodismo en dos o tres programas, en los informativos y lo demás es espectáculo, que no cuenta como periodismo, aunque sí tiene importancia porque nos afecta a todos. Jamás he trabajado en periodismo del corazón, del cotilleo o de sucesos, porque no me gusta absolutamente nada y evito consumirlo incluso como espectador. Yo creo que el futuro del periodismo está precisamente en ejercer la profesión con seriedad, con rigor, con pulcritud, con honestidad… son valores que tenemos que impulsar todos. Evidentemente, cualquiera se puede equivocar en su trabajo, pero si cumplimos se recuperaría el puesto y podríamos ser importantes y ejercer ese contrapeso para proteger de algunos desmanes de la clase dirigente.

P.- Para finalizar, para futuros periodistas, ¿cuáles crees que son las cualidades para ejercer esta profesión? ¿Podrías dar algún consejo que imagino, incluso, hayas dado a tus antiguos alumnos?
R.- Cualidades te decía antes unas cuantas. Desde la honestidad hasta unos principios firmes sobre lo que quieres hacer y lo que no. Básicamente es importante que tengas mucho interés en lo que haces, que te guste, que tengas ganas de conocer cosas distintas. Para mí lo mejor de ser periodista es poder experimentar cada día cosas distintas. La monotonía no existe en esta profesión si tú quieres, no tiene por qué ser un trabajo repetitivo. Puedes ponerte en los pies de mucha gente, te permite probar cosas, estar en sitios donde los demás no están y luego ser la persona que lo comunica, lo cuenta, lo explica. A mí eso me parece una labor fundamental. Para los periodistas que empiecen, o que estén pensando en empezar, o les interese la carrera, lo que les digo es que lean mucho, que lean mucho de todo, es decir, que tengan curiosidad por todo lo que cae en sus manos, que pregunten mucho. Si creen que quieren ser periodistas que lo intenten, que no desistan porque, aunque en un inicio puede resultar complicado, cuando se consigue es satisfactorio. Yo creo que no hay nada más bonito que ganarse la vida con algo que te gusta porque tu trabajo pasa a ser tu hobby, como me pasa a mí. Creo que vale la pena intentarlo.