¿Alguna vez te ha escrito un mensaje a tu cuenta de Instagram alguien que no conoces? Judith, alumna del colegio San José de Santander, alerta sobre los riesgos de las redes sociales en el relato con el que se presentó al III Concurso InterAulas de periodismo escolar.

Hola, soy Naia y vivo en una ciudad muy bonita, rodeada por mi familia y mis amigos. Hoy, como todos los días, mi mejor amiga me viene a buscar a casa y nos vamos juntas al instituto. Cuando llegamos al instituto nos sentamos separadas, ya que hablamos mucho y la profesora decidió separarnos. Después, a la hora del recreo, mi amiga y yo nos íbamos a la cafetería a por dos pinchos de tortilla y Coca-Cola. Y al salir del instituto nos íbamos juntas a mi casa a hacer los deberes. Y así todos los días. Éramos inseparables. Bueno, o eso creía yo.

Nosotras también en Instagram teníamos nuestras cuentas juntas: es decir, yo la suya y ella la mía. Y nos daba igual, ya que éramos mejores amigas.

Un día estábamos juntas merendando en mi casa y a mi amiga le llegó un mensaje, un mensaje bastante raro. Era un mensaje de un chico al que no conocíamos ninguna de las dos. Pensamos que sería una broma de alguien conocido, pero nos empezamos a dar cuenta de que no. El mensaje decía: «Hola, soy Juan. Un gusto, ¿podemos quedar?». Yo le dije a mi amiga que no era nadie conocido y que era mejor bloquearlo y pasar de él, pero mi amiga no estuvo de acuerdo conmigo. Ella dijo que mejor le hablaría y quedaría con él para saber quién era. 

Un día, al entrar a la cuenta de mi amiga vi que ella y ese supuesto «Juan» estuvieron hablando durante un tiempo. Pensé que cada uno puede hablar con quien quiera, así que no le di mucha importancia. Unos días más tarde, vino un chico nuevo a clase. Mi amiga me dijo que le parecía muy guapo y, como es muy tímida, le fui yo a pedir el Instagram al nuevo. Cuando le fui a pedir el Instagram, me di cuenta de que era el mismo Instagram del chico con el que ella hablaba. Cuando se lo dije a mi amiga se puso muy contenta, ya que ya se hablaba con el chico que le parecía guapo. 

Pasaron meses desde que llegó el nuevo y, poco a poco, iba viendo cómo mi amiga se empezaba a comportar raro: quiso quitar su cuenta de mi móvil, pasaba mucho tiempo con ese chico… Yo le preguntaba si estaba bien y ella me decía que sí, pero yo sabía perfectamente que no. Así que decidí hablar con sus padres: les conté todo lo que pasó con el chico y ellos decidieron quitarle el móvil. Quedé con sus padres para mirar el móvil mientras ella estaba con el chico y, al entrar en el chat que tenían, vimos cosas increíblemente horribles: amenazas de muerte, chantaje para que le mandara fotos… Esas conversaciones nos partieron el alma a mí y a sus padres. Cuando llegó a casa le dijimos que no podía ver más a ese chico y ella nos confesó que no nos había dicho nada antes por la amenazas .