El alumnado del colegio Miguel Bravo de Santander experimenta el mundo del deporte adaptado dentro de su proyecto ERASMUS+. Estudiantes de todos los cursos de Secundaria, desde primero hasta cuarto, conocieron y practicaron deportes adaptados como el goalball y el a-ball. Asimismo, realizaron una pequeña “marcha” por el patio del colegio con una silla adaptada cedida por Arrastrasillas.
Con la experiencia se trataba de que los jóvenes comprendieran el nivel de exigencia individual y las limitaciones que han de afrontar a diario las personas discapacitadas que, además, han apostado por hacer deporte. En la jornada, que comenzó a las 8:30 de la mañana y que forma parte del programa europeo Erasmus+ en el que participa el centro, se destacó el caso de Marcelo Lusardi, un skater gallego que sigue saltando escalones o haciendo gaps pese a haber perdido repentinamente la visión. También intervinieron Agustín Vicente Casanova, de la Junta Directiva de la Federación Cántabra de Deportes Adaptados y Emilio Amavisca, embajador de A-ball.
Estudiantes del centro Miguel Bravo vivimos una experiencia que nunca antes habíamos tenido. Aprovechando que el 3 de diciembre fue el Día internacional de las personas con discapacidad, desde el colegio se organizaron el 23 de diciembre diversas actividades relacionadas. Esta iniciativa fue promovida gracias al proyecto ERASMUS+ en el que estamos participando, Sport pour toutes et tous, junto con otros tres colegios europeos: Institution Sacré Coeur de Rouen (Francia), Istituto Comprensivo S. Bagolino de Alcamo (Italya) y Myssionsgymnasium St. Antonius Bardel de Bad Bentheim (Alemania).
Entre las actividades se incluían el Arrastrasillas, A-Ball, Goalball, y una charla con Agustín Vicente Casanova, miembro de la Federación Cántabra de Deporte Adaptado quien participó, como el resto de las entidades, de forma totalmente gratuita y desinteresada.
A lo largo de la mañana, fuimos rotando con el resto de los cursos de la ESO para probar todas las actividades propuestas. El día comenzó a las 8:30 de la mañana en cada clase, cada grupo con su tutor, quien explicó en qué iban a consistir las actividades y con quien leímos un pequeño artículo sobre el skater ciego Marcelo Lusardi. A las 09:00 comenzaron las actividades, y finalizaron a las 13:00 h. Una hora antes de la salida, por lo que todas ellas fueron realizadas durante el horario escolar habitual del centro. Durante esa hora restante, se planteó al alumnado participante una actividad final propuesta por el proyecto Erasmus+. Ésta consistía en la elaboración de un cartel que mostrara la escuela inclusiva.
Las actividades que realizamos entre las 09:00 y la 13:00 eran cuatro. Por lo tanto, cada grupo de ESO realizaba una diferente cada hora, con pequeños descansos a lo largo de la mañana, para ir al baño y tomar el almuerzo.
Empezaremos hablando sobre Arrastrasillas, una actividad que ha dado mucho de lo que hablar, y ha dejado opiniones completamente distintas. Como el nombre bien indica, consiste subir a la silla (Jolette), que es dirigida por 3-4 personas. Esta silla es utilizada para poder transportar personas en la montaña, por donde una silla de ruedas normal no es capaz de llegar.
Para poder realizar esta actividad, que pudimos desarrollar en el patio del colegio, recibimos ayuda de la asociación Arrastrasillas, cuyo objetivo es que las sillas se muevan entre las personas que puedan necesitarlas. Estos las ceden de forma totalmente gratuita, al igual que lo hicieron con nosotros.
Está compuesta por una rueda bajo el asiento y unas barras, delante y detrás de éste, para poder transportar de forma más cómoda a la persona que va subida en él. En algunos casos se ha utilizado un arnés, que iba amarrado a la persona que soporta las barras de la parte delantera, el cual impide que las barras se deslicen y evita que quien va sobre la jolette caiga al suelo.
Como decíamos antes, preguntando al alumnado que ha participado en esta propuesta, ha habido diversas opiniones. Algunas personas nos comentaban que les ha parecido muy práctica y cómoda. Mientras que, en el extremo contrario, hemos encontrado a gente que opinaba que era difícil de llevar, y se sentían algo inseguros sobre la silla.
La siguiente actividad es A-Ball, una que, al contrario que “Arrastrasillas”, ha tenido valoraciones muy similares por parte de las personas que la probaron.
