María Adela Tapia es una golfista amateur que comenzó a jugar a los 47 años, después de descubrir por casualidad que es un deporte que se le daba “bien”. Tan bien que ha ganado varios campeonatos tanto nacionales como regionales. En esta entrevista nos narra sucesos o anécdotas de su carrera, nos da su opinión sobre las facilidades para practicar este deporte en Cantabria y cómo se podrían mejorar.

Pregunta.- ¿A qué edad empezó a jugar al golf?
Respuesta.- Empecé a jugar a los 47 años, un poco tarde para empezar como estaréis pensando pero, como bien se dice, nunca es tarde. Decidí comenzar a practicarlo desde que vi que se me daba más o menos bien.

P.- ¿Por qué empezó a jugar al golf?
R.-  Empecé a jugar al golf por Paula, mi hija pequeña. La apunté a un curso en Mataleñas y supongo que me gustó más a mí que a ella (ríe). Empecé a tirar bolas con tacones y la verdad que no se me dio mal, me gustó bastante. Ese mismo año comencé a jugar y gané dos torneos, uno de Audi, en el que me bajaron el handicap, y uno de Damas. Y seguí practicando.

P.- ¿Cree que el golf es importante?
R.- En verdad, para niños o mayores cualquier deporte es importante, ya sea fútbol, baloncesto, natación o correr… Todos los deportes son importantes para que la juventud no esté todo el día con la televisión, el teléfono o la tablet. Todo es bueno en su medida, pero el deporte es fundamental.

P.- ¿Cree que es un deporte asequible económicamente?
R.- Todos sabemos que tiene la fama de deporte caro, pero al menos aquí en Santander lo pueden practicar todos los bolsillos. Puedes gastarte el dinero siendo socio de Pedreña o practicar en el campo municipal, pero tu economía nunca te va a impedir jugar.

P.- ¿Conoce a mucha gente por el golf?
R.- Francamente sí, conoces a muchísima gente. En todos los sitios hay gente con la que tendrás más o menos trato, pero se conoce a personas muy majas, agradables y deportistas. Como anécdota, he tenido la oportunidad de conocer a Seve Ballesteros, que me dedicó un libro, y de coincidir con David Bustamante, que me firmó unas bolas para mis nietas.

P.- ¿Sigue entrenando y compitiendo?
R.- Sigo entrenando y competiré hasta que pueda. Aunque, siendo sincera, este año pasado he competido menos por una nieta pequeña que me ha “quitado” mucho tiempo (ríe). Ahora que estoy más relajada ya puedo retomarlo y pensar en los proyectos nuevos para este año.

P.- ¿Cuándo y dónde entrena durante la semana?
R.- Durante la semana suelo jugar en Mataleñas y, de vez en cuando, en el Abra del Pas, pero me queda más lejos. Los fines de semana voy a jugar a Santa Marina, un campo que hay en San Vicente de la Barquera.

P.- ¿Cree que supone un esfuerzo físico grande?
R.- No es como el baloncesto o el fútbol, que son muchísimo más físicos. Pero la verdad es que se anda mucho. Y, bueno, a veces un partido son 3 o 4 horas, y hay que subir laderas o bordear ríos en algunos campos. Aunque la gente muy joven no tiene problema para esto, yo he visto jugar a gente de 70-80 años que cuando el campo es pequeño lo anda y cuando es grande lo hace en buggy. Así que el esfuerzo no me parece un impedimento. 

P.- ¿Cómo se sintió al llegar tan lejos?
R.- Muy bien, sobre todo pensando que soy una ama de casa que juega cuando puede. Es cierto que nunca pensé poder ganar un campeonato de España de mayores de 35 años, porque todas las participantes eran muchísimo más jóvenes que yo cuando jugué. Para mí fue una alegría. Influye que juegues bien y que tengas suerte, y yo creo que en ese momento fue un poco de cada.

P.- ¿Cómo fue la primera vez que ganó? ¿Lo recuerda?
R.- Sí, fue en Mogro, en el Abra del Pas. Se me dio muy bien el día y gané a todos… hombres y mujeres. En este juego se juega con un handicap. Yo empecé a jugar con un handicap 36, que  significa que si el campo tiene 72 golpes totales cuando sales, sales con 36 más. Es cierto que hacer 36 más para un principiante sigue siendo difícil. Pero yo tuve la fortuna de que en seguida me salió e hice +27, de hecho me bajaron 9 puntos. A medida que tú haces torneos y los haces bien, el handicap va bajando. Nunca pensé llegar a un handicap tan bajo como el que he tenido este año, que ha sido 9 y pico. Este es un handicap muy aceptable, sobre todo a mi edad.

