Una alumna de 6º de Primaria del CEIP Gerardo Diego de Santa María de Cayón realiza una cronologogía de la pandemia del COVID-19, desde que empezamos a escuchar noticias acerca de un virus desconocido en China hasta que aparecieron los primeros casos de fluorona y las variantes de ómicron. Este artículo participó en el II Concurso InterAulas de periodismo escolar en la categoría de Primaria en la modalidad individual.
Hace más de dos años, concretamente el 17 de noviembre de 2019, empezamos a escuchar en las noticias que se había detectado un caso de infección por un virus, desconocido para todos, en China. Estaba haciendo que se confinasen muchas ciudades, pueblos y que los ciudadanos tuvieran que llevar algún tipo de protección en la zona de la nariz y boca, ya que decían que podía ser de ayuda.
En España, como en muchos otros sitios, nos lo tomábamos a broma y nos reíamos de ellos por llevar todo tipo de protección, incluso sujetadores en la cara. Recibíamos videos de hospitales gigantescos construidos en una semana. A este virus se le adjudicó el nombre de COVID-19 o coronavirus.
Sin embargo, el 31 de enero de 2020 escuchamos en las noticias: «Se ha detectado el primer caso de COVID-19 en España, el contagiado es un alemán que vino de vacaciones a Tenerife». Con ese contagiado se confinó un hotel entero. La imagen era de película, decenas de personas saliendo al balcón del hotel para saludar. Este suceso ocurrió mientras que, también en Tenerife, por culpa de un temporal de viento, una calima proveniente de África colapsó todos los aeropuertos de esta isla. Se habló mucho menos de este suceso, pero era igual de importante, ya que las personas no podían salir a la calle.
En febrero se empezó a conocer cada vez más y más, lo cual hizo que comenzásemos a aprendernos su nombre. En esos momentos todavía no éramos conscientes de lo que originaría en un futuro no muy lejano. Ese mismo mes en los colegios, por lo menos en el que yo estudio, se empezó a utilizar el gel hidroalcohólico cada vez que se salíamos y entrábamos a clase y jabón cuando íbamos al baño, por si acaso. Todo esto estaba lejos de lo que se haría meses después.
En marzo la situación ya se estaba descontrolando, cada vez que encendíamos la televisión no parábamos de escuchar noticias malas, casi todas sobre el coronavirus. Esta situación llegó a tal punto que el gobierno decretó, el 13 de marzo, un estado de alarma y seguidamente quince días de confinamiento, solo pudiendo salir a la calle para hacer la compra, los trabajadores de servicios mínimos y los que tenían perro. Unos días antes de que se acabasen los quince días de cuarentena el presidente de España anunció que la cuarentena se iba a alargar varios días. Durante este periodo de tiempo la tasa de dióxido de carbono emitida por los transportes bajó notablemente y como los animales estaban dándose cuenta de que no había casi nadie, por no decir nadie, en la calle, empezaron a intentar invadir las calles de las ciudades.
El 26 de abril el Gobierno autorizó que los niños menores de catorce años pudiesen salir a la calle durante una única hora al día. Sin embargo, hasta el 11 de mayo no se finaliza oficialmente el confinamiento. Seis días después, el gobierno anuncia un plan de desescalada que permite hacer deporte a las personas por franjas horarias según la edad. A finales de mayo se hace obligatoria la mascarilla en espacios públicos.
El 1 de junio de 2020 se escucha una noticia esperanzadora; en España no se registró ningún muerto ese día. Debido a esta noticia la gente se empezó a relajar y esto causó que se les cayese, sin querer o queriendo, la mascarilla al suelo, cosa que hizo bastante daño no solo al medioambiente, sino también a muchos animales.
El 21 de junio de 2020 se acaba el plan de desescalada y llega a España la «nueva normalidad». Sin embargo, en agosto se cierran las discotecas y bares nocturnos y se prohíbe fumar en la calle.
El 5 de septiembre de 2020 la vuelta al cole se realiza en cinco comunidades autónomas y, seguido a ello, poco a poco se va completando en las demás con protocolos anticovid como el uso obligatorio de mascarilla y la ventilación de las aulas. El 9 de ese mismo mes el Gobierno decreta estado de alarma en Madrid y el 15 se superan las 30.000 muertes y 600.000 contagios a lo largo de este periodo. El 21 se supera el millón de contagiados. El 25 de septiembre se aprueba el segundo estado de alarma que dura hasta el 9 de mayo de 2021.
El 1 de diciembre de 2020 se inaugura el Hospital Isabel Zendal con capacidad para 1.000 pacientes. El 23 de ese mismo mes, el Gobierno de Boris Johnson anuncia una nueva variante con alta capacidad de transmisión. Paradójicamente, al día siguiente se relajan las medidas para Navidad. El 27 de diciembre se empieza a vacunar en España y al día siguiente se superan los 50.000 fallecidos. En febrero de 2021, concretamente el 6, en España se comenzó a vacunar con AstraZeneca solo a menores de 55 años.
El 14 de marzo de 2021 se cumple un año desde que nos confinaron. Se nota mucho, no solo personalmente sino también medioambientalmente, me refiero a que cuando vas a cualquier sitio, te encuentras una mascarilla tirada, el envoltorio para estas o cualquier otro tipo de objeto que utilizamos para protegernos del coronavirus. Estaban por todas partes, en las calles de pueblos y ciudades, en las vías verdes, en las rutas e incluso en la playa. A finales de este mismo mes, Brasil detecta una nueva variante de COVID-19.
En mayo de 2021 se contabiliza el nuevo número llamado «exceso de muertes», refiriéndose a que las muertes en ese mes fueron mayores que las del año pasado.
El 14 de julio de 2021, el Tribunal Constitucional declara que el confinamiento decretado durante el primer estado de alarma fue ilegal por la supresión de derechos fundamentales que supuso. El 4 de agosto de 2021 el mundo rebasa los 200 millones de casos con COVID-19 desde que empezó en noviembre del año 2019 en Wuhan, China. En septiembre de ese mismo año volvieron a encenderse las luces de las aulas de toda España por segunda vez en esta pandemia. Aunque en octubre de 2021 ya había pasado más de un año con la pandemia, había países como Tonga que hasta ese mes no habían tenido ningún contagiado.
El 29 de noviembre de 2021 se registra el primer caso de Ómicron en España, una variante bastante más contagiosa que las anteriores. El 7 de diciembre de 2021, el Ministerio de Sanidad aprueba la vacunación a los niños entre 5 y 11 años.
Ya en enero del 2022, se empiezan a confirmar los primeros casos de Fluorona, una variante de la enfermedad que se contagia si tienes Gripe y COVID-19 simultáneamente. El 12 de ese mismo mes, España llega al pico de contagiados por Ómicron con 179.125 casos notificados en un solo día. Al día siguiente, Sanidad da el visto bueno para vacunar con una tercera dosis, contra la COVID, a los mayores de 18 años. El 31 de ese mes se cumplieron dos años desde que se detectó el primer caso de COVID-19 en España, concretamente en Tenerife.
El 14 de marzo de 2022, no hace tanto, se cumplieron dos años desde que nos confinaron. Según pasa el tiempo más nos acostumbramos a vivir de este modo (con mascarillas y restricciones), y yo creo que eso no es bueno, ya que hay personas maravillosas detrás del «bozal» que llevamos puesto y no las podemos conocer del todo.