La comunidad escolar del IES Alberto Pico de Santander ha elegido mascota para guardar la biblioteca escolar. Para ello se convocó un concurso en el que participaron 80 estudiantes del centro con sus propuestas, que finalmente se adjudicó una alumna de 3º de ESO con Aurora Alberti, el dibujo de una gata negra con gafas y un libro en la cabeza. 

Gracias al concurso para seleccionar la mascota de nuestra biblioteca, y en colaboración con el departamento de Plástica, se han recibido hasta ochenta dibujos con propuestas para escoger mascota de la biblioteca. Ya la tenemos y será la encargada de vigilar este espacio cuando el instituto se quede vacío. Además, nos proporcionará diversas aventuras para fomentar la lectura.

La ganadora ha sido una original gata negra con gafas y un libro en la cabeza, llamada Aurora Alberti. Su creadora es Selene, de 3º ESO, alumna a quien le encanta dibujar y que ha expresado su gratitud y se ha sentido emocionada con el premio.

Entre los requisitos para quedar entre los finalistas debía haber una relación de ese dibujo con la lectura y con algún aspecto de Cantabria y del entorno en el que se encuentra el instituto, cerca del Barrio Pesquero. La decisión ha sido difícil de tomar puesto que había dibujos muy originales y todos ellos tenían algo de especial.

De momento, nuestra protagonista ha sido portada del primer número de ‘Piconautas’, la revista digital de centro, que vio la luz a finales de junio y que se puede leer a través del blog o de la página web del instituto. 

Algunas de las propuestas presentadas al concurso.

Junto con el dibujo, los participantes debían presentar a su mascota y explicar por qué debería ser nombrada la guardiana, contar algo de la historia personal de su creación y animar al jurado a ser votada. Esto fue lo que escribió la alumna ganadora sobre su mascota:

AURORA ALBERTI

Viene de una isla de Japón llamada Aoschima. Esa isla está llena de gatos. Ahí, ella sufría bullying. Todos decían que los gatos negros traían la mala suerte. Aurora, harta, se fue corriendo a una esquina para estar en absoluta soledad.
Un día, se encontró un libro que no parecía… normal. Se lanzó a por él sin temor ni arrepentimiento. Cuando llegó, le dio una ojeada y vio el título: ‘Libro De Supersticiones |I.E.S.A.P|’.  Nuestra protagonista, empezó a leerlo como si no hubiera un mañana. Lo releyó una y otra vez, como si eso fuese lo único que podía hacer en esos instantes.

Pasaban los días y Aurora se empezaba a encontrar mareada, débil… Esta fue a mirarse en un espejo, y vio que su cabeza ya no estaba. Se asustó mucho, ¡pero se percató de que su cabeza ahora era un libro! Al poco de pasar este suceso, notaba un dolor muy raro en su cabeza. Era como si algo estuviera siendo arrancado de su cerebro.

En ese momento, se dio cuenta de una cosa… ¡No se acordaba de su vida pasada! ¡Lo único que recordaba era el suceso del libro en su cabeza! Aurora no sabía qué hacer ni que decir. Ella se empezó a mover por la isla sin rumbo definido. Veía a los gatos hablar entre ellos, pero no sabía de qué. Por curiosidad, Aurora le leyó los labios a uno de los gatos y, dijo en un tono que solo ella lo escucharía, “M”, que era una de las letras que consiguió descifrar. De repente, el libro que tiene nuestra protagonista en la cabeza se abrió de golpe mientras las páginas del interior se agitaban con un ritmo extraño.

Al cabo de unos segundos, las páginas se dejaron de mover a la vez que una de estas se arrancaba a sí misma. Aurora cogió la página arrancada y vio los miles de libros que empezaban con la letra “M”. Se quedó fascinada al ver esto.
Pasaban las semanas y nuestra gata se aburría del sitio donde vivía. Pensó que podría buscar un lugar mejor si lo recitaba en alto. Sin nada que decir Aurora dijo… 

– ¡Quiero ir a un sitio más interesante donde me necesiten! -.

El libro se volvió a agitar y sacó otra página, pero esta no tenía un destino al que ir, sino que la mostraba un abecedario del código Morse. Pensaba que eso era inútil, aunque decidió mirarlo y aprendérselo. Al momento, piedras empezaron a caer del tejado de un edificio que representaban este sonido: “. … .–. .- –.– .-”.
Como se había aprendido el alfabeto Morse, descifró qué decía. Su resultado era España. No sabía a dónde tenía que ir una vez que estuviese en el país.
Pensó en cómo llegar, pero no le llegaba ninguna idea en especial. De nuevo, rocas empezaron a caer. Esta vez decía: “..-.- –.- ..- . / . … / .-.. —/ –.- ..- . / – . / .–. ..- . -.. . / .-.. .-.. . …- .- .-. / -.. . / ..- -. / .-.. .- -.. — / .- / — – .-. — / .–. — .-. / . .-.. / .- –. ..- .- ..–..”.