P.- ¿Cómo cree que se podría impulsar el golf en Cantabria?
R.- Yo creo que ya lo hacen, y lo están haciendo muy bien, porque están yendo a colegios. Lo que pasa es que, como todos los deportes, implica sacrificio. Con esto me refiero a que para jugar al golf hay que madrugar. Si tú sales por la noche, al día siguiente tienes que levantarte a las 7. Y que tienes que salir al campo a las 8 de la mañana, a las 9 como tarde. Los chicos que juegan al golf se tienen que sacrificar, pero también los que juegan al fútbol o al baloncesto… El problema que tiene el golf es que te lleva muchas horas. Un torneo normalmente dura unas cuatro horas. Además de que durante la semana tienes que entrenar.

P.- ¿Por qué no ha decidido hacerse jugadora profesional?
R.- Primero porque creo que es muy sacrificado y se sufre mucho. Segundo, porque yo ya perdí ese tren hace muchos años, porque para ser profesional tienes que empezar desde niño. Hay torneos para senior que yo he jugado y he ganado muchos, también he ganado torneos regionales… el año pasado gané el Campeonato Internacional de España Sénior de Pitch & Putt.

P.- ¿Quién es su golfista preferido?
R.- Yo creo que Severiano Ballesteros ha sido un genio. No es porque le haya conocido, sino porque es mundialmente reconocido. Mi hija mayor fue a Estados Unidos y allí de España conocían poco o casi nada. Algunos hasta se creían que España no estaba en Europa. El padre de la casa donde se quedaba jugaba al golf. Mi hija le dijo que ella era del pueblo de Ballesteros, y este le respondió como si hubiese sido Messi. De hecho, Severiano Ballesteros ha sido un hombre súper conocido y súper admirado en Europa. Hay gente que juega al golf y luego hay gente que es un poco más genial, que hace cosas diferentes a los demás, y Severiano entra en este último grupo.

P.- ¿Le ha podido conocer alguna vez?
R.- Sí, le conocí personalmente. Tengo una fotografía con él. Era un hombre muy majo. Le conocí en el campo de Santa Marina, en San Vicente de la Barquera. En cierta ocasión yo gané un torneo en Pedreña y él era quien me tenía que entregar el trofeo, pero a causa de una comida familiar no pude asistir a la entrega de premios. Cierto es que las veces que he tenido el placer de poder estar con él me pareció encantador y sencillo. Además, me conocía y me saludaba.

P.-  ¿Cuál cree que es la edad perfecta para empezar?
R.- Yo creo que cuanto antes mejor, a los 6 o 7 años es una buena edad para empezar, pero nunca es tarde si la dicha es buena, según las obligaciones de cada uno. Yo creo que es un deporte muy bonito, pero hay que tener mucha paciencia y temple. Hay niños que juegan muy bien y, a veces, coincido con ellos en algún torneo, ya que en estos sales por tu número de handicap, no por edad ni por ser hombre o mujer.

P.- ¿Pensó alguna vez en dejarlo?
R.- Muchas veces lo pienso cuando las cosas salen mal. Pero insisto, porque no puede conmigo. A veces, cuando no tengo el día, parece que me pueden las ganas de dejarlo, pero lo pienso en frío y me doy cuenta de que en realidad el golf es muy importante para mí.

P.- ¿Cree que hay suficientes campos en Cantabria?
R.- Sí, yo creo que sí, aunque haría falta uno de 18 hoyos que fuese de la comunidad de Cantabria. En el Abra del Pas se está ahora terminando de hacer, pero se necesitaría otro. Hay uno en proyecto desde hace 10 años por la zona de Cueto, Monte…

P.- ¿Practica algún otro deporte?
R.- Sí, natación. Para estar en forma y jugar al golf hago natación. Porque se necesita hacer otro deporte para estar fuerte, por eso suelo ir a nadar como mínimo tres veces a la semana.

P.- ¿Qué campo le ha gustado más?
R.- El de Santa Marina, en San Vicente de la Barquera. La verdad es que es el más difícil y el que me genera más ambición. También el de Pedreña me gusta mucho, aunque me parece más fácil. Como campo con mejores vistas me quedo con Mataleñas, es precioso. Aunque como más difícil, el de Santa Marina.

P.- ¿Ha sufrido alguna lesión? En ese caso, ¿cuánto le ha durado?
R.- Me lesioné hace tiempo, pero fue nadando. Jugando al golf he tenido la suerte de no lesionarme nunca. Bueno, cuando empecé, muy al principio, me lesioné porque siempre he sido muy activa y tiraba demasiadas bolas, pero después ya no. Por eso digo que lo de nadar es muy importante porque fortalece los músculos, cuanto más fuertes los tengas, menos lesiones tendrás.