Esta se realizó en las pistas del Barrio Pesquero. Tuvimos la suerte de que dos jugadores del equipo de A-ball de Cantabria, el entrenador y el coordinador del equipo, nos acompañaran y explicaran cómo funciona este deporte, antes de tener la oportunidad de subir a las sillas, pudiendo experimentar en nuestras propias carnes cómo es jugar al fútbol sin usar las piernas. Gracias a Jorge Iglesias de Educapazygol y la Federación Cántabra de Fútbol, los cuales pusieron a nuestra disposición tanto al equipo como a su embajador, Emilio Amavisca, a quien realizamos una entrevista una vez terminada la actividad, y nos acompañó durante el resto de mañana.
Por grupos, montamos sobre las sillas de ruedas que nos habían permitido utilizar. A pesar de la dificultad para adaptarnos a éstas, todos coincidimos en lo ingeniosas que eran. Portaban unas barras laterales con las que podías manejar el balón. Este iba delante de cada persona, sujetado por unos soportes controlados por las manecillas, los cuales se abren y cierran cuando mueves las palancas, permitiendo así la salida de la pelota, dejando tirar, o recibir el pase de un compañero. En la parte trasera del asiento, se encontraba una especie de pelota, la cual impide que el jugador que va montado sobre la silla caiga hacia atrás.
Continuamos la mañana con una charla protagonizada por Agustín Vicente Casanova, miembro de la Junta Directiva de la Federación Cántabra de Deporte Adaptado.
Agustín Vicente Casanova nos contó cómo es su día a día en silla de ruedas, las ventajas y las desventajas que tiene, cómo se comporta la sociedad ante esta discapacidad… También nos explicó los tipos de deportes adaptados que existían. Entre ellos el “Goalball”, del cual hablaremos a continuación.
El Goalball es un deporte adaptado para personas con una discapacidad óptica. Para jugar, es necesario un balón especial que lleva dentro unos cascabeles que se golpean entre sí, para que el oído sirva como orientación. Todo el material (antifaces y balón) fue prestado por la ONCE de Santander para que pudiéramos experimentar como es practicar este deporte. Gracias especialmente a Daniel Santamaría.
Jugamos en equipos de dos personas, nos pusimos un antifaz para que fuera lo más parecido posible a las condiciones en las que se juega ese deporte, e intentamos parar el balón que nos lanzaba el otro equipo. Para ello sólo pudimos usar el sentido del oído.
En general, las opiniones fueron muy parecidas. Muchos alumnos nos comentaron que era complicado orientarte, debías estar muy atento, ya que se oye muy poco el cascabel. Mientras que otros se sentían más inseguros, con el miedo de recibir un golpe por error. Pero lo que sí nos afirmaron todos es que era muy entretenido.
El balance final de la jornada fue muy positivo. Ha sido un día maravilloso en el que hemos experimentado muchas actividades diferentes.
Durante el desarrollo de las diferentes actividades, hemos tenido la oportunidad de realizar entrevistas a todas las personas que nos acompañaron a lo largo de la mañana. Nos han parecido muy interesantes sus respuestas y nos gustaría compartirlas con todos los lectores:
Jorge Iglesias (coordinador de A-Ball)
Pregunta- ¿Cómo es ser el coordinador de un equipo de A-Ball?
Respuesta.- Bueno, pues no deja de ser un coordinador de un equipo de deporte. Con lo cual, tiene que saber gestionar el grupo y después aplicar la metodología necesaria para que los y las muchachas que estén en el equipo puedan aprender y pasárselo todo lo mejor posible.
P.- ¿Cómo reacciona la gente cuando dices que eres coordinador de un nuevo equipo como el A-Ball?
R.- Con mucha ilusión, porque como dijo el señor Manuel Preciado, “todas las actividades que se hagan para el fomento de la educación y el deporte de la juventud, son bienvenidas”. Y una como ésta mucho más, ya que afecta a temas muy sensibles como la discapacidad y el aprendizaje.
P.- ¿Crees que el deporte adaptado tiene el reconocimiento que se merece?
R.- Bueno, yo creo que sí tiene el reconocimiento social nítido. Lo que pasa es que, como toda actividad en el deporte y en la educación, hay que hacerlo avanzar lo más posible. Pero sí que creo que tiene un reconocimiento.
Ángel (entrenador del equipo de A-Ball)
Pregunta.- ¿Cómo es ser entrenador de un equipo de A-Ball?