Justo en ese instante, se encendió esa bombilla imaginaria que flotaba en la cabeza de Aurora y dijo:
– ¡Claro, un barco! ¿¡Cómo no se me había ocurrido antes!? -.

El libro se volvió a agitar, la página se arrancó y, en ese momento, un barco se creó. La gata se quedó boquiabierta al ver como la hoja se doblaba sola formando un barquito de papel. Una vez que estaba preparada se pondría en marcha. Y, así fue. Aurora lanzó el barco al agua y ella fue tras este. 

Horas más tarde, nuestra protagonista estaba pasando un terrible momento por culpa del hambre, y, lo único que podía hacer en el agua para conseguir comida, era pescar. Sin perder el tiempo se puso a pescar con una caña que creó gracias al libro. Pasaban, minutos, 5, 25, 30, 40, y no pescaba nada. Lo único que atrapó fue un alga, la cual utilizó de cebo. Cuando puso la caña con el alga en el agua, un pez se lanzó a comer. Aurora es ese momento tiró con todas sus fuerzas para sacar a su presa. Una vez fuera, intentó analizar el pez con el libro, y, el primer resultado que salía de su búsqueda era una raza de pez no común. Se llamaba “Lectulibrepeces”, solo que este, no coincidía con
ninguna de las características de la raza.

Nada más dejar la hoja del libro apareció una pecera y allí fue a colarse el pez, que se puso a leer. Aurora se quedó confusa y preguntó al pez.
– ¿A ti te gusta leer? -.
El pez respondió con un simple y seco… 
– Sí -.

Nuestra gatita seguía confusa.” ¿Desde cuándo los peces hablan? ¿Y qué hacía leyendo un libro en el agua? ¡Se puede estropear!” Una vez que Aurora sabía que el pez hablaba, le preguntó:
– ¿Cómo te llamas? ¿Cómo puedes leer bajo el agua? -.
A esto el pez contestó:
– Me llamo Lectopez, no soy como los de mi raza. Yo sé leer y escribir, no como ellos que dicen “Glup glup..”… parecerá raro, pero es que este libro es impermeable. Un gusto conocerte.
– Igualmente -. dijo la gata.
Un tiempo más tarde Aurora gritó:
– ¡Tierra a la vista! -.
Cuando atracaron el barco, Lectopez saltó a otro recipiente con agua mientras Aurora salía del barco.
– Según el libro estamos en el Centro Botín, en Santander.
– ¿Qué es ese cartel? -.

En ese momento, Lectopez aceleró para ver qué había escrito en él.
– Hum… Conque un concurso para ser el guardián/a de la biblioteca del I.E.S Alberto Pico. -. dijo el pececillo.
Aurora miró al horizonte y gritó con entusiamo: 
– ¡Hemos llegado! ¡Hemos llegado! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Allí pone I.E.S Alberto Pico!-.
-De algo me suena… Pero no estoy segura de por qué… Hum… ¡Ya sé!
¡El I.E.S Alberto Pico es el I.E.S.A.P! -.
Lectopez preguntó:
– ¿De dónde conoces ese sitio? -.
-Pues verás, yo leí un libro titulado “Supersticiones Que No Son Reales I.E.S.A.P|”. Aunque no caigo por qué lo leí. De todos modos, ¡tenemos que ir allí!.- respondió Aurora.

En ese momento parecía que todo iba tomando cierto sentido.
– ¡Por fin! Soy incapaz de creérmelo. -. dijo nuestra protagonista feliz de saber que ya había llegado donde quería.
Se adentraron y vieron a muchos animales, cada uno diferente y con sus propias cualidades, a quienes nuestra gata todavía no conocía. Explorando el recinto, acabaron en la biblioteca. Ahí, sin nada que decir, una profesora, que por lo visto se llama Belén, les pidió que se sentasen en un sitio que había delante de una pantalla verde para hacerles una foto. Los dos posaron y Belén les dio un teléfono móvil a los dos.
Aurora preguntó:
– ¿Para qué es esto? -.
– Estamos haciendo un concurso para ver quién puede ser el guardián/a de la biblioteca. Tenéis un número al que os llamaremos en caso de que alguno de vosotros seáis los ganadores. Como podéis ver, ya hay muchos participantes. Suerte. -.
– ¡Mira Lectopez, esos se llaman Duoblue y Saja. Seguro que ellos tienen más posibilidades de ganar. -.
– ¡Uy, esa chica hámster es guapísima, mira, se llama Bonnie…

 Continuará