Lola, alumna del colegio Torrevelo-Peñalabra de Mogro, nos cuenta su experiencia con la vuelta a la normalidad, cómo fue el curso y cómo poco a poco hemos vuelto a las costumbres previas al COVID 19.

Después de dos años se ha vuelto poco a poco a la normalidad en el colegio y en la sociedad, lo que es una gran alegría. Hasta hace muy poco teníamos que llevar mascarilla, nos tomaban la temperatura antes de entrar, teníamos que echarnos gel, mantener la distancia con las compañeras y no podíamos compartir comida en los recreos. También había grupos burbuja, tanto dentro del edificio como en el recreo y en el comedor. Algunas de estas cosas son buenas que las sigamos haciendo, pero ya de otra manera.

La vuelta a la normalidad ha sido progresiva. Primero dejaron de tomar la temperatura al entrar, luego pudimos juntar las mesas y hacer grupos; y al poco tiempo, ser todas las que quisiéramos en la mesa del comedor. Sentarte con tus amigas, volver a disfrutar con ellas… es un gran regalo que podemos valorar más.

Ahora, por fin, podemos estar sin mascarilla dentro del colegio y en los recreos, compartir balones, material, la media mañana y podemos darnos abrazos. Esto nos lleva a pensar que antes de la pandemia, cuando podíamos dar abrazos sin problemas, no lo apreciábamos tanto como igual lo podemos hacer ahora.

Volver a celebrar las fiestas es una suerte. El curso pasado pudimos hacer la fiesta de fin de curso con las actuaciones, con la entrega del banderín de esfuerzo y el diploma del compañerismo; también, el paso de Primaria a Secundaria con padres. Además, nos hemos podido ir de excursión a sitios muy chulos como Cabárceno.

No podemos perder de vista que todavía hay que tener precaución si alguien tiene síntomas, pero por fin podemos decir que hemos vuelto a la normalidad. Aunque también pienso que será difícil que vuelva a ser como antes, porque mucha gente sigue teniendo un poco de miedo.