Respuesta.- Pues al final, yo que he tenido la suerte de estar entrenando a equipos de fútbol base, de fútbol no adaptado, tienes que buscar una adaptación a lo que son los juegos, el entrenamiento… Pero al final, es prácticamente lo mismo.
Es adaptar un poco los entrenamientos de fútbol sala al tema de la silla, pero prácticamente los ejercicios son los mismos. Debes tener más en cuenta cómo el jugador maneja la silla y demás, pero prácticamente es lo mismo.
P- ¿Cómo reacciona la gente cuando dices que eres entrenador de un nuevo deporte como el A-Ball?
R.- La gente se sorprende, muchísima gente te pregunta “¿qué es eso?” Y, bueno, les tienes que enseñar vídeos que hemos podido hacer, reportajes que hemos tenido ahora recientemente en Piélagos o en diferentes sitios… Pero sí que la gente se sorprende y te pregunta que qué es. Cuando lo ven dicen, “Jope, ¡qué guapo!, ¡Yo quiero probarlo!”. Y al final es una experiencia que a la gente le suele gustar.
P- ¿Crees que el deporte adaptado tiene el reconocimiento que se merece?
R.- No, claramente no. El día de mañana esperemos… Nuestro objetivo, y lo que yo siempre le digo a todo el mundo, es que el día de mañana, cuando vosotras tengáis 20-30 años más, que los niños de vuestras edades vayan donde sus padres y les digan; “Papá, yo quiero hacer fútbol en silla de ruedas, quiero hacer baloncesto, quiero hacer pádel…” Y al final, que sea una integración de deporte, para que el día de mañana, si una persona con discapacidad quiere hacer deporte lo pueda hacer sin problema. Porque al final, este es uno de los pocos deportes, aparte del baloncesto, que tenemos.
Raúl (capitán de un equipo de A-Ball)
Pregunta.- ¿Cómo ha ayudado el deporte en vuestra vida diaria?
Respuesta.- Pues ha ayudado a tener un equipo y un deporte que no se ha practicado nunca. Es un privilegio y más en Cantabria, que no hay apenas nada.
P- ¿Os ha costado mucho adaptaros al mundo del deporte?
R.- No, porque yo desde pequeño estoy en silla de ruedas y el deporte a mí siempre me ha gustado. Lo que yo no conocía era este deporte, llevo practicándolo dos años, casi tres, y me encanta.
P- ¿Es el A-Ball el primer deporte adaptado que has jugado?
R.- He practicado otros deportes como halterofilia, que es levantamiento de peso; un poco de baloncesto, pádel … He hecho diferentes deportes.
Jorge (jugador en un equipo de A-Ball)
Pregunta.- ¿Cómo ha ayudado el deporte en vuestra vida?
Respuesta.- Yo he hecho mucha actividad, he hecho judo, piscina… Pero cuando sale algo como esto, ya lo ves, esto se ha traído para que gente como vosotros lo pueda ver, disfrutar y participar en ello. Yo creo que es un buen ejercicio.
P- ¿Os ha costado mucho adaptaros al mundo del deporte?
R.- No, cada vez hay más medios, más ayudas y más cosas que nos ayudan a poder hacer actividades deportivas.
P- ¿Es el A-Ball el primer deporte adaptado que has jugado?
R.- No, he practicado también la “Boccia”. La Boccia es una especie de petanca. Y bueno, así de equipos, sí. Y ya veis en las paraolimpiadas la cantidad de deportes adaptados que hay.
Emilio Amavisca (embajador nacional de A-Ball)
Pregunta.- ¿Puedes contar tu experiencia como embajador nacional de A-Ball?
Respuesta.- Yo estoy en una asociación, que es la Asociación de Futbolistas Internacionales Españoles. Los jugadores que hemos estado en la Selección Española hemos hecho una asociación que, en principio, es para ayudar a compañeros que han sido internacionales y ahora no lo están pasando bien; han tenido algún negocio y se han quedado sin dinero… pues para poder ayudarles, primero a intentar buscar un trabado y, si no es posible, a darles una ayuda económica.
