¿Nos hemos parado a pensar por qué a los jóvenes no les gusta leer? Seguramente sí, pero no desde la mente de un niño. Por eso hemos hecho una encuesta a estudiantes y profesores del IES Pereda de Santander. Preguntas como ¿qué sientes al leer?, ¿por qué crees que los jóvenes no leen? o incluso ¿tienes un lugar favorito para leer? Las respuestas nos han servido para hacer una pequeña estadística sobre la lectura.

Una de las preguntas en la que más han coincidido estudiantes y profesores ha sido: ¿por qué crees que los jóvenes dejan de leer? La mayoría de ellos ha respondido, como era de esperar, por los móviles o las nuevas tecnologías.

A un 11% de los profesores no les gustaba leer de pequeños, sin embargo, un 42% de los alumnos no disfrutan leyendo. Tal y como decíamos antes, esto se debe a las nuevas tecnologías y a su capacidad de generar más hormonas de la felicidad que la lectura.

Además de las nuevas tecnologías, hay otros factores que no favorecen a la iniciativa de leer, como las lecturas obligatorias. Muchos profesores y estudiantes nos han confesado que no les gustan por diferentes razones, pero las respuestas más desarrolladas nos dan opiniones diferentes. La profesora Azrael González nos dice: “La odiaría. Leería saltando capítulos y rellenando los huecos con resúmenes del ‘Rincón del vago’. Lo aburrido es la palabra OBLIGATORIA y que me dejen sola frente a páginas que no he elegido leer”; Susana Tamayo opina: “He tenido que hacer muchas lecturas obligatorias a lo largo de todas las etapas educativas por las que he pasado. Leerlas nunca ha sido una mala experiencia, pero en el instituto sí lo era el trabajo que se pedía después: tediosos análisis de decenas de páginas, siguiendo el manual de la editorial Cátedra.”

Libros para todos los gustos.

Pero en las clases hay un ligero número de personas que sí que disfrutan leyendo. Esta pregunta se la hemos hecho a varios lectores: Daniela Redondo Venero de 3º de ESO nos dice que disfruta leyendo “porque es entretenido y te metes en la historia”.  Víctor Romo, de 4º de ESO, nos cuenta que le gusta “Porque hay historias que merecen ser contadas.” Y Lucía Torres Perojo, alumna de 3º de ESO, nos comenta: “Es entretenido sumergirme en diferentes historias e identificarme con los personajes.”

Casi todos los profesores han mencionado las palabras esencial, básica o fundamental en su descripción de la lectura. Si es tan esencial, los jóvenes deberían de sentir algo, pues una gran parte de los jóvenes dice que no siente nada. Esta gran parte, como era de esperar, coincide con la mayoría de los que no les gusta leer. A los que sí, dicen: “Siento como si me sumergiese en la historia junto con el resto de personajes” o “siento como si fuera el protagonista” o simplemente “siento interés por la lectura”.

El lugar donde se lee es importante y podría ser una causa fundamental por la que se deja de leer. Muchas personas nos han dicho su lugar favorito y han salido respuestas muy variopintas, desde “la mesa, porque así puedo apoyar bien el libro”, pasando por “el jardín de mi casa” y finalizando con la más común, “Mi casa, en mi camita, de chill, porque estoy tranquilo y leo mejor”.

En conclusión, la lectura es algo que se debería fomentar más y aunque, según las opiniones de los profesores, hay muchas lecturas juveniles, los adolescentes ven la lectura como algo sin utilidad o una manera de desaprovechar el tiempo. Así que tiene que constar aquí por escrito que las condiciones de lectura más las nuevas absorbentes tecnologías más la palabra “obligatorio” no deben ser suficiente obstáculo para que los adolescentes lean. Un pequeño grupo de auténticos y resistentes lectores juveniles, los llamados frikis, siguen leyendo con placer. ¿Habrá dentro de poco una nueva revolución o unos pocos seguirán en su pequeña tradición de pasar noches en vela leyendo?