El presidente de esa asociación, Fernando Giner, que es un chico que ha estado en el Valencia como quince años, es un hombre muy activo y siempre está haciendo cosas. Siempre está intentando pensar cómo ayudar a los demás y tenía a un conocido cuyo hijo tenía una discapacidad y estaba en silla de ruedas. Entonces él veía siempre: tenis en silla de ruedas, baloncesto en silla de ruedas… todos los deportes en silla de ruedas, ¿por qué no fútbol? Él contactó con unos chicos que tienen una ortopedia gigante a nivel de España y dijo: “Tenemos que inventar algo para que los chicos que quieran puedan practicar fútbol”.
Al fútbol tenemos claro que se juega con los pies, y esta era una manera de jugar al fútbol diferente. A todo el mundo que se lo explicas y tiene esa discapacidad le apasiona la idea. Siempre te dicen: “Yo no pensaba jamás que podría jugar al fútbol y así siento que de verdad estoy jugando”
Él contactó con esa gente, lo puso delante e hicieron ese invento, que son las palas para coger el balón, y a partir de ahí se nos ha ido sumando gente a esta causa. A mí me dijo: “¿Tú crees que en Cantabria puedes promocionarlo y puedes hacer un equipo de A-Ball?” Yo le dije que lo iba a intentar como fuera, y ahí estamos peleando… Yo creo que al final lo vamos a conseguir.
P- ¿Cuáles son tus metas para este proyecto?
R.- Pues mis metas son que cuantas más personas puedan disfrutar de hacer deporte, de estar juntos, de formar parte de un equipo… pues mucho mejor. Yo creo que es ese el objetivo: que todo el que quiera tenga la opción de hacerlo. Hay muchas cosas que tú quieres hacer y por motivos económicos, de horarios o de lo que sea, no puedes realizar. Nuestro objetivo es que todo el mundo que quiera hacer esto lo pueda hacer.
P– ¿Has visto alguna evolución desde el inicio del proyecto hasta ahora?
R.- Bastante. Al principio del proyecto no teníamos ni sillas… Imagínate, una silla de éstas cuesta 6.000€. Es un precio muy importante que, gracias a la ayuda de empresas privadas o de organismos públicos, estamos pudiendo afrontar. Con la Asociación de Veteranos casi todos los años, con el remanente que sobra al final de año, compramos dos sillas. Estas son prestadas, pero las tenemos en Cantabria para que todo aquel que quiera pueda apuntarse al equipo y empezar a entrenar. La evolución yo creo que ha sido grande.
P– ¿Habéis recibido mucho apoyo con relación al nuevo deporte?
R.- Sí, la verdad que sí. Todo el mundo al que se lo hemos planteado ha dado su visto bueno, se ha involucrado… y así es todo mucho más fácil. Así que en ese sentido estamos muy contentos.
Agustín Vicente Casanova (miembro de la Junta Directiva de la Federación Cántabra de Deporte Adaptado)
Pregunta.- ¿Puedes hablarnos de tu experiencia como miembro de la Junta Directiva de la Federación Cántabra de Deporte Adaptado?
Respuesta.- Bueno, pues eso es una actividad burocrática. Simplemente es gestionar los recursos que el Gobierno autónomo nos da a través de subvenciones, para dedicarlo a material deportivo y a ayudas a deportistas que compiten representando a Cantabria en el campeonato de España. No es más que eso, una actividad burocrática.
P– ¿Por qué crees que cuesta integrar el deporte adaptado al mundo deportivo?
R.- Porque tristemente, desde hace muchos años, el deporte tal y como lo conocemos o deporte profesional, ha dejado de ser algo de entretenimiento para las personas, es más un negocio. Entonces, todos los equipos deportivos tienen patrocinadores que, de momento, no se implican con el deporte adaptado.
P– ¿Cómo te sentiste cuando empezaste a practicar deporte?
R.- Pues muy bien. La función del deporte para una persona con discapacidad, para una persona como yo, que llevo muchísimos años en silla de ruedas, es la de socialización; hace que te relaciones. Yo nunca tuve problema para socializar, para mí fue una manera de recuperar unas cosas que hacía antes del accidente. Pero sobre todo es una función socializadora, incluso puede ser terapéutica… En mi caso me hizo recuperar sensaciones que había perdido.
P– ¿Con qué deporte adaptado empezaste?
R.- Baloncesto en silla de ruedas. Siempre me gustó el baloncesto antes del accidente, y coincide que el baloncesto en silla de ruedas es el deporte más mayoritario, más bonito y espectacular de los deportes adaptados.
P– ¿Cuáles crees que son los valores más importantes en el deporte?
R.- Pues el compañerismo, la socialización, el respeto… Sobre todo eso, el respeto y el compañerismo.